Capitulo 09.

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Capítulo 09.
La salida

Ese horrible sentimiento, ese sentimiento de ver cómo el chico que te gusta esta con otra, es decir, ni siquiera somos algo y dudo que lo lleguemos a ser.

Pero esa presión en el pecho, ese nerviosismo que es tan grande que tratas de desviar la mirada.

El, ella, y el resto de la institución.

Se miraban mutuamente, tal vez con amor o tal vez no, nunca lo sabré con certeza, me ponía celosa, me daban celos solo de ver lo juntos que estaban, me daban celos de solo ver cómo el sonreía al verla.

Quería llorar, pero no. Jamás me permitiría llorar por alguien, no importa lo mucho que lo haya querido, o lo mucho que lo siga queriendo.

Este sentimiento estaba mezclado, mezclado entre rabia, celos y alegría.

¿Alegría? si alegría ¿por que? el me gusta, incluso podría decir que en algún momento pensé en si estaba enamorada.

Y si el era feliz, yo estaba bien, supongo que podría vivir con ello.

No era fácil, pero vamos, ¿que es fácil en la vida? absolutamente nada.
Si algo vale la pena te será difícil conseguirlo, pero si es algo extremadamente fácil de tener a nadie le interesa.

A las personas les gusta lo difícil, les gustan los retos, por que lo hace interesante.

- ¿Lista?- militza hablo desde el otro lado de la puerta.

- Ahora voy- estaba sacándome el uniforme de deporte mientras miraba mi celular.

- Te esperaré en el comedor, no tardes- ella dijo, supongo que luego se fue ya que no la volví a escuchar.

Luego de ponerme las zapatillas, salí, no había nadie y eso era bueno.

- Hola- alguien dijo tras de mí provocando que me asuste- Lo siento no sabía que estabas aquí

- No hay problema George

- ¿Lista para el partido de mañana?

- Más que lista

- Esa es la actitud

El caminó pasos adelante de mí, al notar como no lo seguía se giró a mi indicándome que lo haga.

- ¿Vas al comedor?- pregunto.

- Si, aunque no creo poder comer algo, ya casi es nuestra hora de salida

- Tienes razón- apoyo el.

- ¿Te gustaría ir a comer algo al salir de clases?- me preguntó, no sabía que responder, así que dije lo que toda chica que nunca aprendió a decir no respondería.

- Claro

El parecía asombrado, me miró sonriendo para luego decir;

- Te veo en la salida- indico- Cerca del estacionamiento

- Ahí estaré

Seguro iríamos en su auto, pocas veces lo traía, supongo que está fue una de esas veces.

El timbre sonó, me dirigí hasta el aula de la materia que me correspondía.

- Aquí estás mujer- una voz muy conocida para mí hablo justo a mi lado.

- Que tal Franklin

- Bien, solo vengo a darte esto, ten- me entrego un folleto repleto de papeles- Tu mamá a venido a dejarlos

- Te lo agradezco

- Date prisa

Corrí hasta el aula, una vez entre busque un lugar con la mirada, no había ni uno libre.

- Buenas tardes- el maestro entro al aula- ¿Señorita que hace parada? en el fondo hay un asiento

Mi mirada fue llevada hasta donde el profesor indicó, y fue allí cuando me di cuenta.

El único lugar vacío era al lado de el, al lado de Karl.

Esto ya parece un estúpido romance adolescente, en donde sea que yo vaya, por tan simple o estúpido que sea el tiene que estar ahí.

Con mi mirada gacha me dirigí hasta donde el estaba, coloque mi mochila en el piso para después sentarme a su lado.

- ¿Como estás?- hablo, ¿el me habló a mi? dios que hago, no estudie para esto.

- Bien, ¿tú, qué tal?- lógicamente respondí fingiendo no estar nerviosa.

- Estoy mejor ahora que ya tengo mis llaves- eso provocó una sonrisa en mi.

- Te ves linda sonriendo

Instantáneamente deje de hacerlo ¿Que? ¿Que esta pasando? ¿Por qué me dijo linda? Karl Jacobs tú tienes novia, me gustas, si, y mucho, pero jamás estaría con el novio de otra chica.

Está bien, creo que exagere un poco, solo me dijo linda y eso no es nada malo, no es como que nos vayamos a casar o algo por el estilo.

- Gracias- estúpidamente respondí.

El solo sonrió en mi dirección y siguió prestándole atención al profesor.

El timbre sonó luego de tomar algunos apuntes y preguntas por parte del maestro.

Recogí mis cosas y camine hasta la salida.

- Espera- alguien dijo haciendome que gire.

- Quería preguntarte algo

¿Ahora que?, ¿Karl preguntándome algo?, ¿que falta?, ¿Que mi papá esté en casa?, ¿Que mi abuela esté viva?

- Claro, dime- acepte, pero aquí la pregunta es, ¿quien le podría negar algo a Karl Jacobs?

- Saldrás con George hoy ¿no es así?

debo de admitir que eso me tomo por sorpresa.

- Si, si saldremos- respondí un poco dudosa.

- Genial- parecía contento al decirlo- ¿Son algo?

- ¡Que!, no, no ahora- ¿por qué me preguntaba eso? y si así fuera el lo debería saber, son muy amigos.

- ¿Ahora?- repitió mi última palabra arqueando una ceja.

- No, no- no sabía que más decir- El es mi amigo

- Que bien- su cara cambio instantáneamente caminando pasos delante de mi- Te veo luego

¿Que demonios fue eso?, me pare un momento a pensar, pero las personas que pasaban me miraban un poco raro así que mejor seguí avanzando.

Mi última clase fue lengua, aburrida como ya era costumbre.

Al tocar el timbre me dirigí al estacionamiento en donde George debería de estar.

Y ahí estaba, pero no estaba solo.

- Hola- saludo- ¡Llegaste!

- Si- mi respuesta fue corta.

- Emily quería salir así que le pregunté a George si podíamos ir con ustedes a algún lugar- Karl fue el primero en hablar- Espero no te moleste

- Claro que no me molesta, está bien- ¿por qué lo hizo? no sabía, pero decidí fingir una sonrisa amigable- ¿Nos vamos?

Todos subimos al auto, Emily y Karl iban atrás, ellos platicaban entre si, Emily estaba muy callada, no había pronunciado palabra alguna desde que llegó, al menos con alguien que no sea Karl.






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16 Razones― Karl Jacobs Where stories live. Discover now