«Amor y Dinero»

423 22 0
                                    

Au taekook; capítulo especial, side history yoonmin.

El timbre de la enorme residencia de los Park sonó, Hoseok reía escandalosamente mientras Jimin no entendía qué demonios pasaba con su amigo como para haber tenido esa manera de actuar tan fuera de lugar.
Ni bien pasaron dos minutos de que al parecer alguno de los empleados abrió la puerta, se escuchó a alguien andar por el pasillo.

Era él, Hoseok lo sabía y Jimin también. De verdad estaba ahí, de verdad había ido a detener a Hoseok para que no pusiera sus manos encima de Jimin, ¿pero por qué? ¿Por qué tomarse la molestia? ¿Por qué hacer tanto drama? El corazón de Park latió con fuerza al cuestionarse todo aquello, mientras que Hoseok al fin respiraba paz. Habiendo dejado de reírse de la situación se puso de pie, tranquilo, y caminó hasta la puerta de la habitación sintiendo como Jimin lo seguía con mirada, suspiró cansado de tanto drama y después se despidió de una manera que Jimin nunca esperó.

— Lo siento Jimin, en realidad no me gustas — dijo un poco avergonzado —. La verdad es que llevo tiempo sabiendo sobre los sentimientos de Yoongi, pero me estaba cansando de verlo sin hacer absolutamente nada, sobre todo cuando tú le correspondes

— Hoseok, yo- — intentó decir algo, pero justo en ese momento la puerta se abrió de golpe, afortunadamente Hoseok no estaba tan cerca de ésta o de lo contrario hubiera recibido un portazo en la cara

— ¡Tú, maldito infeliz! — dijo Yoongi dirigiéndose a su amigo para tomarlo del cuello de la camisa —. Si le tocaste un solo cabello...

— Por dios, eres tan dramático — se soltó del agarre y acomodó su ahora arrugada camisa —. Ahí esta tu querido pastelito de arroz, no le hice nada, pero espero que tú sí. Ojalá al fin te atrevas a decirle Que lo amas y dejes esos estúpidos celos tuyos. Adiós Jiminnie, suerte — se despidió para por fin dejar al par de chicos solos

Jimin miró a Yoongi, y éste lo miró de vuelta sin saber qué decir o qué hacer. Estaba nervioso, por fin entendía que todo había sido una mala pasada de Hoseok, pero ahora estaba ahí, con Jimin, a solas, y ya era demasiado tarde para seguir haciéndose el tonto con sus sentimientos, sobre todo porque él mismo se había delatado al tener ese arranque de celos tan abrupto.

Dudó en sí debía o no decirlo, se mantuvo en silencio un buen rato, rato en el que Jimin solo se dejó caer por completo sobre el enorme sofá que hacía juego con su cama mientras cubría su rostro con un cojín para ocultar sus nervios y su vergüenza al darse cuenta de todo el embrollo en el que su mejor amigo lo había metido.
También quería confesarse de una vez por todas, pero no sabía si debía, porque incluso con el chico de piel ahí, ¿quién le aseguraba que no era una broma? Después de todo Yoongi jamás se tomaba las cosas en serio,  nunca había hablado sobre que alguien le interesara realmente, mucho menos sobre querer algo serio, ¿Entonces qué le aseguraba a Jimin que sería diferente? ¿Cómo podía expresarse sin salir lastimado en el intento?

— Hablemos — dijo por fin Yoongi

— No sé si quiero hablar contigo — respondió intentando ser lo más frío posible, pero aun cubriendo su rostro

— Suficiente Park, estoy aquí — Yoongi se encargó de arrebatar el cojín para poder ver a Jimin a la cara, pero no imaginó que sus mejillas estarían tan sonrojadas —. Oye tú...

Jimin se reincorporó rápidamente y pasó a su lado caminando hasta el closet para fingir buscar algo, cualquier cosa que le ayudara a evadir la mirada de Yoongi y a esconder sus nervios, pero el pálido caminó detrás de él buscando encararlo para poder hablar al fin.

— Me gustas — dijo susurrando por detrás en el oído contrario —. Me haz gustado por mucho tiempo, Jiminnie, pero estaba asustado, demasiado. Pensé que estaba confundiendo mi cariño por ti, porque aunque no lo creas siempre te he querido de una forma especial, aunque con el tiempo eso se volvió algo más.

