Podía parecer que reinaba un silencio absoluto aquella noche cerrada. Todo permanecía inmóvil, ni siquiera el viento se atrevía a mediar palabra. Sin embargo, solo aquellos que temen a la muerte pudieron distinguir, oculto en aquel silencio casi absoluto, un sonido doble. Era tan imperceptible que se confundía con la propia vida, tan común que pasaba totalmente desapercibido. Más que un ruido, parecía la melodía incansable de aquellos que aún tienen esperanza. Una melodía doble, con la fuerza de un huracán y la fragilidad del papel.
Allí estaba: el incesante sonido del latido de un corazón.
Caelia.
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Ecos de una voz
PoetryOjalá pudiera leerme la mente y ver los secretos ocultos entre líneas. Si tan solo pudiera visitarme en sueños, entonces, solo entonces, entendería.
