Éternamente

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-¿Volverá?-Jack negó

-No, aún no está dispuesta a volver, aunque siendo sincero contigo, el negocio la necesitaba a ella, necesitaban a su líder, El Grande necesitaba hacer acto de presencia porque todo se estaba descontrolando con su gente, ahora que ella está allá, todo marcha bien, ¿sabías que ya transportó toneladas y toneladas de mercancía en menos de dos meses? Mandarlo en aviones y trenes ha sido la idea más creativa de hacerlo, El Grande está posicionado como el narcotraficante número uno más buscado en Estados Unidos-me dijo a lo que yo sonreí

-Definitivamente mi mujer sabe lo que hace, nunca duden de su poder y mucho menos de su liderazgo, aún sigo entendiendo como es que dentro de todo su dolor y desesperación logró crear ese personaje y años después, aún siga en el anonimato y crean que es hombre-reí-se sorprenderían al saber que una mujer, que por cierto es mi esposa, ha tomado territorios en un abrir y cerrar de ojos

-Lo sé, Adamaris siempre fue alguien inmensamente talentosa, si tú no fueras el Pakhan, creo que ella haría un gran trabajo con ese puesto

-No lo dudo ni un segundo, muchas veces ella me ha ayudado a tomar decisiones dentro del negocio, sabe lo que hace y la admiro por ello, no se deja doblegar por nada-sonreí-pero bueno, es momento de que vaya por ellos o al menos debo visitar a mis hijos, no la obligare a volver si no quiere, la necesito y la extraño todos los días, pero no puedo obligarla a volver, es libre de hacer lo que guste, es mi esposa, no mi propiedad-dije y Jack asintió

-Tienes razón, pediré que preparen el avión, nos iremos hoy mismo-asentí y él salió de la oficina

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-¿Qué haces aquí?

-Hemos venido a verlos-me hice a un lado dejando ver a Erick

-Pasen-dijo y así lo hicimos

-Adamaris, ¿dónde están mis hermanos? ¿Puedo ir con ellos por favor?-pregunto Erick

-Claro que sí cariño, Míriam te llevará con ellos ¿si? Cualquier cosa que necesiten pidanselo a ella-asintió, una mujer se acercó a él y lo dirigió a una habitación cercana. Adamaris y yo quedamos solos

-¿Cuando vas a volver?

-No lo sé, ya no sé si quiero volver-dijo sin mirarme

-¿Cómo qué ya no sabes si quieres volver?-le pregunté, podía darle el tiempo que quisiera, pero si no volvía, no podría hacerlo

-Estoy cansada Christopher, la vida que llevamos como pareja no es la mejor y en realidad jamás lo ha sido, todo lo que trata de nosotros está mal desde que nacimos-dijo a lo que reí

-No cariño, todo es como debe de ser, al final la vida se encargaría de juntarnos porque yo soy tuyo, así como tú eres mía, nos pertenecemos-tome su mano

-Tengo que salir, puedes quedarte con los niños si lo deseas-tomo algunas cosas-nos veremos después-salió de casa

-Creo que será más difícil de lo que creí-me levante y me dirigí a la habitación donde estaban mis hijos

-¡Papá!-Leo corrió a mis brazos y yo lo abrace con fuerza, los extrañaba

-Hola campeón, ¿cómo estas?

-Bien papá, ¿has venido por nosotros?-negué

-Mamá aún necesita estar aquí, pero te prometo que no me iré hasta que nos vayamos los cinco juntos ¿bien?-asintió

-Alessandra esta dormida-sonrió, me acerque a la cuna en donde estaba, dormía plácidamente y sentí paz al verla, con cuidado de no despertarla la tomé entre mis brazos