𝕷❤︎𝖛𝖊 𝖘𝖙𝖔𝖗𝖞 ༄𝕯𝖔𝖚𝖐𝖔𝖙𝖔༄

Gracias..

Al escuchar el llanto de mi pequeño niño, me alerte a tal punto que me levante de una forma brusca así haciendo que me mareé, aquel hombre de cabello gris solo me mostró una sonrisa

-No te preocupes, ya me encargo yo - me dijo aquel hombre que hace unos momentos me estaba desinfectando las heridas -

-Gracias...- susurré apenas de manera audiable viendo como aquel hombre se iba siguiendo el sonido del llanto -

Me quedé sola y puede que suene un poco extraño pero me sentí segura de momento a otro, de pronto el llanto dejo de oírse haciendo que deje de estar intranquila. No pasó mucho para que ese hombre llegará con inosuke en brazos

-No te molesta que tenga a tu hijo ¿verdad?

-Eh?..no, claro que no - hable un poco intimidad por ese hombre -

A decir verdad, es muy atractivo pero también parecía extraño de cierta forma aunque aún así me llamaba la atención, solo pude ver cómo embozo una sonrisa

-Bueno, mejor déjame tratar con tus heridas si no quieres que se te infecten - me dijo tapando su cara con un abanico aunque podía notar que había puesta una sonrisa pues aún no había terminado del todo con mis heridas, aún faltaban -

Narra douma

Estaba ocupado, en nada para ser exacto pero escuche una voz, una dulce voz.

-Ahora quien será - susurre mientras me dirigía a la entrada-

Allí me encontré con una mujer y pues hablamos un rato para luego dejarla pasar, pasaron minutos y lo único que hacía era pensar mientras sanaba esas heridas que tenía, me pregunto cómo se las habrá hecho

Y de pronto se escuchó el llanto de un bebe, suponía que era del niño que tenía en brazos antes

-No te preocupes, ya me encargo yo - dije dándole una sonrisa en eso la escucho agradecerme solo sonreí ante aquello, sonaba tan vulnerable -

Me fui guiando por el sonido del llanto al momento en el que llegue, pude verlo llorando en una cesta dónde estaba acurrucado, me acerque y solo sonreí mientras con mi abanico lo ocultaba, coji al niño y a decir verdad, sus ojos eran de un lindo color esmeralda, me daban tantas ganas de arrancarcelos

Empecé a cantar una pequeña canción que me cantaba mi madre antes de suicidarse, por suerte se calmo, pude ver cómo me miraba confundido para luego poner una sonrisa, no le di mucha importancia y solo fui con esa mujer la cual desconocía el nombre

-No te molesta que tenga tu hijo ¿no? - la pregunta que le había hecho solo la tomo a bien, no se quejo -

La vi muy pensativa así que solo deje que terminara pero se demoraba mucho así que decidí interrumpir sus pensamientos

-Bueno, mejor déjame tratar tus heridas si no quieres que se te sigan infectando - le dije escondiendo la mitad de mi cara con mi abanico mientras enbozaba una sonrisa -

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No tenía planeado seguirlo siendo sincera, pero un comentario me hizo cambiar de idea.