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《☾✩꧁꧂✩☽》
No tienes ni idea de lo que haría por ti.
Pasado.
—¿Por qué debo ayudarte? —inquiere el peliceleste.
—Porque te he ayudado todo este tiempo —responde con obviedad el pelinegro.
—Tu ganabas algo al hacerlo ¿Qué gano yo si te ayudo? —el ojiazul suelta un suspiro.
—Solo necesito que estés dispuesto a ocultar a la chica aquí si lo necesito —aclara.
—Sigo sin escuchar ningún beneficio —murmura el ojos rojos.
—Es hermana del chico de las explosiones —eso llama la atención Tomura— Si la tenemos con nosotros podrás usarlo para convencerlo de que se una a la Liga, es lo que has querido desde hace mucho, invéntale que si se nos une, su hermanita estará libre o que sé yo.
—¿Y si no acepta?
—Son los riesgos de una apuesta.
—Está bien —acepta, Dabi sonríe victorioso— Solo estará aquí si descubren tu escondite, tú te encargas de la mocosa y yo de su hermano.
—Como quieres —se encoge de hombros restándole importancia con la mano, se levanta de donde está sentado y sale del lugar con una sonrisa.
Las cosas están yendo más que bien para él y pronto estará con su Kazumi.
Presente.
Mientras va recobrando la consciencia siente una constante pero leve punzada en sus sienes, pestañea varias veces intentando observar su alrededor, siente el olor a humedad y una suave luz que entra por algún lado.
Cuando finalmente logra abrir sus ojos nota que está en una habitación oscura a excepción por la poca luz que entra por una pequeña ventana que se encuentra arriba, sobre un colchón viejo, en ambas muñecas tiene unas pulsera gruesas y pesadas, sin embargo, no se encuentra amarrada ni esposada a ningún lado.
Al girar la cabeza observa lo que parece ser un baño, la puerta se encuentra frente a ella al otro lado de la habitación, baja su mirada hacia su cuerpo y se da cuenta que sigue usando la ropa que tenía antes de que Dabi se la llevara.
