Mini capítulo 0

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Me coloco el antifaz para terminar con mi vestuario, llaman a la puerta y unas de las chicas de servicio me miran, con un gesto de cabeza le ordeno que abra la puerta.

-Princesa Shei, es su hermano, la está esperando -avisa Shara, la chica de servicio.

-¡Voy en un momento! -contesto al instante.

Me doy una mirada en el espejo, confirmo que todo esta donde tenga que estar.

Camine hacia donde mi hermano me espera, sonrío sin poder evitarlo cuando lo veo. Éramos como piezas de ajedrez, él de negro y yo de blanco, el pareciendo un demonio y yo un ángel.

-Princesa, te ves hermosa -me halaga, luego me hace una reverencia con diversión-. Feliz día de su nacimiento dieciocho.

Estaba emocionada y nerviosa, todos los reinos estaban en tregua por nuestro cumpleaños, incluído los enemigos.

-No seas tonto -lo abrazo fuertemente-. Feliz cumpleaños, principe.

Sus ojos oscuros se encuentran con la claridad de los mios. Era nuestra diferencia más notoria en el parentesco, porque de resto, ambos tenemos el mismo color de cabello, también de noto de piel.

Mi hermano heredó los ojos de mi padre, a diferencia de él, yo no heredé los ojos de ningún familiar. Ni de mamá, ni de papá. Los míos son azules, no como el hielo, tampoco como el cielo, si no, como las profundidades del mar.

-Principe Hero, princesa Shei -Shara, la chica de servidumbre nos habla-. Ya es hora, los esperan.

Ambos asentimos y le damos una sonrisa de agradecimiento. Mi hermano me mira, parece un poco incómodo y entiendo lo que me va decir.

-Tus ojos -susurra mientras se rasca la nuca.

Yo suspiro cansada, tener que estar ocultandolos en este tipo de reuniones era aburrido y fastidio.

Me coloque los pupilentes oscuros, luego me mire al espejo, no me gusto mi reflejo así que sin mirar atrás sali de la habitación.

Mi hermano entrelaza su brazo con el mío y empezamos a andar al salón donde es la fejestacion, los nervios aumentan a medida que nos vamos acercando, mi padre mencionó que tenía un anuncio importante que hacer.

Va aprovechar la oportunidad de que todos los reyes de la nación estan presente.

Hero y yo llegamos a la cima de las escaleras del gran salón, el sonido de una trompeta hace que las personas guarden silencio y que el único ruido sea la música clásica que tocan en el fondo.

-Con ustedes, el príncipe y la princesa de Shurzan -Bertar, el consejo real nos presenta ante la multitud, que empiezan a aplaudir.

Tenemos la atención de la mayoría, mi inquietud empeora y mis manos empiezan a sudar, aprieto el brazo de mi acompañante con fuerza, mientras caminamos a paso lento y sin separar la vista de al frente.

Cuando llegamos la música era mucho más pegadiza, mi hermano y yo nos hacemos una reverencia y luego pongo una de mis manos en su hombro y el pone su mano en mi cintura, empezamos a bailar mirándonos a los ojos con cariño.

Las personas empiezan a sumarse, todas con antifaces, los músicos hacen una pausa, para cambiar de parejas.

Un chico de cabello rubio casi blanco y de ojos grises me aparta de Hero.

Mi hermano lo mira sorprendido y con desconfianza a la vez.

-No te preocupes, príncipe. Te la robaré poco tiempo y la cuidare bien -sonrie de las comisuras de su boca se levanta, mostrando un hojuelo.

La reinaNơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