Fams; Jaeyong\ Nomin

6. Conociendo...

Afortunadamente para Jeno, su padre si pasó por el, subió al auto tranquilamente saludando a su padre.

—¿Que tal tu primer día, Jen?— Preguntó Jaehyun con interés en su hijo.

—Todo bien, creo, aunque no es nada comparado a mi antigua escuela. — Respondió a este poniendo su atención en su celular.

Siguieron en silencio, disfrutando de la música que llegaba de la radio.

—El...es el hijo de nuestro vecino. —Vió a Jaemin caminando tranquilamente por la acera riendo leve al verlo bailar levemente. —Llevémoslo.

—Papá no, ¿porqué lo llevaríamos? —Frunció el ceño mirando a este indignado.

—Por amabilidad y porque vive por donde vivimos nosotros, esta lejos y también la próxima parada lo está. —Se fue cerca de este para tocar el cláxon, volviendo a reír cuándo este se asustó quitando sus audífonos. —Jaemin hola!

—Oh, señor Jung, hola! —Saludó con una gran sonrisa en su rostro.

—Sube, yo te llevo, esta muy lejos tu casa y la parada, no tengo problema. —Quitó el seguro a la puerta de atrás para que este subiera, Jaemin lo dudó un poco pero asintió para abrir la puerta, el señor Jung parecía ser muy bueno y de verdad no quería caminar por tanto tiempo.

—Muchas gracias señor Jung. —Finalmente pudo notar la presencia de otro chico en el lado del copiloto, tal vez era su hijo o algo, este levantó la mirada y oh sorpresa, ¡era el nuevo!

Quitó la mirada rápidamente, ese chico de verdad le daba un poco de miedo, lo veía como si lo odiara con toda su alma, y entrando en cuenta de todo, era su nuevo vecino, no solo lo vería en la escuela, sino también lo vería por su hogar.

—¿Que tal todo Jaemin? ¿Cómo está tu padre? ¿Ya se le pasó el susto? —Preguntó con gracia a este.

—Estuvo toda la tarde asustado pensando que usted podría demandarlo. —Respondió con gracia recordando lo que había pasado.

—Son accidentes que pueden pasar, no lo hizo con malas intenciones. —Rió levemente encendiendo la radio.

[...]

—Gracias de nuevo señor Jung, que tengan buena tarde. —Bajó del auto despidiéndose con su mano mientras sacaba las llaves de su casa, se iba a vestir para ir a su encuentro con sus amigos.

[...]

—Bienvenidos a Dochibu Coffee, ¿que desea ordenar?— Una sonrisa adornaba su rostro mientras entre sus manos sostenía la libretita y un lindo bolígrafo de gatito.

Taeyong tomó la orden sonriendo amablemente para volver a la cocina y comenzar a preparar el la bebida.

A lo largo de los últimos años la gente solía mencionarle el porque a sus 36 años el seguía estando a cargo de la cafetería, cuando fácilmente podría pagar a alguien, la respuesta era muy sencilla, para Taeyong la cafetería era tan especial e importante, llevaba años ahí, empezando como solo un trabajador, hasta que pudo comprar por sus ámbitos y esfuerzo esta, y gracias a su carrera pudo diseñarla, y un extra era que amaba los halagos de adolescentes que pensaban que era uno de ellos, le causaba risa su rostro cuando se enteraban que tenia 36 años.

—Aquí esta su orden, provecho. —Sonrió para volver a su lugar, se tomo un momento para acomodar las cosas en las maquinas, estuvo unos minutos hasta que escuchó la conocida campanilla, volteo a ver a Doyoung para que este tomara la orden y rodó los ojos cuando este se metió a la cocina.