La pelinegra hablaba con su novio y el la escuchaba atentamente mirándola con pena.
— Espero que me entiendas y perdón por no haberte contado esto antes. Se que ahora mismo parezco una máquina de problemas, pero, sentía que debía contarte esto – La chica quien había ya derramado algunas lágrimas miraba triste a su novio.
— Ey, ven — El rubio abrazo a la chica y ella empezó a sollozar un poco. — Memi, cualquier cosa me puedes decir ¿vale?. Yo nunca te juzgare, ni nada por el estilo. ¿Le has contado a tu madre? — La pelinegra negó. — Deberías contarle, es un tema delicado Mel, merece saberlo, y yo también estaré a tu lado para apoyarte y ayudarte en cada cosa que necesites — La chica sonrió. Se sentía apoyada y querida.
El chico dejó un pequeño beso en sus labios y sonrió. — Gracias Axo, se me hace lindo todo lo que haces por mi —.
— No hay de que — Le limpio algunas lágrimas que salían de los ojos de la chica y le dio un pequeño beso en la cabeza — Saquemos una foto ¿vale? — La pelinegra asintió y sacó la foto.
— Hostia, que guapos — Axozer dijo mientras veía la foto.
— La verdad es que si — La chica le sonrió.
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— Día de mierda — Bufo.
El rubio la miró con pena y la abrazo por los hombros.
— Juan y Ari se fueron Axo — La chica mordió su labio inferior tratando de no llorar. Los veía como sus hermanos mayores, y sin duda le dolía que ellos tuvieran que volver a Monterrey. — Y con la filtración, me siento terrible —.
