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El instituto Shiritsu era muy conocido por ser más caro que todos los demás en la ciudad de Sakuradani, y también, porque cerca de este hay un lindo parque.

Midoriya Izuku desde el aula más alta del instituto y sentado en su pupitre, no parecía interesado en ningún tema relevante del día a día, esperando la llegada de su siguiente profesor, decidió mirar a las mariposas que batían sus alas en busca de un lugar donde reposar, eso le parecía mejor que escuchar los parloteos de sus compañeros.
Aquel muchacho delgado, blanco y de pecas, disfrutaba de la vista, hasta que sus ojos fueron a parar en la escena que parecía sacada de un drama de romance juvenil.

Por supuesto que no podía escuchar nada desde tan lejos, pero se daba una idea de lo que estaba sucediendo. Él mismo inventó los diálogos:

-¿Quién era esa chica? -“preguntaba" la colegiala de cabello largo.

-Una amiga, no molestes. -“Respondió" desinteresado el pelicenizo sentado en el columpio.

-¡Eres horrible! Terminamos.

-¿Cómo? -Se levantó rápidamente y “la llamó" -¡Espera! ¡No puedes terminarme!

*¡Zas!* La pelinegra le dió una bofetada a el chico.

-Adiós y hasta nunca. -“Le dijo" antes de darse la vuelta e irse.

“Debió doler." Pensó Izuku después de ver el golpe.

—Muy bien, el día de hoy no habrá clase porque Akagi sensei tuvo un problema, hasta entonces, limpien el salón y cuando sea la hora indicada, pueden irse. ¡No molesten a los adultos en la calle! ¿Me escucharon?

–Sí. -respondieron sin ganas los alumnos al mismo tiempo.

Izuku, quien se había quedado soñando despierto con la escena que acababa de presenciar, solo escuchó la última pregunta que el director les hizo, por suerte, su compañero le informó lo que el mayor había dicho. Terminando de limpiar, bajó las escaleras y se dirigió a la máquina expendedora, una botella de agua fue lo que compró. La hora de salida estaba cerca, muchos de sus compañeros habían empezado a irse sin importarles lo que el director ordenó, pero, ¿Quién era él para juzgarlos cuando ni siquiera había puesto atención?

–¡Hasta mañana, Midoriya! -lo saludo el mismo chico que lo ayudó, Sawabe.

–¿En serio está bien si te vas? -le preguntó preocupado.

–Tonto, ¿Por qué los profesores se molestarían en reclamarnos? Si quieres puedes irte también, o puedes quedarte hasta que todos salgan. -Dijo el de cabello rapado alargando el “todos" para exagerar. –Somos jóvenes, incluso si nos equivocamos estaría bien, ¿No?

Izuku suspiró dándose por vencido.

–Entonces... ¡Nos vemos mañana! -Corrió lejos de su amigo quien le gritó “Tramposo" para después seguirlo.

Iban por diferentes caminos, muy pocos estudiantes tenían que ir por dónde el ojiverde lo hacía, así que Sawabe y él se despidieron de verdad esta vez en cuanto llegaron a la puerta de salida.

Caminando solo, decidió pasar a el parque, la duda que le había dejado ver a un chico de aspecto rudo ser golpeado por una chica no lo dejaba en paz. Al principio dudó que aquel pelicenizo siguiera ahí, pero lo estaba.

–Eh... ¿Puedo sentarme? -preguntó estando frente a el otro estudiante quien parecía haberse saltado las clases.

–Adelante. -Contestó mirándolo confuso.

Probablemente debió solo tomar asiento y no preguntar, ya que no era como si aquellos columpios estuvieran muy juntos el uno del otro, de cualquier forma, Izuku sintió que tenía que hacerlo, el ojirubí lo intimidaba sin querer.

–Tu mejilla... ¿Duele? -Se armó de valor para preguntarle aquello.

–¿Esto? -señaló el lugar que estaba algo rojo. –No realmente... Espera, ¿Lo viste?

