CHEER UP ➵ ʙᴛs;; ksj [✔]

O15

pov's kim seokjin 

Llegada las nueve, entré al hogar de la pelinegra con una bolsa en mi mano. Había pasado por una panadería antes que cerrará para traerle un postre, ella me dijo que los pasteles de chocolate son sus favoritos. ¿Y quién soy yo para no cumplirle el deseo de comer uno? Sonriendo caminé al comedor, buscándola con la mirada. Entonces, el delicioso olor a pasta llegó a mis fosas nasales. 

—Oh, llegaste. —mi cuerpo se estremece ante su inmensa mirada sobre mi, remoje mis labios dudoso de sí dar otro paso y que mis nervios queden expuestos ante ella— Hmmh… ¿Vas a cenar? —ni siquiera soy capaz de percatarme del silencio incómodo que se produce entre ambos. 

—¡Ah! S-Sí. —asentí.

—¿Qué es eso? —al caminar hacia la cocina para dejar la bolsa, señala esta.

—Traje algo. ¿Tú padre se encuentra? 

—Nah. Él nunca está por aquí, mayormente está con sus amigos, vive la vida como si fuera un adolescente. —abre la bolsa, y toda fea sensación sensación en mi estómago se desvaneció con solo ver su sonrisa emocionada— ¡Chocolate! —chilla— Me encanta el chocolate, Jin. 

—No es nada. —atine a aclarar a toda velocidad, teniendo de que se diera cuenta de que ella es en lo único que pienso últimamente, y ese cosquilleo vuelve como un estrepitoso aviso de que el flechazo a primera vista si es real, y yo lo pasé — Emmh… ¿Cómo te fue hoy? —pregunté en nuestra caminata a la mesa del comedor, bajo una tenue luz y el ruido de la televisión me quite el saco costoso que me quede tras irme de casa. 

—Bastante bien. —me sirvió en el plato, el aroma que amaba la comida hace a mis tripas resolverse. Es eso, o su cálida sonrisa cada vez que me ve— ¿Y a ti? 

Entonces, el recuerdo de la tarde me invadió. Levanté mis hombros, dejándome caer en la silla de madera.

—No conseguí apartamento, todos tienen un precio absurdamente elevado para lo que son en realidad. 

—Los alquileres son caros. —asintió— Pero tranquilo, puedes quedarte aquí hasta que lo necesites. 

—Gracias, Haeri. Eres una buena amiga. 

'Una buena amiga.' La frase comienza a perseguirme por toda la noche a medida que avanza, hasta el día siguiente. Saliendo de casa directo al salón de eventos, y después de despedirme de la chica quien iba a su nuevo trabajo –del cual aún no me ha hablado– mi mente tarda en despejarse. La llamada entrante de mi verdadera mejor amiga es lo que me hace suspirar, atendí siendo consciente que nuestro lazo en este último tiempo se ha aflojado. 

—Te iba a llamar, lo juro.

—¡Una semana, SeokJin! ¡Una semana pasó y tú ni siquiera me dijiste lo que sucedía! —grita exaltada— Haeri me comentó todo hoy, la vi en el despacho de mi padre, ¿Por qué no me contaste lo sucedido? No… ¿No confías en mí? 

—¡Sí que confío en ti! Pero Baeky, has estado tan inmersa en tus estudios y tu perfecta y hermosa relación que no pensé en ocasionar más problemas. 

—Jin, no eres un problema. —mis pasos se detienen a unos metros de la estación donde tomo el bus— Eres mi mejor amigo de toda la vida, yo podría haberte dado una mano…

—Me gusta estar aquí. —el peso en mis hombros vuelve— De verdad, quiero estar con ella.

—¿Con ella? ¿Haeri? —asentí, sabiendo que por más que no me viera, ella lo deducirá— Entonces, no tengo nada que hacer aquí, ¿No? —suspira derrotada.

—Haré mi propia vida, no quiero lujos o algún acomodo en el trabajo de un familiar. Déjame hacer esto solo.

Nuestra llamada terminó de esa forma seca, sin un 'te quiero' al final como es habitual entre nosotros.