6

1.3K 211 12
                                    

El sol ya se estaba ocultando, y Katsuki seguía pensando en lo mismo.

Por otro lado, Izuku tomó una decisión.

Odiaba tener que mentir, pero no lo hacía para mantener su imagen, es solo que no quería lastimar a Hatsume.
Sinceramente, la quería mucho, le gustaba pasar el tiempo con ella, escucharla hablar sobre lo que le obsesionaba, el amor que le tenía a su carrera universitaria, cualquier cosa que tuviera que decirle...
A pesar de ello, no se imaginaba un futuro en donde la pelirosa estuviera a un lado suyo como su pareja.

¿Qué es lo que quería de ella entonces?

¿Qué es lo que quiere de Katsuki?

No quiere hacerle daño a ninguno, aunque eventualmente tendrá que hacerlo si encuentra la respuesta a cualquiera de sus preguntas.

Había quedado de encontrarse con Hatsume en el parque, lo cual era raro puesto que los lugares donde se veían eran solo su casa o la de ella. “Quiero hablarte de algo importante" le insistió Izuku hasta que ella aceptó.

Por supuesto que la pelirosa dedujo que algo estaba mal. Nunca había dudado de su novio y no quería hacerlo, quizá era una sorpresa lo que le esperaría en tan mencionado lugar. Aunque trataba de pensar positivamente, el sentimiento de que algo simplemente no iba bien, le seguía.

–¡Izuku! -Saludó al verlo ya sentado en el columpio rojo. De nuevo la incomodidad en ella al verlo sin ánimos. –¿Todo bien? ¿Por qué querías verme aquí?

–Hatsume... -La miró como siempre con esos ojos llenos de cariño. –Quiero contarte algo, toma asiento, por favor. -Sujetó el columpio a su lado para detenerlo.

–Okay.

Tomó asiento y estuvieron en silencio durante un buen rato, el más alto no emitía ningún ruido que no fuera el de su columpio balanceandose de atrás hacía adelante.

–¿Estás bien? -Preguntó algo preocupada.

