16 Razones― Karl Jacobs

Capítulo 17.

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Friends or enemies?
capitulo 17

•omnisciente•

Los gritos predominaban la casa, Bonnie quien todavía no despertaba del todo se dedicaba a taparse los oídos con una de sus almohadas.

— TODOS DESPIERTEN— la señora de la familia gritaba desde abajo— ¡Y es mejor que lo hagan por su cuenta si no quiere que sea yo la que suba!

Rápidamente Bonnie se levantó por completo corriendo a la ducha, tomo una baño rápido antes de que su hermano también se despierte.

Al subir tomo una playera blanca lisa, unos vaqueros y un par de tenis, para luego bajar cargando su maleta.

— ¿No te piensas peinar?— Junior dijo burlándose.

— ¿Y tú no te piensas duchar?

—Me duche ayer— movió sus hombros restándole importancia— Y no es como que sea un cubierto.

La chica rodo los ojos con fastidio dándole un empujón al pasar por su lado.

— ¡Le diré a mamá!— se quejó.

Bonnie puso su maleta en el auto para luego regresar, tomo unos caramelos que seguramente pertenecían a Junior metiendolos a su boca.

— ¿Todos listos?— pregunto el hombre de la familia.

Todos asintieron por lo que ambos se dirigieron a la camioneta que los llevaría a su destino.

Luego de subir arrancó, poco tiempo después se detuvo dándole paso a la familia vecina.

— Subiremos nuestras cosas arriba— informo el señor Adam.

Las puertas se abrieron dejando pasar a Terrence, el cual saludo con una sonrisa.

Traía una camisa de media manga color verde, unos vaqueros negros y unas zapatillas converse del mismo color.

Bonnie por instinto examinó su cabello, lo traía un poco húmedo, al parece el único que no se había bañado era Junior.

— Al regresar entraré a la misma escuela que tu— dijo emocionado al estar sentado a su lado.

— Que bien, así me darás copia de todo—la muchacha trato de intimidarlo.

— O tu me darás a mi— respondió de igual manera burlándose.

El camino fue largo, pero sin duda alguna fue muy entretenido, el papá de Terrence contaba sus experiencias al trabajar de noche, y todas las veces que le habían pasado cosas fuera de lugar.

Después de algunas cuatro paradas a petición de Junior, por fin llegaron.

— Es bellísimo— susurro Terrence a sus padres, su mamá lo tomo del brazo acercándolo a ella.

— Pongamos las tiendas— pidió la chica.

La noche no tardó en llegar, y con un Terrence dormido en las piernas de su madre, y una Bonnie comiendo todo lo que podía, sus padres empezaron a relatar historias de terror.