Destinó (Eren x Annie)

第47章

Toda la legión ya había partido al a tardecer, desde la muralla Rose casi cerca de Trost, tenían la ruta adecuada para tratar de llegar al amanecer, aún que sabían que recorrer 100km desdé ahí seria de igual manera difícil para sus corceles así que deberían descansar un poco en el recorrido, en ese determinado descanso preparaban el plan principal que era de tapar la grieta gigante que había hecho él colosal con el poder de endurecimiento de Eren, le habían preguntado a la rubia si ella podía endurecer todo su cuerpo a lo qué respondió con negación, que sólo podía endurecer partes de su cuerpo cómo lo habían visto previamente cuándo batallaron contra ella, en si sólo podían depender de Eren.

Algunas horas después, faltando algunos minutos para el amanecer, en la muralla Maria, cierto ruido sonaba del objeto que tenía él rubio en su muñeca, así despertándolo y a las demás personas que lo acompañaban, el objeto marcaban las 05:00.

Zeke: (ah, cómo odio no poder dormir un poco más)
Bertholdt: buenos días chicos, buenos días jefe de guerra.
Reiner: buenos días amigo.
Pieck: buenos días berth, buenos días Zeke.
Zeke: buenas Pieck, buenas chicos, Bertholdt no me llames así, no estamos con los oficiales, sólo llámame por mí nombre (estirándose y levantándose) bueno, quieren un poco de café, para que les preparé.
Pieck: (parándose) yo lo preparó.
Zeke: no hace falta, yo puedo.
Pieck: insisto Zeke.
Zeke: (suspira) esta bien, no hay como hacerte cambiar de idea, cómo siempre ¿no? no entiendo cómo sé pudo fijar en ti Porco.
Pieck: pues por mis encantos (guiñándole)
Zeke: si, si, encantos, yo lo llamaría dominadora.

Mientras él pelirubio y él pelinegro se levantaban para lavarse la cara de un balde de madera que tenían cerca ahí, el pelirubio mayor sacaba de un bolso de cuero el pan que desayunarían.

Zeke: crees que hoy aparezcan los soldados.
Pieck: tal vez, aún que no nos sorprenderán ya que tenemos todo listo cuándo sé a parezcan.
Zeke: mucha prisa por volver a liberio ¿no?
Pieck: bueno, ya llevamos casi una semana esperando al enemigo y ya me empieza a aburrir, sobré todo preocupar, no veo a mí papá casi ya un mes.
Zeke: cierto que andabas por la frontera de Mid-East ¿ése conflicto sé resolvió?
Pieck: aún no, cabe la posibilidad de qué ataquen Marley o intenten hacerlo, hemos visto que están armándose muy bien con armas anti-titanes.
Zeke: (suspira) otra guerra, últimamente Marley sé mete en muchos conflictos y a nosotros no nos dejan luego ni un día de descanso.
Pieck: aún así debemos cumplir con nuestras obligaciones, si no tanto nosotros cómo nuestras familias terminarán pagándolo.
Zeke: cierto, debemos salir victoriosos en ésta batalla, así poder obtener el poder del fundador de una buena vez.

Mientras le decía esas cosas a su compañera, él tenía otras ideas en su cabeza, que sólo él sabía cómo darle fin a tantos años de odio que recibían por parte de la gente marleyana y de otros pueblos, que siempre los discriminaban, la idea de saber que tiene aún medio hermano lo tenía un poco feliz, ya qué si todo salía bien a lo que el planeaba por su cuenta podría confiar plenamente en él y con su ayuda podrían acabar con los tantos años de subyugación hacía los eldianos, a pesar de llevarse bien con sus compañeros, no puede llegar a confiar de todo en ellos, sobré todo en su compañera pieck, ya qué a veces ella era cómo su mano derecha del comandante, eso a veces le hacía dudar de si podía confiar cien por ciento en ella, tal vez le sé a aún más leal cómo lo era Reiner cuándo eran mucho más menores, a veces él mismo veía cómo su propia gente le era muy leal a la nación de Marley, podía entenderlos ya que muchos de ellos desearía ser un marleyano que un sucio eldiano, para ser respetados y no ser tratados con indiferencia, pero él no los culpaba por qué pensarán de esa manera, después de todo no era culpa de que ellos pensarán de esa forma, si no de las enseñanzas que sus propios padres o abuelos les inculcaban ése tipo de ideología.