Empieza la primera aventura en familia, de la familia real.
En esta aventuran sucederán muchas cosas, un integrante inesperado, visitantes inesperado y lo más complicados para Caspian y Scarlett, enseñarle a su hijo a controlar su don de agitamare...
Estábamos listos para enfrentar a la bruma, o eso queríamos aparentar. De por si daba miedo enfrentarse a nuestros peores miedos, el mío era perder a la mujer que amo y mi hijo.
Mire hacia el cielo con mi hijo en brazos y vimos a Eustace con su gran forma de dragón, volando sobre nosotros, agacho mi cabeza y veo a mi hijo sonreír mientras observaba el cielo, la inocencia de los niños es hermosa si el supiera a lo que nos enfrentaríamos. Ya teníamos un plan íbamos a dormir a los tres niños para que no vieran nada y si llegábamos a fracasar ellos murieran en paz.
—¿Que encontraremos haya?.—Pregunto mi esposa.
—Nuestras peores pesadilla. —Dijo Edmund, blanco como el mármol.
—Nuestros más oscuros deseos. —susurre algo tan poco audible que creo que solo los elfos escucharon.
—Maldad pura.— dijo Tamlin.
—Arqueros —exclamó Drinian — ¡Estad preparados!.
𝕹𝖆𝖗𝖗𝖆 𝕾𝖈𝖆𝖗𝖑𝖊𝖙𝖙.
Nos separamos de los chicos para alistarnos, yo fui con las chicas a un lado mientras los hombres se iban hacia otro, nos estábamos poniendo armas y Emma le ponía una pequeña armadura a su hija, imagino que Caspian hace lo mismo con el nuestro
—Cuando sea mayor quiero ser como vosotras... —Confesó Gael tímidamente, mirándonos como nos colgábamos armas.
Todas la vimos con una sonrisa pero Lucy la miró enternecida, y se acercó a ella.
—Cuando seas mayor, se tú Geal, porque así te convertirías en una mujer fuerte, incluso más fuerte que nosotras —dijo Lucy.
—Bien echo Lucy, así se habla.—le dije acabando de ponerme mis armas.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—Bueno señoritas, debo ir a hablar con mi esposo y ver a mi hijo.—dije para salir del cuarto.
Camine a donde estaba la oficina de Caspian, escucho voces son el y Edmund hablando, toco la puerta y cuando me dan el pase entro.
—Tamlin, Edmund me gustaría hablar con mi esposo y mi hijo.
—Por supuesto, yo iré a ver a Emma y Merope.—dijo Tamlin y salió del cuarto.
—Me retiró, gracias Caspian.—Edmund salió del cuarto y veo que lleva en sus manos la espada de Peter.
—Querías hablar conmigo esposa.
—Contigo y con mi hijo.—le recordé cerrando la puerta.
— Todo saldrá bien, siento tu preocupación nada nos separará.— Dijo Caspian abrazándola por detrás dejando su aliento caliente chocará con mi piel.
Sonrió un poco y veo a mi hijo sentado en la silla de Caspian, dibujando en un pedazo de pergamino se veía tan adorable con su pequeña armadura.
