"Querida joven afortunada:
Usted se encuentra invitada al gran concurso de la realeza para convertirse en la esposa del príncipe Arvid y ser la próxima princesa de Dinamarca.
¡Bienvenida a la gran...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
⚠️ AVISO: Capítulo extenso.⚠️
La fila nuevamente a rotado, tocándome con uno de los invitados desconocidos, quien se ha mantenido en un gran silencio al bailar conmigo al notar que mi mirada se encontraba centrada en otro sitio. Mis ojos solo podían observar al príncipe Arvid, quien bailaba con la doncella Emma. Ella le miraba con una bella sonrisa, observándole con un brillo que en sus ojos expresaban amor, y aunque el baile fluye muy bien entre ambos, no puedo dejar de notar la seriedad que se encontraba remarcada en el rostro del príncipe. Su falsa sonrisa formada por simple compromiso, una cortesía de su parte ante las doncellas y ante el concurso que no deseaba. Aun así, su falsa sonrisa podía dejar reflejar aun el enfado que ha demostrado desde que la fiesta ha comenzado, y ese enfado solo me provoca aún más dudas de lo que haya podido ocurrir en esas discusiones. La doncella Emma parecía centrada en su baile, danzando junto a un joven cuyos sentimientos en este momento se encuentran sumamente dispersados. El contraste entre la seriedad del joven príncipe y la mirada enamorada de la doncella Emma era irónico, e incluso doloroso de ver.
La fila ha rotado una vez más, y mi corazón ha comenzado a latir con nerviosismo al ver que el príncipe se ha posicionado delante de mí, donde por lo lejos he notado como mis padres aplaudían alegres al vernos. De inmediato he aceptado su mano algo cautelosa al ser consciente de la mirada de enfado de la reina Karen que ha estado centrada en seguir cada uno de nuestros movimientos. Ante ello, solo he podido sonreír a un lado, pensando en sus ansias de querer que yo sufra, pero quién más se encontraba sufriendo en este momento parecía ser ella, lo cual era un gusto de ver, sobre todo luego de lo que ocurrirá en el resto de la noche. Si se cumple lo que he hecho con la princesa Grette, entonces una sorpresa más habrá para la reina Karen en esta noche tan especial para ella.
La música resonaba en la majestuosa sala de baile del palacio, mientras mis ojos se encontraban con los del príncipe Arvid, nerviosa creyendo que estos no se encontrarían con los míos ante el rechazo que ha sentido por mí luego de lo que ha visto, pero para mi sorpresa, sus ojos se encontraban centrados en los míos. Su semblante el cual antes reflejaba seriedad y enojo ahora mostraba una cálida sonrisa que iluminaba su rostro, como si se encontrara emocionado de que por fin llegara el momento donde bailaría junto a mí, y eso era ante sus ojos, seguro feliz de estar en este momento conmigo a pesar de todo lo que ha pasado entre ambos, pero, por otro lado, mis ojos, mis recuerdos, solo pensaban en este mismo momento que he pasado con el guía Erik hace meses atrás. Ese momento que para mí se ha sentido mágico. (*)
Él me ha sonreído sonrojado.
— No he mentido la vez que le he dicho que se vería hermosa con un vestido de princesa.
Sonreí de lado observando de reojo su mano en mi cintura. He intentado concentrarme en el príncipe, quien en ningún momento junto a mi ha dejado de sonreír, pero el baile solo me insistía en recordar la sonrisa del joven Erik, y la extraña conexión que hemos tenido esa noche en la pista de baile, incluyendo mis nervios ante las claras intenciones de su parte al intentar ponerme nerviosa ante sus toques y los momentos en los que ha apretado mi cintura, a propósito.
