— Amor despertate— me decía Ivan repartiendo besos por mi cara.
Sonreí.
— Mm que hora es?— dije desperezándome.
— Las siete— me dijo Ivan en voz baja.
— Podes hablar normal eh— dije y me reí.
— Bueno perdón, es que cuando recién me levanto no me conectan las neuronas— sonreí y besé sus labios para después salir de la habitación.
Fui rápido a la mía y junté toda mi ropa y mis cosas. Mientras lo hacía, encontré la bolsa con el regalo para Ivan, que Nico me había traído de Buenos Aires.
Junté todo y agarré mi valija, la puse cerca de la puerta de la habitación.
Me bañe, y me puse la muda de ropa que había dejado afuera de la valija.
К сожалению, это изображение не соответствует нашим правилам. Чтобы продолжить публикацию, пожалуйста, удалите изображение или загрузите другое.
Volví a la habitación de Ivan, el estaba luchando para poder cerrar su valija.
— Para tarado, así no— dije riendo— tenes que doblar la ropa, no meterla así nomás.
— Es que me da mucha paja— dijo para después sonreír.
— Dale lo hacemos entre los dos— dejé la bolsa del regalo a un costado y empezamos a doblar toda su ropa.
— Listo, y a lo último van las zapatillas— dije yo.
— Uh re piola— Ivan estaba a punto de guardar las zapatillas pero yo lo impedí.
— Para, falta algo— le dije y el me miró extrañado.
— Que cosa?— preguntó.
Le extendí la bolsa.
— Para vos, abrilo— dije sonriendo, el sonrió también.
— Noo está épica— dijo cuándo vio la remera— me encanta amor, gracias— el me abrazó y yo sonreí.
Cuando nos separamos, encurvó su espalda para darme un beso.
— Bueno, ahora si poné las zapatillas— reí y el asintió sonriendo.
Terminamos de guardar todo y bajamos a desayunar con los chicos.
Desayunamos algo rápido y después agarramos todos nuestras valijas y tomamos un par de taxis para ir a la terminal.
— Me toca con vos— dijo Rodri con cara de loco. Yo reí y lo abracé.
Subimos al micro, yo iba sentada con Rodri y en frente nuestro, Nico y Tomi.
Del otro lado, Martin y Ivan.
Ya íbamos por la mitad del viaje, Tomi y Nico estaban dormidos.