XV

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K.B.

Estaba agotado, o quizás más que eso, su cabeza dolía y no dejaba de sentir miradas en su espalda. ¿En que momento de su vida había empezado a sentir que todo el mundo lo observaba? Probablemente después de tirarse de aquel edificio. Recordaba el sentimiento de tirarse, por unos segundos sintió libertad y luego despertó en una camilla, y ahora se preguntaba; ¿Si ninguno de los doctores tuvieran Quirks para reparar sus órganos o estructuras habría sido exitoso? Seguramente si, no lo dudaba mucho.
Caminaba nuevamente a su casa, era un fin de semana largo por lo que tenían permitido irse a sus hogares. Y, aunque dudaba que todos, la mayoría de sus compañeros habían permanecido en el edificio. Por otro lado, Katsuki necesitaba un descanso mental de todas esas miradas, ¿Y que mejor lugar para descansar que en una casa dónde la propietaria se la pasaba borracha o simplemente ignoraba su existencia para no gritarle? Para él, no había mejor lugar.
Tenía en mente un fin de semana tranquilo, para poder relajarse y prepararse para hablar con aquel chico que lo traía tan confundido. No de mala manera, claro, le gustaba esa confusión, era uno de los "sentimientos positivos" de esos últimos meses pero de alguna menera se sentía mal.
Abrió la puerta sin esperar ver a su padre allí, hablando con su madre tranquilamente.
-¿¡Qué mierda!?-gritó el rubio al verlo, el hombre borró su sonrisa al levantar la mirada y encontrarse con "el engendro de su hijo".
- Hola Katsuki.
-¡Katsuki! ¿¡Que haces acá!?-le preguntó la mujer al menor.
-¿Yo soy el que debe responder eso? ¡Ese hombre- señaló a su padre quién, se encontraba bastante molesto- que dice ser mi padre, quién te arruinó, está en esta casa!, ¿Y sigo siendo yo el que debe responder eso?
-¡No es mi culpa que te suicides y no tengas éxito y que ahora tenga que verlo cara a cara!
-¡Quizás si sea tu jodida culpa! ¿¡Por qué sigues siendo una mierda de persona para después llorar por lo que dijiste!? - estaba molesto, sentía que en cualquier momento iba a explotar algo o alguien, pero estaba más que agotado. Ahora que su padre se encontraba allí lo hacía peor, su dolor de cabeza había empeorado al solo verlo y, dios, su madre no dejaba de gritarle por todo. Si nunca hubiese existido, nada de eso pasaría. Estaba decayendo, pero se negaba a aceptarlo

...

Estaba recostado en su cama, su mente de nuevo era un desastre. Todo parecía desmoronarse de nuevo, no quería eso.
Sus uñas clavándose en sus brazos, estaba aguantando todo por no lastimarse. Realmente necesitaba buscar una distracción.
Cerraba sus ojos, tratando de pensar algo que lo tranquilice; algo que le de descanso a su desordenado cerebro.
Se levantó de la cama, su cuerpo temblaba levemente, ¿Estaba por tener otro ataque de ansiedad por culpa de su madre? No quería, no podía permitirlo.
Sus piernas parecían querer fallar, por lo que tomó su cuaderno y una lapicera. Toda la situación le recordaba cuando era un niño y para desahogarse dibujaba; para escapar de los atormentos de su extraña madre.

Daba trazos temblorosos que se fueron convirtiendo en trazos finos y manipulables. Formando así, una figura reconocible a simple vista, su lugar seguro, su habitación.
Tiene muchísimos recuerdos en aquella habitación, algunos buenos, otros malos. Recuerda las veces que corría a refugiarse allí de las peleas de sus padres o una de las pocas veces que su padre jugó con él. Tambíen amaba el olor de sus muebles de madera, el ambiente y la ventana centrada en la habitación; simplemente paz y perfección. Para mucha gente su lugar seguro son las personas, para otras personajes pero el lugar seguro de Katsuki fue y será su habitación. Si bien parecía ridículo o muy simple, pero era más fácil aferrarse a algo material que a una persona.
Sus pensamientos se dispersaron, su mente trataba de calmarse cuando escuchó un fuerte estruendo en la planta baja. Los recuerdos de su niñez comenzaban a reaparecer, los gritos, peleas y los estruendos. El simple sonido de algo caerse dentro de esa casa le revolvía la mente, y el impulso de cubrirse las orejas y hacerse una bolita en el piso eran inevitables, incluso cualquier sonido demaciado fuerte le daba ese impulso y era algo 'gracioso' ya que él solía ser una persona muy ruidosa.
Escuchó un grito de su madre, mientras el sonido de una olla cayendo resonó por la casa, Katsuki cerró fuerte sus ojos y trató de distraerse, pero nisiquiera la música o dibujar lo salvarían esta vez. Sus manos se acercaban a sus brazos, una pequeña explosión se detonó, causando ardor en su brazo, un ardor que conocía y no quería volver a sentirlo, pero nuevamente, era inevitable. Volvió a hacerlo, dejando una pequeña marca en su brazo, el ardor se desvanecía y la calma volvía. Quizás aquella voz en su cabeza tenía razón; la culpa de todo era de sus padres.



































U loco estoy más desaparecido que la mierda JAJJAJAJAJ
DIOS, lo voy a terminar, lo tengo que terminar por favor JAJAJ
Coso, el cap quedó medio corto pero bueno, prefería dejarlo así antes que reformularlo de cero para que me dé para que quede más largo 😾😾

-Let Him Die,  Right? - Katsuki BakugoWhere stories live. Discover now