Título: Las apariencias engañan, parte II. Con: ????
⚠️ De esta historia habrá parte III, quizá IV, la imagen que está en la parte superior, es el Quantum⚠️
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Observé la entrada de aquel complejo mientras me bajaba del auto...
Me cuesta demasiado dar un paso más para entrar, mi cuerpo tiembla por dentro y se estremece por fuera.
Con solo imaginar que veré de nuevo a aquellos que me hicieron daño tambalean mis piernas.
Pero tengo dos motivos muy fuertes e importantes para estar aquí, uno de ellos está allí dentro, la familia Stark Potts y el otro, acaba de sacarme de mis pensamientos rodeando mi cintura con sus cálidos brazos, regalándome una enorme sonrisa.
- ¿Estás lista? - me pregunta ella, mientras yo observo la entrada con detenimiento, aturdida por lo que esté a punto de pasar ahí dentro.
- No - contesté sincera a la vez que negaba con mi cabeza varias veces, suspiré pesado, lo que no pasó desapercibido por la pelirroja - ¿Es necesario que haga todo desde aquí? - la miré casi suplicando que me llevara a otro lugar.
- Así lo quiere Tony, cariño, insistí en que podríamos trabajar en otro lado, pero dice que todo está acá y que no hay tiempo para trasladarlo - me vió tiernamente mientras colocaba un mechón de mi cabello rubio detrás de la oreja - Irá todo bien... Lo prometo.
- ¡Aghhh! - solté un grito flojo a la vez que pasaba las manos por mi rostro en señal de impotencia - Natasha, no sé si pueda hacerlo - escondí mi rostro en su pecho por inercia.
La espía se dió cuenta de mi incertidumbre, así que no dudó y levantó mi cabeza para poder acariciar mi mejilla, juro que me hizo sentir una electricidad que nunca había sentido, una muy diferente a la que sentí en Odense antes de volver, no puedo ni siquiera moverme, esa mirada intensa que tienen sus ojos esmeralda me hacen sentir un sin fin de cosas, tranquilidad, protección, ¿enamoramiento?
Joderrrr...
¿Por qué carajos pienso en Natasha de esa manera? ¿Siempre lo sentí? ¿Siempre lo supe pero lo omití y decidí estar con Wanda e ir por el camino más fácil?
- No tienes que hacer esto sola, amor - sonrió, esa sonrisa perfecta - estaré contigo en todo momento y juro que si intentan algo que te incomode patearé sus miserables traseros - me hizo sonreír nerviosamente ante su manera de querer protegerme.
Me quedé viéndola fijamente por varios segundos detallando cada parte de su rostro.
Ahora fue mi turno de acariciar su mejilla, no controlaba mis movimientos, era como si algo manipulara mi cuerpo pero nadie lo hacía, era yo quien lo deseaba. Tallé su rostro de manera delicada, ella cerró los ojos instintivamente, recorrí cada una de sus cejas, pasé la yema de mis dedos por su nariz, bajé muy despacio mi dedo pulgar hasta sus labios, son demasiado suaves, juro que quería tenerlos junto a los míos. Su mentón y luego su cuello finalizaron mi recorrido. Junté nuestras frentes de manera delicada. Acariciaba su brazo lentamente desde sus hombros hasta sus manos.