Jimin se giró para por fin verlo y ahí estaba, lo insólito, algo que él jamás hubiera imaginado: Min Yoongi, ese chico que parecía ser un rompecorazones cruel, completamente sonrojado y nervioso, además sonriendo de la manera más dulce y tierna que Jimin jamás antes vio.

— De solo pensae que el idiota de Hoseok ponía sus manos en ti...

— ¿Si tanto te gusto, por qué jamás me dijiste nada?

— Ya te lo dije, estaba confundido, pero ese día que mencionaste estar enamorado de alguien, por dios, no tienes idea de qué tan enojado estaba, sobre todo porque te llevabas muy bien con el ranchero ese, y bueno, bebí un poco y estuve llorando un rato y Hoseok.. Me descubrió

— Eres un idiota, ¿lo sabes no? Porque llevo mucho tiempo detrás de ti

— Lo sé, la verdad lo sospechaba, pero esperaba que fueras tú quien viniera a mí y lo expresara. Ya queyo soy demasiado idiota para ello, pensé que tal vez tú lo harías mejor y yo solo debía corresponder

Jimin lo entendía perfectamente, y es que Yoongi jamás fue de esos chicos que iban por la vida expresándose, pero aun así le parecía algo estúpido, aunque en el fondo el buscaba lo mismo. Suspiró y después atrajo a Yoongi consigo por completo para abrazarlo y sentir su calor corporal, aunque también logró sentir como el corazón de éste latía rápidamente. No pudo evitar sentirse muy feliz al saber que él era el motivo de ello.

— ¿Me amas, Jiminnie? Porque yo te amo, definitivamente te amo, y no quiero que Hoseok...

— Lo de Hoseok fue una estupidez, salí con él, sí, pero no cruzamos la línea de la amistad, de hecho era incómodo pensar en él como algo más, aparte yo no le gusto, solo quiso jugar contigo.

— ¡Ese idio- — sus palabras se vieron interrumpidas por los labios ajenos, esos que siempre deseó probar

Eran muy suaves y tenían un ligero sabor a fresas, seguramente ese era el sabor del bálsamo labial que Jimin solía usar, Yoongi lo sabía porque muchas veces se descubrió a sí mismo mirándolo usarlo. Debía ser un gran tonto por no darse cuenta de cuanto le gustaba ese chico, y sobre todo porque aún sabiéndolo dudó de ello y se hizo el loco con tal de no enfrentar sus verdaderos sentimientos.

Así como Jimin fue quien comenzó el beso, también fue él quien lo rompió, Yoongi aún mantenía sus ojos cerrados mientras abrazaba la cintura del contrario. Suspiró al sentir sus labios solos y volvió al mundo real cuando escuchó aquella que, para entonces, le parecía la más dulce voz que había escuchado en su vida.

— No podemos salir de inmediato

— ¿Qué? — preguntó Yoongi con evidente asombro

— Nos gustamos, tenemos sentimientos mutuos, sí, pero también nos hicimos daño, debemos repararlo

— Pero Jimin, yo, tú...

— ¿Vas a dejar de sentir lo que sientes por mí solo porque no saldremos enseguida? — y ante el "no" que obtuvo de respuesta, continuó —. Entonces no hay problema, porque yo tampoco lo haré. Podemos tener citas, muchas, todas las que quieras, podemos ir de viaje, hablar no solo como amigos, mensajear, pasar el rato y demás, no te preocupes por eso

— ¿Y si quiero besarte? — cuestionó Yoongi tomando a Jimin por sorpresa haciendo que de nuevo sus mejillas se tornaran de un color rojizo

— Bueno, eso, yo-

Y fue esta vez Yoongi quien hundió sus labios en los de Jimin degustando de nuevo el sabor a fresas hasta que la respiración les faltó a ambos.

— Bien, podemos hacerlo siempre y cuando sea a solas

— ¿Y si quiero algo más?

— Lo siento Yoongi, pero eso "algo más" tendría que esperar

— Esperare lo que sea si se trata de ti

— que idiota eres

— Si, pero soy el idiota que más amas

Y de nuevo sus labios se unieron el un beso que Yoongi podía describir como perfecto y Jimin como dulce.

Narraciones AU'sOnde histórias criam vida. Descubra agora