❪10.2❫

69 12 0
                                    

𝘿𝙞𝙚𝙯

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

𝘿𝙞𝙚𝙯.2

❝ 𝐕𝐞𝐥𝐨 𝐛𝐥𝐚𝐧𝐜𝐨 ❞

Es increíble que mi pequeña _________ se vaya a casar. —resopló en su paño blanco bordado.

Mamá ¿cuántas veces te tengo que repetir que esto es una farsa? —acomodé como pude mi vestido de novia.

Espero algún día verte así pero con el hombre indicado querida. —ayudó a acomodarlo. —pero por ahora seguiré llorando.

Como gustes. —alcé los hombros por vencida con una sonrisa divertida.

Estábamos en la habitación de Julieta ya que esta era la que más ofrecía cosméticos de belleza y accesorios. Ahora que lo pensaba, jamás había visto con gran intensidad este sitio, siempre cuando era una niña jugábamos las tres al escondite y siempre este era mi lugar. Solía esconderme bajo la cama o en el armario plateado. Era sencillamente hermoso, parecía salido de un cuento de princesas, sólo tenía vestidos y tacones, su espejo estaba bordeado de plata dándole un toque elegante. Su armario también era blanco con bordes plateados, recuerdo que mi padre se lo consiguió en una tienda de antigüedades.

Mamá volvió con una copa de vino a ver como mis hermanas ayudaban a dar los últimos detalles de mi vestido. Es algo curioso, las bodas se celebran para unir a dos seres en matrimonio ¿cuánto duraría mi “maridaje”? ¿Un día? ¿Tal vez dos? En realidad no importaba. Sólo nos casaríamos, luego le desearía suerte a la verdadera novia y rompería los papeles matrimoniales para que ambos pudiesen casarse en paz a parte. ¿Un lindo final no? Solo espero que todo salga bien.

—¡_________! ¡Estás preciosa! —gritó Vicky apenas entró agarrada del brazo de JungKook.

Supongo que gracias. —me sentía un poco asfixiada por el vestido pero me encontraba bien.

—_________...—me vio JungKook con asombro.

Sentía demasiada presión, mis sentimientos salieron a flote. Otra vez sentía su mirada quemarme la piel, ya era una costumbre pero esta vez se sentía diferente, es como si lo traicionara aunque todo fuese una farsa. Mi subconsciente pensaba que lo engañaba ante sus propios ojos, aun sabiendo que su corazón le pertenecía a otra. Me dolía, me dolía verle.

Ahora vuelvo. —salió con prisa sin razón aparente.

Últimamente ha estado raro. —me aseguró Vicky. —desde hace una semana ha estado así, no entiendo. —tomó su puño con su otra mano y lo apretó con notable tristeza.

¿Le has preguntado qué le sucede?

Lo he intentado, pero siempre dice “son cosas mías, no me prestes atención”. Hace que me preocupe más por él.

Ya te lo dirá, sólo es cuestión de tiempo cuando esté preparado. —extendí mis brazos en señal de abrazo, lo aceptó y me abrazó afligida.

Temo que ya no me ame como antes. —me congelé.

Recuperé la conciencia al soltarme de sus brazos y le dije con seguridad.

— ¡Claro que no!, ¡él te ama, no hay duda de que lo hace! —mi corazón cada vez se tornaba negro al escuchar mis propias palabras.

¿De verdad lo crees? —me miró con algo de inseguridad.

— ¡Desde luego! ¿Por qué crees que está a tu lado?

— ¿Porque me ama?

— ¡Exacto! hoy mismo se lo demuestras con una inolvidable noche apasionada.

— ¿Sabes qué? Tienes razón, él sí me ama y me lo demuestra todos los días. —se dijo a sí misma. —gracias _________, sin ti ya me hubiera ido llorando. —me abrazó brevemente y luego se despidió para luego marcharse.

Estaba llorando en mi interior, sentía mi corazón cristalizado romperse en mil pedazos. Estaba ayudándola a amarlo más, supongo que lo haría el resto de mi vida ya que no sería yo quien lo amaría con locura, al menos ella lo haría por mí y sonreiría cada vez que lo mirase, curar su corazón y alma cada vez que se sienta derrotado, secar sus lágrimas  y enfrentar los problemas de la vida a su lado. Me dolía, pero así se decidió que se hicieran las cosas.

Ya era la hora, Alex con lágrimas en sus ojos al igual que mi madre colocó mi velo. La pobre había salido igual de sentimental que mamá, cualquier situación de alegría o tristeza le chocaba así de intenso para soltar llantos de estos. El amante y pareja de Vicky apareció con la misma cara que cuando salió. Su esencia era tranquila pero su rostro decía lo contrario, estaba algo nervioso e inquieto, es como si después de morir hubiera resucitado. Su cara es más pálida que de costumbre, comienza rascarse las manos con insistencia. Preocupada me muevo finalmente agarrando la mano de Alex para poder bajar de la butaca en la que me encontraba y me coloqué a su lado.

Oye, ¿estás bien? —le mostré preocupación en mi pregunta.

Yo… no estoy seguro. —tomó su cabeza en sus manos frustrado.

Hey tranquilo, ¿sabes que puedes contarme lo que sea? —le ofrecí una tierna sonrisa.

Creo que… estoy…

¡Ya es la hora! —gritó Max interrumpiéndolo y sacándolo de su estado.

Mejor nos apresuramos, luego me dices lo que te ocurre. —le sonreí con simpatía.

Yo… será mejor que vaya con los demás.

Ni siquiera me dejó darle un comentario cuando literalmente huyó de mí. Era bastante extraño verlo así, muy pocas eran las veces que podía presenciar ese sentimiento de desconcierto y duda en él. Le resté importancia levantado los hombros y presencié una vez más a madre y Alex llorando mientras abandonaban la habitación para juntarse con todos invitados que esperaban ansiosos a que me alzara al altar. Supongo que ya todos se fueron al lugar acordado.

Bajé las escaleras con sumo cuidado para no tropezar con los altos tacones, finalmente al pie de las escaleras. Modelé para mí misma en el corredor. Era gracioso, solo hacía tonterías frente al espejo la lado de la puerta principal, observando mi reflejo y como un vestido blanco y elegante flotaba con un velo sobre él. Sonreí por última vez al espejo sabiendo que ni siquiera podría contemplar mis dientes y abrí la puerta para encontrarme con la limosina. Me dirigí hacia ella con cuidado para no caer y entré, en cuanto cerré la puerta arrancó con gran velocidad.

─ ─ ─ ─ ─ ─ •°.❀
©littlebastard_

𝑹𝒆𝒅 𝑳𝒊𝒑𝒔 ━━━━ ᴊᴊᴋ ; ᴋᴛʜ[✔︎]Where stories live. Discover now