Capítulo 7

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Me detuve frente a la puerta del departamento de Yeonjun y toqué la puerta 3 veces.

Espere unos minutos y de esta apareció Yeonjun con una sonrisa radiante, su pelo negro azabache, peinado de forma despeinada, traía una camisa blanca arremangada hasta los codos, unos vaqueros negros y unos zapatos negro también, traía puesto un delantal de cocina y en su mano derecha una cuchara de madera.

-Hola - dijo y me dejo entrar.

-¿Qué haces? - pregunte viendo algunas manchas de salsa en su delantal color rojo.

-Cocino - mencionó moviendo un poco la cuchara de madrera - ¿Quieres ayudarme? - pregunto.

Hice una mueca, pero después acepté.

-Claro - me saqué mi mochila y mi chaqueta y los dejé en el sillón.

- ¿Que preparas? - pregunte poniéndome el delantal negro que Yeonjun me presto para no manchar mi ropa.

-Spaghetti - respondió con una sonrisa rara que hizo que me riera.

- ¿Sabe cocinar? - pregunte lavando mis manos.

-Algo, no me gusta mucho la cocina, pero me gusta que todo esté bien preparado, creo que soy algo ordenado, en todo.

-Bien ¿Que hago ahora? - pregunte secando mis manos.

-Ven y comienza a picar este tomate - habló y me entro un cuchillo y el tomate.

-Okey - dije y me acerqué a la alacena y comencé a picar el tomate.

Jamás había cocinado, era un desastre en la cocina, no servía ni para hacer un huevo frito, menos voy a servir para cortar un tomate.

Comencé a cortar, le estaba llevando la mano a esto de cortar, creo que voy a aprender más de esto.

-Profesor de Literatura y Chef, además - mencioné mientras el profesor mezclaba la salsa que había en una ollita.

-No me creo un chef -  giro la cabeza para mirarme, pero sus ojos se centraron en el tomate que estaba picando - ¿Que estás haciendo? - pregunto aguantando la risa.

Mire el tomate y vi el desastre que había hecho, la pobre fruta estaba hecha puré, deje el cuchillo junto al tomate algo enojada y dije.

-Soy una inútil hasta para cortar un tomate - limpie mis manos y me cruce de brazos.

No eres inútil, solo te falta algo de práctica, ven aquí - dijo y yo vacile pero me acerque.

-Toma esto - me entrego el cuchillo, lo tomo y me puse frente a la alacena de nuevo.

Agarre otro tomate y comencé a cortar nuevamente, pero en eso siento que alguien me respiraba por atrás sobre mi nuca y que unas manos tibia se posaban sobre las mías.

Mi piel se erizo y mi respiración se detuvo, gire un poquito la cabeza solo para ver el hermoso rostro de Yeonjun cerca de mi hombro, trague saliva y trate de tranquilizarme, mi respiración volvió, pero ya no era normal, era algo agitada.

Yeonjun levanto mi mano un poco y corto un trozo de tomate, después volvió a hacer el mismo acto varias veces hasta que el tomate estaba bien cortado en rodajas.

Listo - dijo Yeonjun en mi oreja, me gire solo para que nuestros rostros quedaran a escasos centímetros y nuestras respiraciones se mesclaran.

Trague saliva y mordí ligeramente mi labio inferior, el con la mirada me recorrió el rostro, primero mis ojos, después mi nariz y termino en mis labios.

Dios, sus labios, eso labios rojos, carnosos y sumamente besables estaban casi a milímetros de los míos, solo un empujoncito y los rozaría, estaba por hacerlo, sería un suicidio pero que más daba, estaba por hacerlo estaba decidida pero en eso una extraña alarma suena haciendo que volvamos a la realidad y nos separáramos bruscamente.

Aclare mi garganta y dije para librarme de la situación.

-¿El baño?

-Al final del living - respondió tragando saliva y volviendo a la salsa.

Sin mirarlo salí de la cocina y me dirigí al baño, entre y cerré la puerta con traba, Dios, ¿que acababa de ocurrir? ¿Qué carajos fue eso? se sentía tan bien tenerlo tan cerca, su olor era algo exquisito, dios estaba caliente como una olla.

Abrí el grifo de agua fría y moje un poco mis antebrazos eso me relajaba mucho.

Baje la tapa del retrete y me senté en este, apoye mis codos en mi rodillas y mi cara en mis manos, ahora no podía pensar en nada, mi cabeza daba vueltas y no pensaba con claridad.

Estuve en esa posición por un rato algo largo hasta que escuche algo al otro lado de la puerta.

-¿____ te encuentras bien? - pregunto Yeonjun atrás de la puerta, me levante de un salto y conteste sin acercarme a la puerta.

-Em si, ya salgo.

-Okey - dijo y después escuche pasos alejarse.

Respire hondo, me acerque al lavabo y abrí el grifo nuevamente, me moje como la última vez y después me seque con la toalla que estaba ahí.

Respire hondo una vez más y luego salí del baño.

La mesita del living estaba ya puesta con vasos, servilletas de papel y cubiertos.

-Ahí estas - dijo Yeonjun saliendo de la cocina con dos platos en cada una de sus manos, se acercó a la mesita y deposito los platos allí - Ven a comer - me dijo, me acerque despacio y me senté en el sillón, el al lado mío.

La comida fue algo silenciosa algunas veces lo cachaba mirándome pero rápidamente desviaba la vista, termine de comer y deje el plato en la mesita y me limpie con la servilleta.

-Gracias por la cena, estuvo deliciosa - sonreí.

Este se llevó un poco de Spaghetti a la boca manchándose la comisura de los labios. No pude evitar soltar una pequeña risita.

-¿Qué? -pregunto.

-Solo... es que... tiene salsa en el labio -  toque mi labio señalándole el lugar.

Lo que ocurrió fue un impulso, no sabía por qué lo había hecho, no pensaba en eso momento solo me quede mirando sus labios y lo deseables que se veían cubiertos de salsa.

Me acerque a él y lamí la salsa que estaba en su labio, pero rápidamente me lleve una mano a la boca, como cayendo en lo que acabada de hacer, él tenía los ojos bien abiertos sin pronunciar palabra.

-Dios... yo... yo lo siento - dije casi en susurro, dios mi mejillas tomaron color ¿que acababa de hacer? ¿Por qué lo hice? Dios esto no estaba para nada bien.

- Creo que mejor me voy.

Sin mirarlo a los ojos me levante del sillón tome mi chaqueta y mi mochila y camine a la puerta pero cuando estaba por tocar el picaporte, Yeonjun me agarra del brazo, me gira haciendo que mi cuerpo quede pegado al de él, coloca una mano en mi cintura y la otra en mi nuca y planta sus labios sobre los míos.

Ese sabor dulce de sus labios me estaba cautivando, me encantaba como nuestros labios se hacían uno, como nuestras lenguas bailaban una bella melodía que solo ellos oían, llámenme tonta pero sus labios eran el mismísimo paraíso.

Coloque ambas manos sobre sus rostro atrayéndolo más a mí, tambaleándonos Yeonjun nos dirigió al sillón nuevamente, por falta de aire nos separamos pero al instante volvimos a juntar nuestros labios, Yeonjun me acostó con cuidado en el sillón, el arriba mío, aunque estaba con ropa, aun podía sentir lo caliente que estaba él.

Deseoso de algo más...

Mi alumna favorita (Yeonjun y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora