Capítulo 6

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Rebecca

Dejó el control remoto a un lado de su cuerpo con frustración, la televisión reproducía un programa sobre un concurso. Soltó un suspiro y miró un reloj que estaba en la pared.

Viernes, 20:37 pm y ella viendo la televisión aburrida.

Levantó un poco la mirada hacia el techo cuando escuchó que en la planta alta hubo un gran estruendo, instantáneamente pensó que en Damien se lastimó, pero escuchó al pequeño chillar "¡Estoy bien!" y eso la calmó un poco.

El timbre de la puerta sonó, lo cual la desconcertó un poco ya que no esperaba a nadie. Se levantó del sofá para ir directo a la entrada, giró el picaporte y abrió la puerta. Sus ojos se abrieron con sorpresa al ver a Felipe frente a ella con una media sonrisa.

El recién llegado estaba con ropa casual, y, en una de sus manos, una bolsa de papel y en la otra unos documentos. Ella levantó la vista para mirarlo con confusión, pues no entendía qué estaba haciendo a esa hora de la noche en su departamento.

—Hola, se que es muy tarde, pero creí que sería bueno que revisemos los últimos documentos juntos antes de mañana. —Felipe sonrió un poco —Si no estás ocupada, claro. — agregó de forma apresurada.

La joven sonrió con cierta ternura, él se preocupaba demasiado por ella, aún cuando fue grosera al no quererlo en su vida otra vez. Apoyó su cadera contra el marco de la puerta mientras pensaba un poco.

—Traje comida china. — levantó la bolsa de papel con una sonrisa victoriosa, sabiendo que era la favorita de la joven.

—Así quien no acepta. — dijo la joven sin pensarlo mucho, ambos rieron un poco, hasta que se escucharon pasos dentro de la casa y la sangre de ella se heló.

— ¿Becky? ¿Quién está contigo?— apareció Damien y preguntó con su dulce vocecita infantil mientras refregaba su ojito.

Rebecca miró al niño con cierto nerviosismo, mientras que Felipe estaba sorprendido de ver un niño allí, y que ese niño se pareciera tanto al fallecido Damien Bonnet. El niño miró al masculino con cierta desconfianza, así que se acercó a su hermana mayor y estiró sus bracitos hacia ella, para que lo tomara en brazos.

La agente lo tomó en brazos y el pequeño se sujetó rodeando el cuello de la chica con sus brazos, dejando su cabeza en el hombro de su hermana.

—Él es Damien. — le dijo al mayor, quien dejó de mirar al niño para dirigir su atención a ella. —Cariño, él es Felipe, un compañero de mi trabajo. — acarició la espalda del niño.

—Hola. — susurró Damien tímidamente.

—Hola. — sonrió queriendo darle confianza al menor.

—Felipe se quedará a cenar con nosotros, y, mientras tú juegas, él y yo vamos a resolver unas cosas del trabajo. — Tan pronto dijo eso, Damien la miró con sus ojitos brillando.

— ¿Van a hablar sobre algún caso? ¿Un asesinato o algo así?—  le preguntó a su hermana, pero después volteó a ver a Felipe. —¿Tienen fotos de cadáveres?- el albino abrió sus ojos sorprendido por la pregunta.

—¡Damien! ¿Qué te he dicho sobre hablar de esas cosas?— regañó, el niño se encogió de hombros.

—Que no puedo saber muchas cosas sobre los casos en los que trabajas porque soy pequeño aún. — repitió rodando los ojos. —Pero me interesa mucho. —hizo un puchero. —De grande quiero ser cómo tú, por eso.

—Mejor entremos y prepararé la cena. — Rebecca entró siendo seguida por Felipe.

El agente miró el lugar con cierta curiosidad, se notaba a leguas que era hogar de la joven por la forma en la que estaba decorado, además de los juguetes que estaban tirados por todo el lugar y daban indicios de la presencia de un niño.

Envenenáme despacio, amor.Where stories live. Discover now