–Creo que deberíamos terminar.

~~~

Todoroki: Bakugo, ¿Hoy estás libre?"

Leyó el mensaje que su nuevo amigo le envío. Ahora que su hermano se encontraba mejor, y ya podía regresar a su vida normal, el bicolor quería salir con él para conocer más de Sakuradani, pero Katsuki no quería ni existir.

No había pasado mucho tiempo después del beso inesperado que su mejor amigo le dió, y aún si así fuera, es algo que no le será fácil de superar.
Tal vez le ayude algo el salir, o quizá no, no lo sabe porque nunca había pasado por algo así antes.

Todoroki: Mirio-san también vendrá."

–Deja de rogar... -Pidió Katsuki sintiéndose mal.

“Solo envía la dirección." Mensajeo de regreso.

Agradecía que sus amigos no conocieran a el peliverde, de esta forma no tendría que encontrarse con él pronto. Jamás creyó que llegaría el día en donde no quisiera verlo.
Le gustaría poder vivir así, sin él, pero sabe que eso no es posible.
“¿Cómo sería el mundo sin él cerca?" Nunca pensó en esa pregunta ni una sola vez en toda su vida.

Sin ganas, se arregló para ir a cenar con sus amigos.

–¿Puedes prestarme tu coche? -Le preguntó a su madre quien aceptó.

Sus emociones le hicieron sentir que la noche era melancólica. Los mismos árboles que siempre ha visto, ahora se veían como algo que no podría alcanzar, las mismas calles, los mismos semáforos, el mismo automóvil que manejaba, todo le traía una tristeza profunda.

¿De verdad ya no lo verá?

¿Ese fue el fin de ellos como amigos?

Casi llegaba a su destino cuando el bicolor le llamó solo para confirmar que este sí asistiría.

–Mierda, no es momento para esto. Tengo que vivir mi vida, no la de él. -Se dijo en voz alta. –Estaré bien, lo estaré. Debo de estarlo, sí, voy a estar bien. -Repitió tanto como podía hasta llegar a creerse sus propias palabras.

Después de la cena en donde se dedicó a comer y mover su cabeza dependiendo si su respuesta a la plática era un “Sí" o “No", se relajó en el sofá de su nuevo amigo quien aún estaba prestando atención a las historias de Mirio.

–Bakugo, ¿Estás bien? No sueles estar callado. -Se acercó a él Tamaki, la pareja de el rubio. –Mucho menos a las malas bromas de Mirio.

–¿No deberías estar con ellos?

–Ya he escuchado esa historia antes, siempre cambia lo que pasa, aunque el final es el mismo. -Sonrió con timidez sentándose a un lado de el menor. –¿Será que no te agrada Shoto-kun? ¿Mirio te obligó a venir?

–Ayer estuve en una fiesta, sigo cansado. -Se excusó.

–Eh, ya veo, así que era eso. Entonces supongo que no podrás venir a la fiesta de cumpleaños de Shoto-kun.

–¿Cuándo es? -Parecía interesarse de pronto.

–No lo sé, solo Mirio sabe. Quiere que sea sorpresa así que tampoco me ha dicho a mi, pero creo que pronto.

–Tamaki-san, esa información no me ayuda. -Sacó su teléfono con prisa. –¿Qué es lo que le gusta?

–¿A Shoto-kun? -Miraba la pantalla del celular de Katsuki husmeando qué es lo que hacía, se sorprendió al ver qué revisaba las redes sociales del ya mencionado.

–Sí.

–Solo sé que le gusta el soba, pero para serte sincero no sé mucho de él. ¿Por qué no intentas preguntarle sin sonar sospechoso?

–Paso de ello. Mejor me doy una vuelta por su habitación, tendrá pósters, mangas, libros, discos, o algo que le guste. -Guardó su teléfono al no encontrar nada que le ayudase.

–Te vea muy interesado, realmente creí que no te agradaba.

–No tiene amigos, ¿Cierto? -Más que pregunta fue una afirmación. –Me estuvo mandando mensajes, los suficientes como para que no lo ignorara. Yo solo estaba pensando en si venir o quedarme en casa, pero él seguía escribiendo y pidiéndome que viniera. Él debe entender que alguien no puede responder todo el tiempo. Cuando su hermano se hirió, le mandé muchos mensajes porque no respondía, así que me preocupé, y luego apareció diciendo “Todo bien", yo estaba cómo ¿Y ya? -Expresó exagerado con su rostro y manos. –Desde que empezamos a hablar hace eso, me envía demasiados mensajes en espera de que le responda.

–¿Está mal?

–¡Lo está! Quiero decir, no debería rogar por atención o algo así...

–¿Y entonces por qué viniste? -Preguntó el mayor sin malicia.

–Sé lo que se siente no tener amigos, no tener a nadie cerca... No quiero que él pase por eso.

Tamaki sonrió y tocó el hombro de Bakugo.

–Mirio me lo ha dicho antes, pero, de verdad eres muy amable.

–No es nada como eso. Querer que tu amigo esté bien es lo normal, y darle un regalo por su cumpleaños también.

~~~

–¿Izuku-kun?

–Mitsuki-san, que gusto verla de nuevo. -Dijo el mencionado. –¿Está Kacchan en casa?

–No, creí que estarías con él. -Dijo desconcertada. –Me contó que iría a una cena con alguien.

–Oh...

–Puedes pasar y esperarlo adentro si quieres, prometió no llegar muy tarde.

El peliverde dudó un rato si era buena idea esperarlo o mejor regresar a el otro día.

–Bien, ¿Puedo esperarlo en su habitación? -Entró a la casa.

–Claro.

Para Mitsuki, la relación de su hijo con Izuku era muy fuerte, sentía como si el menor fuera parte de la familia. Dejarlo quedarse en el cuarto de el cenizo mientras este no está es algo típico y normal para ella. Sabe que ocurre lo mismo con Inko.

Primer Amor - [Finalizada]Where stories live. Discover now