IV

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Dakota abrió los ojos en un jardin muy hermoso. Habia árboles, flores y aves; parecía el Paraíso. Cuando terminó de contemplar el paisaje, divisó una joven mujer que no pasaba los 30 años. La desconocida recogia frutos de un árbol y los colocaba en una cesta. Después, un hombre de la misma edad de la extraña se acercó a esta. La joven soñadora vió que era su propio padre: Mako Mizuno. Dakota se levantó del césped y se acercó a la pareja. Apenas dió un paso, la mujer de la cesta volteó a verla. Cuán enorme fue su terror cuando vió que esta no tenia rostro, ni ojos, ni boca, ni nariz. La soñadora retrocedió y al último paso cayó profundo en un agujero que parecía no tener fin. Cerró los ojos y a los pocos segundos tocó fondo. Ahora estaba en el pueblo donde solía vender carbón y leña. Vió que todos se mataban entre si. No importaban los niños, las mujeres o los ancianos; todos contra todos. Vió como una señora de mediana edad, que era aquella que siempre le daba un plato de sopa caliente, se le venia encima. Dakota se cubrió con los brazos y apenas los apartó, se encontró en un oscuro sitio, en el que no se oia nada ni se veia ni se sentia. De nuevo, sonaron las palabras del demonio Enmu: "Esa es la faceta que te muestran, pero en el interior, todos son miserables seres que solo piensan en si mismos, que te engañan y fingen ser amables, para despues traicionarte y aplastarte"
La joven gritaba de terror. Sabia que era un sueño, sabia que no era real, pero aquello era una verdadera tortura.
Dakota: ¡¿Qué miserable pesadilla es esta?!
En la realidad, el demonio Luna Menguante la observaba. Le generaba una satisfacción enorme el saber la tortura mental que le provocaba a la chica.
Enmu: No despertarás en, al menos, dos semanas, linda~

La joven no sabía cuanto tiempo llevaba encerrada en su mente. Las constantes torturas le hacían creer que había pasado una eternidad. No recordaba la luz del sol, ni los sonidos del mundo, ni el olor de la comida. Solo recordaba gritos, lamentos, estrépitos, incluso llegó a pensar que estaba muerta.
De la nada, surgió una voz:
E: Dime, linda, ¿me ayudarás a conseguir humanos?~
D: ¡No! ¡Púdrete, maldito demonio!
E: Está bien. Si me ayudabas, iba a sacarte de ahí~
Dakota abrió los ojos de golpe. Ya le urgía salir de ahi, o se consumiria en su propia mente, sin embargo, no soportaba la idea de acabar con personas inocentes, asi que se le ocurrió una idea.
D: Te ayudaré, demonio, pero con una condición
E: Dime, cariño~
D: Solo te traeré malas personas. Asesinos, criminales, ladrones, violadores y un sin fin de gente pésima.
E: Suena tentador, linda~
D: Lo haré, pero sácame de aqui
E: Muy bien~
Empezó a escuchar gritos desde el vacio. Esos gritos se acercaban más y más. Cuando aquellos estruendos se escucharon en su oido, la joven despertó, luego de dos semanas. Vió que estaba cubierta de sudor y todo su cuerpo temblaba. Era consciente de lo que acababa de hacer: ahora sería la que alimentaría al demonio menguante.

Siempre estaré a tu lado {Enmu X T/N}Where stories live. Discover now