Prólogo

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No era la primera vez. Aunque nunca en su vida había visto a aquella mujer, ella se empeñaba en aparecer en cada uno de sus sueños, tanto así que se estaba acostumbrando y sentía que la conocía de toda la vida; sin embargo, poco a poco aquellas fantasías se volvían más profundas, hasta el punto de hacerlo creer que se trataba de una segunda vida, todavía mejor que la primera.

El mejor momento del día era cuando finalmente se iba a la cama y cubría su cuerpo con una manta, porque en lugar de caer en los brazos de morfeo caía en los de ella. Las primeras semanas le aterraba la extraña sensación que le causaban los sueños con aquella mujer, era un trance del cual no podía escapar, todo su cuerpo se debilitaba, el contacto de cualquier objeto contra su piel se volvía más intenso, al igual que las emociones. Estaba hechizado por ella y no podía escapar hasta que se lo permitiera.

Pero con el tiempo se había vuelto adicto, porque no lograba sentir lo mismo en la realidad. Intentó llenar el vacío saliendo con otras chicas, aunque ninguna lo hizo sentir igual, lo que generó que se sintiera terriblemente estúpido, ¿por qué demonios se había enamorado de una persona que solamente aparecía en sus sueños? Una vez escuchó que el ser humano no sueña con desconocidos, sino que, con personas que alguna vez han visto; no obstante, pensaba que él era la excepción, era incapaz de olvidar a alguien como ella.

No conocía su nombre ni absolutamente nada de su vida, pero deseaba profundamente que se tratara de una persona real y no un producto de su imaginación. Ya era muy tarde, estaba enamorado y se negaba a terminar con el corazón roto.

Who are you? // HoseokWhere stories live. Discover now