𝕷𝖔𝖛𝖊𝖗 𝕴𝖓 𝕿𝖔𝖐𝖞𝖔 ➼ [Sano Shinichiro] [Español]

09|akashi yuno

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Ser la cobradora de la mafia del puerto es un trabajo para recordar.

Pavoneándose por aquellos pasillos cubiertos de sangre con la barbilla bien alta, la joven abrió las grandes puertas de madera de roble que conducían al gran despacho. no pudo evitar sonreír al ver a un hombre asustado que quizá rondaba los cuarenta años.

El pobre hombre estaba temblando en su asiento, claramente molesto por la mujer ensangrentada que comenzó a caminar lentamente hacia él - cada zancada llevaba algo amenazante y mortal junto con ella. sea lo que sea, él no quería ver lo que ella ha escondido detrás de su espalda.

―Tu deuda está retrasada...―

T/A T/N suspiró, deteniéndose justo delante del hombre que se inclinó hacia atrás asustado. Los ojos color ___ lo miraron friamente como si no fuera más que una mierda que está manchando la alfombra de aspecto caro, lástima que ella accidentalmente haya arrastrado sangre dentro de la oficina-ella hubiera querido llevar la alfombra a casa.

―Dos millones de yenes, la mafia del puerto te ha dado dos meses para devolverlos, ya han pasado tres. ―unos dedos hábiles hicieron girar el cuchillo como si fuera un mero juguete con el que jugar. la plata mortal brillaba bajo la luz que proporcionaba la lámpara de araña que había sobre ellos.

El viejo se puso en pie a toda prisa, inclinándose ante ella y exclamando disculpas incoherentes, suplicando su piedad y rogándole que le diera otra oportunidad.

―Mi pandilla y yo todavía estamos recogiendo el dinero -¡por favor, danos otra semana!, ―tarareó, agachándose para enfrentarse a él con una mirada ilegible que le brillaba entre los ojos.

T/n era conocida por sus notorias maneras de recuperar el dinero de la mafia portuaria. Desde el chantaje hasta el asesinato, haría cualquier cosa con tal de conseguir lo que las ratas les habían quitado.

Y como es la líder de la siguiente generación, es como si le quitaran algo a ella también.

La joven era muy paciente cuando se trataba de ciertas cosas. Está dispuesta a tirar de algunos hilos si sabía y confiaba en que los que les prestaban dinero lo devolverían en una fecha determinada... pero esto era demasiado para ella.

Una risa salió de sus labios, el cuchillo que sostenía se incrustó en el cuello del hombre mientras la sangre empezaba a salir de él y a caer en la alfombra de abajo manchando el traje que llevaba puesto.

Con ojos fríos y firmes, observó sin remordimientos cómo el hombre se ahogaba lentamente con su propia sangre y se desvanecía frente a ella.

Honestamente, si vas a pedir dinero prestado a alguien que no sea la mafia del puerto, asegúrate de pagar a tiempo porque nunca sabrás si lo necesitan o no - no seas un cerdo que se alimenta de su generosidad, es realmente asqueroso.