Melanie, ¿le dices "Sí" a la realeza? #1 ✔©

Capítulo IX: "Segunda prueba: La afición de las candidatas."

Albert comprobó nuevamente la dirección que el guía Erik me ha indicado en su carta. Casualmente nos dirigíamos hacia a la dirección a la cual yo enviaba las cartas para el guía Erik. Por fin me quitaré la duda de a que sitio las enviaba luego de ver que él vive con su madre, Lady Hansen. Confesión que aún me tiene algo sorprendida y shockeada.

Tan solo quedaban pocas calles para llegar al sitio donde ambos nos encontraríamos, el cual no tengo ni la menor idea de que es. Él solo me ha dicho que vaya a ese sitio y que allí nos veríamos para hablar sobre algo crucial del concurso. Parece que mi guía aún sigue algo "malhumorado" luego de decidir que sea el príncipe Arvid quien me ayude con la práctica de la segunda prueba. Sería divertido burlarme de su actitud, pero no puedo decirle que ha actuado como un niño inmaduro luego de ese día porque ha pasado ignorándome desde ese momento, ya que prácticamente he mandado su puesto de guía a la borda reemplazándolo por Arvid. Tendré que reprimir mis burlas.

Ayer por la noche cuando me he levantado por culpa de la doncella Emma y Bilal, quienes no han parado de gritar porque su hada madrina no ha terminado de hacer su vestido para la prueba del día de mañana, he visto que Birgir ha dejado unas cartas de parte de Erik. Al verlo, solo he podido pensar que ellos ya han arreglado sus diferencias, lo cual me alegra porque ahora enviará cada carta que escriba para el guía Erik, y que no las botará a la basura como lo ha hecho con las de hace unas semanas.
En esa carta, el guía Erik me indicó que debía ir a la dirección donde enviaba las cartas y que debía llevar una vestimenta cómoda, porque practicaríamos lo más importante del concurso. He intentado deducir que es lo más importante que podría haber en este concurso, pero solo he podido pensar en que, el joven Erik ha vuelto a ser el mismo guía profesional de la primera prueba, lo cual me sorprendió mucho porque últimamente no ha mostrado tanto interés como los demás guías, pero parece que ha vuelto a ello. No sé si debería alegrarme o asustarme porque tal vez ahora se convierta como en los otros guías, con una actitud de competitividad, haciendo lo que sea para que sus candidatas ganen, pero algo en mi sentía que eso no pasaría porque el joven Erik no demostraba eso, solo demostraba interés en realizar de manera correcta su trabajo.

Ahora, en cuanto lo que él ha dicho sobre eso tan importante para la realeza, he pensado a que podría referirse, pero no se me ha ocurrido nada. Mi cabeza hace días solo se encargaba de pensar en las partituras que debía tocar el día de mañana delante de toda la familia real, y en mi temor de intentar no pasar vergüenza ante ellos. Sé que la presencia del príncipe Arvid, tal vez sea una gran ayuda para que mis nervios se calmen, pero aún no estaba segura.

Quizá, aquel día cuando me he encontrado con el príncipe, no lo he demostrado, pero ha sido vergonzoso reencontrarme con él luego de lo ocurrido en el probador de la casa Hansen. Primero, estaba muy enfadada al ver que el guía Erik había entrado como si nada ahí, sin siquiera preguntarme, pero luego pensé en todas esas veces que él me ha molestado con su carruaje desde meses o su actitud al burlarse de mi promesa con el príncipe Arvid que, pensé que podría divertirme un poco, vengarme como le había prometido. Actuar de esa manera, casi provoca que se sobrepasaran los límites entre ambos. En un momento, cuando ambos hemos quedado frente del otro, pude sentir la temperatura subir, tanto que estaba segura de que, si pasaba un minuto más, el guía Erik iba a dar un paso para cortar la distancia entre ambos. Tal vez solo sea mi mente delirando ante el acumulo de cosas que llevo ahí dentro, pero eso he sentido. Luego, cuando me he encontrado con el príncipe y me ha dicho que las candidatas pueden estar con otros jóvenes porque estas lo hacen en secreto de la realeza, me he sentido menos culpable por aquel momento que he tenido con mi guía, pero aún estaba algo confusa. Ni siquiera le he dicho a nadie, ni a la misma candidata que la hemos visto tanto Arvid como yo. No pensaba entrometerme en lo que las candidatas hicieran, aunque ellas sí lo harían si se tratara de la doncella Emma o de mí.