𝘛𝘢𝘭 𝘷𝘦𝘻 𝘦𝘯 𝘰𝘵𝘳𝘢 𝘷𝘪𝘥𝘢 メイ [Chifuyu x Oc]

22𖤣 | Alías Paulo Londra

—¡Kazutoraaa!

Kazutora caminaba hacia mí, vestido con el uniforme gris de recluso. No había pasado mucho desde la ultima vez que vine a verlo, pero era importante recordarle que tenía a alguien a su lado que se preocupaba por él. Si estoy a su lado, puedo evitar que Kazutora se una a Valhalla, eso quiero creer.

El niño esta trastornado y no dejare que venga el Tettas y le llene la cabeza de tonterías. No señor.

—No tenias que venir, saldré pronto.

—Lo se, solo quería verte —le sonrió y lo veo esbozar una pequeña sonrisa—. ¿Cómo estas? ¿Tienes planes para cuando salgas?

Se quedo callado un momento.

—Si.

Ay diosito. Mientras no sea matar a Mikey, yo te apoyo pelitos de plátano.

—¿Y qué es?

—Algo que llevo pensando desde que ingrese aquí. Tranquila Mei, se que tu estarás de mi lado, como siempre ¿verdad?

Me estremecí, y aguante las ganas de morder mis labios. Tigresito astuto, sabes que no te puedo decir que no cuando pones esa carita de gatito abandonado. Carambolas, a este paso mis planes saldrán mal por mi debilidad como fangirl.

—Claro Kazutora, yo siempre estaré de tu lado —él sonrió satisfecho—. Siempre y cuando sea lo correcto —remarqué con decisión.

Se le borro la sonrisa.

A chingar a su madre Bananitas, a ponerle más empeño a tu carita de gato con botas. Yo también soy una chica astuta.

—¿Qué quieres hacer por tu cumpleaños? —decidí cambiar de tema—. ¡Tengo muchas ideas! Como ir al zoológico, ir al parque de diversiones, un scape room, ir a la playa o hacer un picnic ¡Hay tanto que podemos hacer! —yo parecía más emocionada que él.

Su cumpleaños estaba a punto de llegar, y tenía la intención de hacer algo especial para celebrar su regreso a la libertad. 

No es un chico malo, solo quiere ser él mismo.

—Vamos a donde tu quieras —Kazutora sonríe de forma leve y cansada.—. Lo único que quiero para mi cumpleaños es poder pasar tiempo contigo fuera de este lugar. No me importa qué hagamos, solo quiero estar contigo.

Oh. Por. Dios. No Mei, resiste, no llores.

Sonreí mientras miles de planes comenzaban a formarse en mi mente. No podía esperar a llevar a Kazutora a un lugar donde pudiera disfrutar de su libertad y celebrar su cumpleaños como se merecía. Juntos, y con la ayuda de Keisuke, crearíamos nuevos recuerdos que eclipsarían las experiencias pasadas.