IX

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La sociedad acostumbra a romantizar varias cosas y entre ellas está la depresión. Se han acostumbrado tanto a "normalizarlo" y "romantizarlo" que no se preocupan cuando ven un caso de depresión hasta que se ve realmente mal. Esto pasó con nuestro protagonista desde hacía tiempo pero ahora estaba de nuevo en un punto en si vida en el que si no tomaba 4 cafes por día no estaba despierto, pues el chico no dormía casi nada, sus pensamientos no se lo permitían.

¿Sabes cuantas personas sufren el doble que tú y no se quejan?
Si, estoy exagerando, ¿verdad?
Ahora mismo debe estar un pequeño animalito indefenso sin comida y..
¡Okey, esto me deprime más mierda!
Y, ¿te acuerdas cuando...?
¿¡Como mierda no dejas de pensar y duermes!? ¡¡Tengo s-u-e-ñ-o!!
¿Por qué no utilizas las pastillas?
.. No. No necesito esas mierdas.
¿Por qué?, ¿sobrevivir a base de café te parece mejor?
¡Si, y ya intenta dormir son las 3:30 AM y me levanto a las 5!!

Dicho, o mejor dicho pensado, esto el chico se durmió forzadamente aunque solo durmió una hora y media, pensamientos de mierda que no permiten dormir.
El chico estaba ya en su tercer café y recién se levantaba, dormir dos horas no fue lo mejor del mundo, probablemente se dormiria en alguna clase y esperaba que esa clase fuera de matemáticas.

Abrió sus parpados pesados para encontrarse con su profesor titular hablándole.
-- .. La clase ya terminó. Necesito hablar YA contigo.
Paradeó dos veces deseando que esta mierda fuera un sueño pero no. Bostezo y se estiró.
- Habla viejo, no quiero perder más tiempo. - dijo con su clásico ceño fruncido.
- ¿estás bien?
Sus ojos se cristalizaron haciendo que estos brillaran levemente. El menor había escuchado esas palabras más de un millón de veces en el día, eso le hacía un nudo en la garganta. Sentía que en cualquier momento iba a explotar y comenzar a llorar cómo nunca pero regresó a la realidad. Aquel nudo desapareció y sus ojos dejaron de brillar. El mayor notó esto y se sentía peor por no poder salvar a aquel niño.
- Porfavor.. Katsuki.
El rubio se levantó y tomó sus cosas.
- Estoy bien.
Cuando el chico se estaba por ir el mayor lo agarró del brazo y jaló de este.
- ¡Mierda, porfavor!, ¡te vez como la mismísima miseria, nisiquiera comes y ya no gritas! ¡¡Estoy preocupadisimo..!! - dicho esto lo tomó de los hombros y lo miró fijamente. - ¿que te sucede?

¿Vas a llorar? No me jodas..
¡Andate bien a la mierda y dejame de joder! Por tu culpa no puedo ni mejorar.

-estoy bien. - dijo con la voz quebrada
su profesor lo abrazó com fuerza mientras que su retoño lloraba en su hombro.
cuando el ya se calmó Aizawa lo miró en busca de explicaciones.
- Yo.. No estoy seguro que me pasa. Simplemente pienso que estorbo a las personas, me siento sólo por más de que esté rodeado de gente y- tomo aire y suspiró - simplemente pienso que sería mejor si no existiera.
Aizawa sintió que algo en su corazón se había quebrado. Pobre niño.

Katsuki miraba con atención los talleres de su ciudad, pero ya había hecho todo. Karate, español, inglés, árabe, ruso, chino, francés, italiano, lectura, escritura, artes marciales, boxeo, hockey, patinaje sobre hielo, cuidado de animales,¡¡hasta había sido voluntario en un acilo!!. Hacía lo que fuera para no estar en su casa, odiaba estar allí. Tomó sus patines y se fue a la pista de hielo. Amaba patinar, se sentía libre.. Pero no duraría mucho, probablemente su madre le prohíba seguir patinando. ¿Por qué lo quería en casa? Ya no tenía nada que hacer ahí. Se leyó literalmente cada libro en esa casa, ¡¡hasta los manuales de matemática y álgebra!! Por eso mismo sabía todos los temas que daba en la escuela. Siempre trataba de estar el menor tiempo posible en su casa. Odiaba a su madre pero no podía culparla, pues por su culpa desde sus 17 años había estado sufriendo.

Culpa
Culpa
¡Culpa!

Sentir que todo lo malo que pasa a tu alrededor es tu culpa no es lo más lindo o saludable.
Tampoco lo era detestar a todas las familias estables solo porque no pudiste tener una infancia digna. Odiaba ver a niños jugar con sus padres.

Odiaba
Odiaba
Odiaba.

Pasar cada día de tu vida solo con tristeza, culpa y odio trae sus consecuencias. Katsuki se estaba hundiendo en lo más profundo del mar y por más que gritara, llorara o rogara nadie notaba que se estaba destruyendo lentamente. Su espalda, brazos y piernas estaban llenas de horrorosas cicatrices, ¿alguien las notó? ¡Oh, claro que no!.
Ah, pero cuando ellos te necesitan por algún problema amoroso, ataques de pánico, problemas emocionales tenés que estar ahí porque si no lo estas sos una mala persona.
Así de asquerosa era la relación con sus amigos, por más de que se vea muy linda no lo era. Tenía que estar para los ataques de Kaminari, para los problemas amorosos de Sero o ayudar con la autoestima de Mina y Kirishima. Solo era un niño, ¡no podía cargar con tanto peso por parte de ellos! La única persona que siempre lo escuchó fue Jirou. La veía cómo una hermana, y ella opinaba igual. Pero ella no podía reparar el daño que sus padres y las personas le hicieron. Katsuki estaba al borde de su vida y ella lo sabía perfectamente. No quería verlo morir pero tampoco sabía cómo ayudar.
El no tocaba la comida, la miraba pero no la comía. Sus amigos lo notaron pero siempre decía: "ya comí antes". Aunque lo único que comía era una triste manzana de desayuno. Amaba cocinar pero odiaba comer, ¿por qué? No lo sabía. La comida le daba asco. Literalmente su dieta se basaba en: manzana y café.
Todos los días igual. Se estaba destruyendo tanto emocionalmente como físicamente.

Las semanas dónde les permitían ir con sus familias, ¿quien era el único que no iba? ¡Claro! Katsuki Bakugou. Su madre lo obligaba a ir una sola vez al mes para ver que siguiera con vida pero generalmente volvía a los dormitorios. ¿Su padre? No lo veía desde los 14 años, luego de que el hombre tratara de golpearlo. Desde ese día no lo quiso ver más. Detestaba ver a niños felices con sus papás, mientras pensaba: "¿que me costaba tener padres responsables?"

Su vida era una mierda y nisiquiera lo dejaban morir. ¿Cuales eran sus razones? Si mientras estaba vivo lo único que hacían era criticar hasta como respiraba. ¿Saben qué? Pueden pudrirse en su misera. Literalmente tengo que llegar al límite para que se preocupen por mí. Adoran romantizar mis problemas pero cuando llego al límite se preocupan.
Hipócritas de mierda.

-Let Him Die,  Right? - Katsuki BakugoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora