Conmoción - cap5

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Este capítulo es la continuación del anterior así que mis pequeñas(o) cochinillas(o) saben a lo que se enfrentan.
Terminada la advertencia pueden continuar con la lectura. 😏

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Dimitri me observa con deleite. Sus ojos llenos de promesas por cumplir y un tinte de lujuria.

―Apártate. ―Le empuje bruscamente el pecho.

Él retrocede, pero sus dedos permanecen entre mis piernas.

―Hace un segundo te gustaba.

―Porque estaba dormida, idiota. ―Le aparté la mano de una palmada.

―¿Ah, sí? ―Se echó hacia atrás, sentándose sobre los talones, su glorioso cuerpo estaba desnudo. Su grueso pene se alzaba, orgulloso y erecto―. ¿Y con quién estabas soñando?

¿Podía saberlo? Aquello no era posible. Puede que fuese capaz de leer mis expresiones, pero no me podía leer la mente.

―No estaba soñando con nadie. Y eso no importa. No me toques.

En sus labios se dibujó una leve sonrisa. Muy parecida a la que tiene reservada para mí cuando lo desafiaba. Volvió a ponerse encima mío y me sujetó ambos brazos sobre la cabeza con una sola mano. Mantuvo mis muñecas juntas y su cuerpo se volvió hacia el mío.

Yo luché contra él, pero pesaba demasiado. Era todo músculo y fuerza, me doblaba el tamaño y era mil veces más fuerte.

―Si te resistes, te haré daño. ―Me estrujó las muñecas con fuerza, advirtiéndome.

―Me resistiré hasta que me mates.

Entonces sonrió abiertamente, encantado con la respuesta.

― Pequeña, qué sexy eres.

―Y a ti te ponen las cosas pervertidas. ―Arqueé las caderas contra él.

―Ahora mismo, sólo me pones tú. ―Se inclinó hacia abajo y me besó la piel del cuello. Su lengua recorrió la zona en la que estaba mi arteria, y me mordisqueó suavemente, aplicando sólo la presión justa para sentir una punzada, pero que no sangrase.

Sus labios se desplazaron hasta mi oreja, y me besó la parte de arriba con suavidad, respirando en mi oído. La excitación intensificaba su respiración, y pude escuchar un gruñido distante.

Su mano libre se movió hasta mi pecho y me cubrió una teta, apretándola y masajeándola. Dejó escapar un quedo gemido en mi oído.

―Bonitas tetas.

Yo estaba allí tendida con impotencia, incapaz de hacer nada más que permitir que me tomara. Los pezones se me endurecieron bajo su tacto, y sentí cómo mi respiración se aceleraba.

No sentía miedo pero si impotencia por la reacción de mi cuerpo ante sus caricias. ¡¿Qué estaba haciendo?! ¿Por qué lo dejaba seguir?.El corazón no me latía con violencia como en una situación de vida o muerte. Tenía el cuerpo extrañamente relajado, extrañamente cargado.

Su agarre ganando intensidad. Me besa la clavícula antes de apresarla delicadamente entre los dientes. Entonces su boca se mueve hacia mi otra teta, y me la succionó con fuerza, provocándome una mueca de dolor.

La mordisqueó suavemente antes de continuar succionando, mientras la espalda se le tensaba de excitación.

Sabía que no sería capaz de detenerlo. Si le decía que no, simplemente continuaría a lo suyo. Si intentaba luchar, me ganaría una bofetada, probablemente algo peor.

"𝙵𝚛𝚎𝚎 𝚝𝚘 𝚍𝚎𝚌𝚒𝚍𝚎" (+18)Where stories live. Discover now