–¡No! Bueno, sí... ¡Pero no estaba espiando! -Se tambaleó nervioso en su asiento. –Ya sabes, la ventana y las mariposas rosas, y entonces... Bueno, yo...

Katsuki pasó de mirarlo con el ceño fruncido a reírse por su actuar.

–¿Qué? ¿Eres un stalker? -volvió a reír un poco.

–¡No hay forma de que sea eso! Mira, ¡Por allá, por allá! -Señaló el instituto. -¿Lo ves? ¡Ahí, justo ahí! Ese es el salón donde voy, mi asiento está justo en la ventana, por supuesto que pude verlo todo, pero, no fue intencional... Yo solo quería ver a las mariposas.

–Oh... Así que eres uno de esos. -Miró su uniforme. –Es raro que un chico de Shiritsu hablé con alguien del Shorenji.

–¡¿Sho... Shorenji?!

–¿No lo notaste? Creo que nuestro uniforme es lo suficiente feo como para identificarnos.

–¡¿Si eres del colegio Shorenji porque estás aquí?!

–¿Qué? ¿A caso no puedo? Mi casa no está tan lejos del parque.

–Haberlo dicho antes, ¡Pensé que viniste hasta aquí aún viviendo cerca de Shorenji, me sorprendí! Pero bueno, yo no vivo tan lejos y no te había visto antes, ¿Dónde vives exactamente?

–¡Como si fuera a decírtelo, tonto! Eres un stalker, ¿No? Averigualo por tu cuenta.

Izuku se puso colorado de sus lindas mejillas, Katsuki volteó a verlo y comenzó a reír.

–¡Te dije que no es así! Fue solo coincidencia. -Volvió a excusarse.

–Lo que tú digas. -Cuando el cenizo terminó de burlarse, le llamó la atención lo que el otro chico llevaba en la mano. –Oye, esa botella de agua...

–¿Qué tiene?

–¿Vas a tomarla?

–Um... No. ¿La quieres?

–¿Está fría?

–Debería, pero no lo sé... Hoy el sol no está tan fuerte así que probablemente esté bien. –Extendió la botella hacía Katsuki quien la recibió gustoso. –Puedes quedarte con ella, en realidad no sé porqué la compré.

–Tendrás el dinero suficiente para gastar sin preocupaciones, supongo.

–¡Oye! Si estoy en Shiritsu es gracias a la beca que conseguí, y aún si no fuera así, ¿Qué tiene de malo el tener dinero?

–Solo bromeo, tranquilo. No es como si yo fuera pobre. -Le regresó la botella con muy poca agua restante. –Gracias, pero tú también deberías beber.

–Está casi vacía. -Se quejó Izuku, pero aún así la recibió para tomar aunque sea poco.

Katsuki revisó su teléfono, al ver las notificaciones en la pantalla, se bajó del columpio en un salto, espantando a el ojiverde.

–¡Mierda, ya voy tarde! Nos vemos, y gracias por el agua. -se despidió rápido.

–¡Bien! -Alcanzó a contestarle Izuku antes de verlo correr alejándose. –Oh... No sé su nombre.

Al día siguiente, el estudiante de Shiritsu esperó poder ver de nuevo a el ojirubí, pero esta vez, aquel joven no apareció.

°

°

Me gustaría aclarar que los lugares que menciono existen y a la vez no. Sakuradani sí es una ciudad de la prefectura de Tottori -Japón-, y sí hay una escuela llamada Shiritsu (de hecho, si no me equivoco, más de una en esta ciudad lleva este nombre), pero no hay un parque tan cerca, ni siquiera sabía que había uno por ahí-aunque algo lejos-; La escuela Shorenji no existe, y así, cualquier nombre que vaya dando en algún futuro o en otras fics, puede ser o no ficticio.
Lo dije antes y lo vuelvo a decir, mis historias no son un lugar para aprender. Esto lo hago con afán de entretenimiento hacía cualquier persona y por mi propio bien. Les agradezco mucho su comprensión.

Primer Amor - [Finalizada]Where stories live. Discover now