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Ya habían desayunado, la ropa estaba en la secadora y Ace termino de barrer la sala, mientras Luffy jugaba con una pistola de agua vacía, pues el rubio no quería un desastre, y Luffy siempre escuchaba a Sabo.

Sabo-nii -, el pequeño corrió por encima de Ace, que ya estaba en la alfombra durmiendo, si algo odiaba era levantarse temprano un sábado--, ¿por qué... -, se abrazo a sus piernas-, ¿por qué los pingüinos no vuelan?

Bueno, eso es muy fácil-, le levantó de la cintura-, ¿Qué crees tú?

porque... el viento está muy frío.

También es por eso-, el rubio solo sonrió, dando una vuelta con él en brazo-, pero, los pingüinos no pueden volar porque están gorditos y sus alas son para nadar.

¿y pueden nadar mucho?

— Mucho... luego buscamos un vídeo.

Sabo-nii, ¿el señor Torao y tu van a casarse?

¿Eh?-, lo dejo en la alfombra, algo confundido y bastante sonrojado-, ¿Si entiendes que es eso, Lu?

Es que unos compañeros dicen que es muy raro no tener una mamá y un papá...

Tu si tienes una mami, ella siempre te cuida desde el cielo-, se agachó al frente-, como cuida a Ace su mami también.

si sé, Sabo-nii-, el pequeño sonrió -, mi mami y la mami de Ace están en el cielo, pero... ¿y tu mami?

Yo te tengo a ti, a Ace, al abuelo...

si, Sabo-nii, pero si te casas con el señor Torao-, se puso a llorar, restregandose los ojos con fuerza-, vas a dejarnos... y no quiero.

Lu-, también se puso a llorar, por verlo triste-, yo no voy a dejarte...

si te casas, me llevas contigo...

Lu... no voy a...

¡Llévame contigo, Sabo-nii!

Ace se sentó en la alfombra, con el grito, rascándose la nuca luego, no tenía idea de que pasaba, pero al lado de la televisión, estaban el rubio y el enano, llorando como esa vez que quebraron la ventana y Dadan, la antigua niñera, gritó por dos horas, repartiendo escobazos, a él le llegaron casi todos. Se levantó, para ir a abrazarlos.

¿Y ahora porque lloran el par de bebés?

¡Sabo-nii se va a casar con el señor Torao! -, gritó Luffy abrazando a Ace, quien estaba bocabierto por la impresión.

— ¿Qué? -, susurró.

Lu, yo no dije eso-, explicó el rubio, frotándose la cara, aún lloriqueando, siempre que Luffy se ponía triste, él también.

¿Qué?-, repitió Ace, analizando la noticia, pero, en voz alta esta vez-, ¿Matrimonio?, ¿boda?, ¿Es... esclavitud?

están confundidos... ¿y como asocias una boda a esclavitud?

Aún ni sales del Instituto y...

Ace...

No puedes casarte-, alargó el brazo y tironeo al rubio-,y con un viejo verde... con un hijo, o sea su hijo es lindo y me cae bien, pero él...

Ace, escuchame bien-, pidió Sabo, acariciando su cabello-, no voy a casarme...

Sabo, ese viejo... -, el pecoso le cubrió las orejas al menor, que estaba limpiándose los mocos con su playera-, ¿Te tocó?, ¿Te vas a casar porque estás... emba...

Ace ... ¿De qué estás hablando?

¡Lo voy a matar por robarte tu flor!

¡Basta, Ace! -, le dió un golpe en la frente, estaba rojo de vergüenza, porque el pecoso tenía la maña de hablar sin pensar, dejando salir sus sentimientos-, yo no voy a casarme...

¿De verdad?-, Ace volteó a Luffy, para que el rubio viera sus ojitos de cachorro, su arma secreta y letal-, no nos mientas, Sabo.

No me hagan esa cara-, el rubio miró hacia la pared. ¿Cómo había escalado tanto está conversación? Si todo empezó con unos pingüinos...

"Sweet Home" | OPWhere stories live. Discover now