LOS TEMORES DE CLARA

HABLEMOS DE AMOR

Fue maravilloso ese momento donde la música los acompañó y esta vez Noah abrazaba a Clara y ella también lo abrazaba y mientras Clara, cerraba sus ojos, esperando su primer beso, Noah lo usaba para expresarle.

—Clara, tu voz, mueve mi mundo.

Clara, al oírle, abrió sus ojos y pudo notar que Noah, no tenía intención de besarle; más bien sostenía una enorme sonrisa. Entonces, paso a cuestionarse, ¿por qué no le besaba...? Así que dando se animó, dijo.

—Noah, ¿Yo te gustó?

—A lo que este respondió—que era algo complicado.
—Temía decir lo que pensaba, pero tampoco aguantaría más tiempo y soltando todo de una vez— referí, tu voz, tu risa, la fragancia de coco, tu cabello rizado, que hay veces choca con mi rostro, cuando el viento lo sacude, todo me fascina.—Desde que llegaste siento tantas emociones; pero justamente eso me da miedo; porque si no me correspondes o talvez tengas miedos o dudas sobre si lo nuestro funcione, me tiene aterrado.

—Pero con esta canción—quería pedirte, me regales cinco citas.

Sin duda, Noah era hábil con las palabras; más Clara, seguía desconcertada, estaba conmovida; aunque imagino ese momento muy diferente. Aunque luego recordó que él habló de tener miedo y eso ella lo entendía; pues ella, en innumerable ocasiones, se había mostrado muy cambiante con él. Es que esta pasaba de risas a lágrimas en un minuto y no era de sorprender que Noah, dudase de lo que ella podría estar sintiendo; más a pesar de todo, Clara, expreso.

—Esperaba mi primer beso.

Noah, al oír a Clara, se sonrojó, esas palabras que se escaparon de sus labios, fueron un golpe de electricidad, que tenía a su corazón rebosando de felicidad. El oír que Clara, quería que la besara, era mucho más de lo que imaginó; pero de repente una pregunta lo invadió, ¿cómo debe ser el primer beso? Aquel cuestionamiento colocó su rostro más colorado de lo que estaba y empezando a balbucear, intento articular una respuesta que no llegaba.

Clara, al notar lo colorado del rostro de Noah y como sus palabras lo dejaron sin habla, empezó a reír a carcajadas.

Era muy tierna la imagen de este, rascando su cuello y movimiento sus labios sin poder decir nada claro. Así que de nuevo esta tomo la iniciativa y regalándole un beso en la mejilla, le decía.

—Hasta la cena—"Blanco Nieves"
—No llegues tarde... No les des razones a mi mamá, para seguir cayéndole mal.

Ahora Clara, se alejaba lentamente y desde el umbral de la puerta lo observó, quería congelar la imagen de su primera ilusión, en su mente; más después de unos segundos ingresó definitivamente.

Por su parte, Noah estaba paralizado en el portal, no sabía si fue el beso en la mejilla o lo de su futura suegra; pero cuando al fin se puso en marcha, reflexiono que hay personas que valen el tiempo y él se esforzaría, todo el tiempo necesario, en ayudar a Clara a vencer sus miedos.

No quería, que ni por un segundo se sienta insegura de ser novia de alguien invidente, pues si Dios lo permitía ese momento llegaría e incluso me muero porque me deje ser el compañero de toda su vida, pensaba Noah, mientras una sonrisa de oreja a oreja se formaba.