Cap.1

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Érase una vez en un pais muy lejano, un chico muy alegre y risueño el cual vivía feliz haciendo lo que más le gustaba: Cocinar.

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Horacio contaba un cuento a su hija Nadia, la pequeña de siete años reposaba su cabeza en el pecho de su padre mientras escuchaba con atención esa bonita y, ¿difícil historia?.

                     UNOS AÑOS ANTES...

Horacio era un chico bastante alegre y divertido, su infancia había sido dura y había perdido a todos a quien alguna vez amó, su familia falleció trágicamente en un accidente de tráfico, padre, madre y hermana, dejándole completamente solo cuando aún tenía diecisiete años. Tuvo que buscar un trabajo y dejar los estudios ya que al ser una familia humilde, lo único que le habían dejado era su casa y facturas que pagar. Encontró trabajo en un restaurante y allí empezó fregando platos pero, poco a poco le fueron dando mas responsabilidades como cortar verduras, hacer algunas salsas y en nada de tiempo fué subiendo de puesto ya que su pasión por la cocina le llevaba a aprender rápido. Pronto pudo optar por trabajar en otros restaurantes de mas nivel donde tambien se formaba.

Pese a todo por lo que tuvo que pasar mas la pérdida de su familia, el chico no perdió jamás esa sonrisa tan dulce que poseía ni esa positividad que le caracterizaba, creciéndose ante la adversidad y saliendo adelante trabajando duro.

Caminaba deprisa hacia su puesto de trabajo tarareando una animada canción, trabajaba en un restaurante propiedad de un conocido empresario: Greco Rodríguez, el cual poseía varios restaurantes por la ciudad. Este era el más céntrico por lo cual siempre había una cantidad elevada de trabajo pero eso a Horacio le encantaba, le gustaba estar activo y trabajar sin descanso durante las horas de su jornada porque hacía lo que mas amaba en el mundo y lo disfrutaba en demasía.

Cada día recordaba con nostalgia el hogareño aroma que invadía su casa cuando su madre cocinaba aquellos deliciosos platos para su familia, él entraba en esa pequeña cocina y miraba por horas como aquella encantadora mujer preparaba los ingredientes y elaboraba los guisos con tanto cariño, ahí fué cuando el chiquillo comenzó a interesarse por ese arte del que hizo su profesión.

En la cocina donde ahora trabajaba desde hace un año ya y, en la que él obstentaba el puesto de segundo chef, la componían tres personas más que conformaban la plantilla, Alanna, pinche de cocina, Viktor, ayudante del chef y Dex, jefe de cocina y actual pareja de Horacio.

El chico seguía su camino con una amplia sonrisa, esa mañana se había cambiado el color de su adorada cresta la cual cuidaba con detalle ya que era su marca personal, la había dejado crecer mas y ahora la lleva despeinada y de un azul cielo con toques blancos ya que se había cansado del color rojo que llevó por meses. Llegando a su puesto de trabajo pudo observar como aún el restaurante permanecía cerrado al público, el personal solía llegar una hora antes para preparar el servicio y tener todo listo para la apertura de ese nuevo dia, las luces interiores encendidas daban a entender que en la cocina ya estarían sus compañeros comenzando a elaborar los platos que ofrecerían en el menú concertado, ese día se le había hecho un poco tarde en la peluquería y sabía que tendría sus consecuencias ya que su pareja Dex y jefe a cargo del servicio, era bastante exigente en cuanto a la puntualidad y el orden. La sonrisa se borró de su rostro y con un suspiro entró,

-Buenos dias a todos-, exclamó en un tono neutral ya que a Dex le molestaba que alzaran la voz mientras estaban de servicio.
-Buenos dias Horacio- contestaron Alanna y Viktor sin mirarle y en tono bajo ya que sabían lo que se venía. El muchacho se acercó a Dex y lo observó con el semblante serio, -¿Tú no me das los buenos dias?- preguntó Horacio a su novio y éste sin mirarle solo añadió: -Deja de perder el tiempo con saludos y vé a cambiarte de una vez, los demás estamos haciendo tu trabajo ya que por lo visto tienes mejores cosas que hacer que llegar puntual-
-Esta bien, lo siento- dijo con pena el muchacho y tras eso fué a cambiarse rápidamente ya que tenía que volver a la cocina para empezar su jornada. Ese iba a ser un día duro y todos lo sabían.

Érase una vez...Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang