Capítulo VI: El brote de mi corazón

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Cuando un corazón brota con amor, no existe fuerza que le detenga, pues, pasó por todo para germinar y el desenlace está prescrito.

Si el amor brota muy prontamente sembrará caos, si el amor se formó con el tiempo la semilla será inmensa y durará mucho, mucho tiempo.

¡Cuidad del brote de tu corazón, cuidad ese amor!

Si se marchita la flor es fácil poner una semilla nueva, pero si el amor no es fructífero y se convierte en una mala hierba, arrancar se volverá un problema, pues esta por el corazón se esparcirá.

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[Angst y se hace mención de la sangre.]


El día de JungKook había iniciado con malas señales desde el amanecer, sintió que había dormido poco a pesar de que no tenía recuerdos de una noche tormentosa, su té favorito se acabó y no tenía más en su casa, vomitó apenas comió el desayuno, su vómito eran pétalos, pequeñas flores, tallos y sangre, muchísima sangre.

Con un fuerte mareo se tambaleó y bajó la palanca sin reparar en la flor, después de todo él ya sabía que significaban, se escurrió por la pared del baño y sostuvo su cabeza, hasta que la recostó en la pared respirando fuertemente.

Una palpitación arrumbó en su corazón y lo llevó a sostener su pecho, una arcada vino de la nada y volvió a voltear la cara.

Interminable, así había bautizado esta sesión de vómito intenso, muy a su pesar se levantó con pocas fuerzas sosteniendo su cabeza, cepilló sus dientes odiando el hamaqueo de su mano, lavó sus dientes y su cara.

Miró su reflejo en el espejo y se arrepintió profundamente de lo que veía, se quitó la camisa y confirmó un triste pesar, había bajado mucho de peso.

Su cuerpo empezaba a cobrar factura luego de tanto martirio, debajo de sus ojos había surcos grises deprimentes que le hacía ver que estaba más en la otra vida que aquí —lo que no se aleja tanto a la realidad—, su tez cada día era más y más pálida, sus manos temblaban por el esfuerzo que acababa de realizar, sus mejillas y pómulos tenían pequeños puntos rojos, evidencia de los pequeños vasos que se rompieron tras un gran esfuerzo.

Soltó un largo suspiro y decidió tomar una ducha caliente para animar a su cuerpo, encontró realmente desalentador ver su cuerpo, no es que dejara de tener una buena figura, no, no, no, no, sus músculos y marcas seguían allí, pero se veían menos, mucho menos de lo que era antes, simplemente devastador.

Luego de una larga ducha, donde lloró sin motivo alguno, se vistió y comió un sencillo plato de cereales, algunos frutos secos y algo de fresas con yogurt, era su segundo desayuno así que no se esforzó tanto.

Miró la hora y solo suspiró viendo que no había pasado ni dos horas desde que se levantó, eran las nueve y media de la mañana, entre tanto jaleo no era ni de tarde, hoy su día definitivamente sería largo y tendido.

Organizó su casa tratando de matar tiempo, su escritorio —estaba al final de su mini sala— estaba absolutamente impoluto después de poco menos de quince minutos dedicados a organizar, su sala, habitación, baño y cocina, relucían con la evidencia de ser una persona generalmente pulcra.

El brote de mi corazón [TaeKook/KookTae]Where stories live. Discover now