(1-2)

5.4K 362 109
                                    

Casarse sin amor, algo repudiado por Chanyeol como si se tratase de un acto del diablo. Contraer matrimonio por fines de riqueza y poder, volver el amor algo de segundo lugar en vez del primero siendo consciente de la definición de casarse. Su madre tal vez no reconozca el acto más que como una unión para entrelazar familias, y mucho menos el significado de lo que es el amor. 


 El dulce sabor del vino rueda por su garganta dejando un rastro ligero de ardor gratificante. Traga una vez más el dulce néctar. La elegante mujer frente a él clava su mirada en los ojos de Chanyeol y ambos se fulminan con odio. 


 — Mañana llega tu prometida. — Dice la mujer, su ceja se levanta con elegancia mientras mece la copa de vino en su mano para desprender en el aire el exquisito aroma del líquido. 


 — Nunca acepté casarme, madre. — Espeta Chanyeol con profundo disgusto. 


 — No es algo que a ti corresponda.


 — Es mi vida la que vendes por poder.


 — No la vendo, la estoy mejorando. 


 — ¿Mejorando? ¿Está es tu definición de mejorar?


 — ¡No me alces la voz! Recuerda bien que soy tu madre.


 — Esta reunión ha terminado. — Finaliza, se levanta de su asiento y con elegancia da arreglos al frack de su traje. — Ah Young, por favor indica a mi madre la salida, ella ya tiene que irse de aquí. 


 — ¿Cómo te atreves a echarme? 


 Los labios de Chanyeol se retuercen lentamente, formando una sonrisa. Inclina su cabeza con respeto y desaparece escalones arriba, dirigiéndose al segundo piso de su casa. Al final, su madre es escoltada por las sirvientas fuera de los terrenos propiedad del adinerado hijo. 





 Vestido con ropa deportiva de diseñador y gafas oscuras, Chanyeol baja las escaleras a prisa con un suave trote. Registra sus bolsillos para asegurar la presencia de su teléfono celular, billetera y pañuelo para el sudor. Las cabezas bien peinadas de la servidumbre se inclinan a la imagen de su jefe apenas este ha puesto un pie en la primera planta. Chanyeol ignora la presencia de los mismos, excepto la de una en especifico; Ah Young.


— Ah Young di a los empleados que he salido a correr. Si llama mi madre, no estoy. Si llega la desconocida mujer, no estoy. Volveré en cuanto sienta deseos de hacerlo. Que limpien bien mi recamara y el salón de música. 


 — Sí, señor. —Responde la empleada segundos antes de ver a Chanyeol desaparecer tras la puerta de salida. 


 La brisa fría de Seúl abraza y roza el cuerpo de Chanyeol aun bajo los suaves besos mañaneros del sol que apenas se asoma por los cielos, creando sombras de los arboles mas altos y edificios más grandes. Con la cara pálida, y perlada de sudor, deja que el viento empuje sus cabellos hacia atrás trotando contra el. La enorme e invisible carga en sus hombros por el posible arreglo matrimonial creado por su progenitora lo hace sentir más agotado de lo que en realidad está. Ahora hay gente caminando a sus costados, observándole aunque sin reconocerlo. Parte de su rostro es cubierto por unos anteojos oscuros. 

A million reasonsWhere stories live. Discover now