ADRONITIS [Ashtray and Tn]

Capitulo 24

Las gente su iba retirando poco a poco hasta que Maddy, y yo nos quedamos solas ella le lloraba al cajón, me gustaría decir que ella no era nuestra madre, sus lágrimas eran en vano.

—cálmate tenemos que ser fuertes — la abrace.

No dijo nada sus ojos tenían unas grandes ojeras, yo estaba normal no llore aparte de lo que tenia que llorar para fingir.

Después de un largo rato salimos de ahí, nos dirigimos para casa, a papá ni siquiera le importo, y me alegra no verlo.

Estaba a punto de anochecer, Maddy ingresó sin decir nada, baje cuando alguien me tomó del brazo.

—hey!!, que tal?.

—maso y tu.

—preocupada, no he visto a mi madre desde anoche, tu sabes algo de ella.

Pase duro, y respire, nadie podía saber nada.

—no, no se nada de ella.

—ayer salió en la tarde, no dijo donde iba, y pues ya es mucho tiempo no crees —me miro con preocupación Lexi.

—si, mi madre falleció.

—tu mamá? —preguntó con sorpresa.

—hubo un accidente, y pues estiró la pata.

—mis sentidos pésame —me abrazo.

—no te preocupes, no es que la quiero mucho, no me afecta en nada su muerte, no cambia nada todo sigue igual.

—de todas formas es tu madre.

—si, pero ella no me quería ni yo a ella, no hay sentimientos, sabes.

—yo no sé que haría sin mi madre, bueno te dejo, la seguiré buscando en algunos bares de por aquí.

—no te preocupes, te acompañó, no me gustaría que estés cambiando a estas horas por esos lugares.

—en serio, Maddy no se molestara.

—ni se dará cuenta.

Caminamos, conversamos sobre su madre, cada vez me ponía más nerviosa, llegamos a varios bares, en ninguno estaba era obvio.

—sólo falta 1 esta un poco lejos, entiendo su quieres volver a casa.

—yo te acompaño, de esa forma despejare mi mente.

Seguimos, el otro bar era más lejos, caminamos por mucho tiempo, hasta llegar a una avenida principal.

—este es un lugar más decente y nuestra última opción.

Ingresamos, vimos a varias personas.

—Lexi, este no es un bar, es un casino.

—si pero al fondo es como un bar pasa, sin vergüenza —dijo, la gente aquí tenía ropa elegante y costosa.

Este ambiente simplemente me causaba nauzeas, me recordaba a la fiesta de anoche.

—buscala por allá, yo iré por aquí —señaló otro espacio, —nos encontramos, aquí mismo.

Me dirije a dónde me ordenó, no la busque era obvio, mire a las personas tomar y apostar, se veía divertido, me acerque a una mesa.

—disculpe señorita va apostar —me pregunto alguien, quien traia fichas en la mano.

—no, no se preocupe.

Me mesero de alejo, a lo lejos vi a Stanford, que pesado me la encontré aquí, no me jodas, se acercaba mas a mi, me dirigí para otro lado, pero se interpuso en mi camino.