Mordidas | Renga

02. Primera mordida

Dicen que toda la gente odia como solo las personas se le acercan con un beneficio, obtener algo de ellos.

Dinero, trabajos, ideas, etc.

Todo ellos odiaba Langa, odiaba ver cómo la gente solo se le acercaba para obtener algo de el. Odiaba ver cómo solo lo veian como un objetos fácil de tener.

Todos para el eran iguales, sus compañeros, sus dichosos amigos, y todas aquellas personas que se acercaban para establecer una relación con su padre.

Todos siempre querían algo de el. Pero menos uno.

Reki.

Su único verdadero amigo, el único que está con el sin desear obtener algo. El que le enseño a no permitir que lo pisotearan.

-¡Langa! Te dije que pusieras en su lugar correcto tus calcetines, me puse unos tuyos por equivocacion.

Reki llego a dónde estaba mientras le enseñaba sus calcetines.

Langa soltó una pequeña risa.

-¡No da risa! Eres un desordenado- Reki solo se sentó a su lado con los brazos cruzados.

- Lo siento, te los puedes quedar si quieres.- Murmuró Langa con una sonrisa.

Reki lo miro como un completo loco.

-No, olvídate. Te voy a venir robando todos tus calcetines.- Susurro Reki mordiéndose sus uñas.

Langa solo con sus manos suavemente quitó el dedo de su boca. Sabía que Reki cuando tenía que pensar mucho y le daba ansiedad, mordía sin parar sus uñas.

-¿Quieres salir hoy? - Langa le propuso.

- No creo, mis papás quieren que vaya a comer hoy con ellos. Tal vez llegue tarde al dormitorio.- Menciono mientras maldecia internamente por las grandes escaleras de la universidad. Que para colmo, el elevador no funcionaba.

- Me llamas por cualquier cosa.- Exclamó Langa divertido al ver a Reki enojado por bajar las escaleras.

-¿Eh?

Reki sin darse cuenta piso mal un escalón, resbalando rápidamente. Sintió su cuerpo caer hacia delante mientras Langa intento con su brazo alcanzarlo.

-¡Reki!

Un chico lo sostuvo rápidamente de la cintura con fuerza, estaba a dos escalones de Reki así que fue más rápido que Langa.

Reki cuando abrió lo ojos asustado se sorprendió al ver al chico que lo salvó demasiado cerca de su rostro.

-¿Estás bien?- Cuestiono el chico pelinegro mientras soltaba delicadamente a Reki.

Reki solo asintio con la cabeza de la vergüenza.

-...Muchas gracias.- Susurro mientras quería ocultarse mil metros debajo de una piedra.

Langa paso un brazo por la cintura de Reki y mirar al chico con una falsa sonrisa.

-Muchas gracias por haberlo salvado. Tenemos clases así que no te quitamos tu tiempo.- Exclamó con una falsa amabilidad mientras le preguntaba bajito a Reki si estaba bien.

-Claro.

Dicho esto el chico se retiró, no sin antes mirar de reojo a Reki.

Su rostro llegaba casi al mismo tono que su cabello.

-¿Estás seguro que estás bien? ¿No te duele el pie? Te puedo llevar a la enfermería...

Langa fue interrumpido por Reki.

-Estoy bien, solo fue leve.- Respondió a la preocupación de este. -Y estoy muy seguro que no me duele el pie.

Langa solo suspiro rendido, sabía que no podía ganarle a la terquedad de Reki.

-Bien, pero si sientes un mínimo malestar en el pie, me dices. -Pidio a lo que Reki solo susurro un si con una sonrisa.

-Sabes que soy de metal.- Exclamó orgulloso de su mismo.

-Reki...

-¿Si?

-¿Quieres que te recuerde las veces que te haz roto la pierna? O las veces que...

Reki rápidamente le tapo la boca con sus manos.

-Dejame presumir.- Dijo con un puchero mientras miraba a este.

Langa solo se rió levemente, amaba todas las reacciones de Reki. Y más cuando el las provocaba.

-Bien, solo por hoy.- Murmuró riendo.

Reki solo se quejaba de Langa en todo el camino por burlarse de él.

Reki y Langa eran conocidos como los peores en darse cuenta de sus sentimientos.

-¿No crees que son demasiado obvios? Lo único que falta es que llegue ya besandose. - Una chica de su clase murmuro a su amigo.

-Deberias de ponerte a estudiar que estar atenta a la vida de la gente.- La regaño el chico pelinegro.

-El chisme es una porción de mi vida que es importante.- Exclamó la chica son una sonrisa orgullosa.

-Tonta.

La chica solo se puso a discutir con su amigo.

[...]

Reki le había dejado un mensaje a Langa sobre que ya estaba llegando al campus.

Aunque sabía que este estaba ya más que dormido.

-Se están tardando en arreglar el elevador.- Exclamó mientras soltaba un bostezo mientras subía lentamente las escaleras.- Aquí se ve que el dinero que le pagamos se lo roban.

Antes de llegar a la puerta de la habitación se topo con el mismo chico que lo salvó.

-Oh, ¿No tienes algún dolor después de lo de las escaleras?- Le pregunto el chico mientras guardaba su celular en el bolsillo.

-No, lo bueno que fue leve. Muchas gracias por salvarme.- Agradeció con un leve sonrojo en sus mejillas.- Si puedes, algún día me gustaría agradecerte con alguna invitación.

El chico sonrió sin darse cuenta, el pelirojo era alguien sumamente tierno.

-Acepto con gusto la invitación, ten cuidado con las escaleras.- Murmuró el chico al irse.

Reki solo suspiro, que tanta vergüenza tiene para ponerse tan tímido.

Abrió la puerta con cuidado y en silencio. Entro lentamente, dejando sus cosas en la entrada.

-¿Langa?- Cuestiono mientras prendía la luz.

Lo vio, totalmente dormido en su cama mientras sostenía su celular en mano.

Se rió al ver que se había quedado en la área de chats.

-Que mala costumbre tienes de dormir con el celular prendido.

Lo tapo cuidadosamente mientras acomodaba su celular.

No tardó en bañarse para luego acostarse en su cama con sueño.

Sus padre si que les gustaba hablar.

...

Entre sueños empezaba a sentir un cosquilleo en su cuello. Lo dejo pasar pero entonces sintió un piquete levemente.

Se despertó para sentir unos brazos alrededor de su cintura y a alguien en su cuello.

Sabía que el único que podía estar abrazándolo era Langa.

Sabía que en algún momento de la noche se iría, así que solo volvió a cerrar los ojos.

Todo fue tan rápido.

Los colmillos de Langa estaban mordiendo el cuello de este.