Capítulo 8

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La mano de Yeonjun estaba en mi nuca, nuestros labios juntos, nuestras lenguas rozaban de una manera exquisita, mis dedos estaban entrelazándose con su cabello, dios, era suave y olía muy bien

Yeonjun comenzó a bajar su mano, paso por mis costillas y se detuvo en mi cadera, la apretó un poco con fuerza, asiéndome subir un poco más para que su cuerpo se acomodara mejor arriba mío, abrí mis ojos ya que estaban cerrados.

-Yeonjun - dije aun con sus labios sobre los míos - Yeonjun - volví a repetir.

-¿Qué? - pregunto en susurro sin despegar su boca de la mía, dios sus labios eran tan adictivos y sabían tan bien.

-Debemos parar - Yeonjun se alejó de mi para mirarme a los ojos, si lo amaba, era tan lindo y sabía que si lo hacíamos ahora el me cuidaría, pero no podía no estaba preparada, todo ocurrió tan rápido y deprisa que no me esperaba nada de esto, aunque yo lo empecé.

-Claro, perdón - dijo y se levantó de mi cuerpo.

-No, espera - lo agarre de la nuca para que se acercara a mi cara, nuestras frentes quedaron juntas y nuestras miradas se conectaron.

- Muero por hacerlo contigo, pero es que no estoy preparada... ahora - suspire y agache la mirada.

-Hey - dijo y agarro mi mentón y levanto mi rostro para que lo mirara directamente a los ojos.

- No quiero obligarte a nada, si no estás preparada lo entenderé, no quiero que creas que solo quiero estar contigo por sexo, no, yo quiero... quiero algo serio contigo ¿Tú quieres? - pregunto mirándome fijo a los ojos y tragando saliva algo nervioso.

Mordí mi labio ligeramente, me acerque a él, con mis brazos rodee su cuello y le plante un beso, haciendo que el caiga para atrás apoyando su espalda en la base del sillón, me separe de él y apoye mi frente en la suya.

¿Eso responde tu pregunta? - pregunte con los ojos cerrados.

Escuche la melodiosa risa de Yeonjun y sentí como me abrazaba con fuerza, por dios esto era tan irreal, todavía no caía en la cuenta de lo que ocurría, abrí mis ojos y bese sus labios una vez más.

Los minutos pasaron y estábamos los dos recostados en el sillón, mi cabeza reposaba en su pecho y el mentón de él estaba apoyado en la coronilla de mi cabeza, el olor a su perfume se filtraba por mi nariz erizando mi piel.

Mis ojos comenzaban a cerrarse, pero rápidamente los abrí.

-¿Qué hora es? - pregunte sentándome en el sillón.

-Las 21:30 pm - mencionó Yeonjun mirando su reloj de pulsera.

-Es tarde, debo irme - dije levantándome del sillón, agarre mi chaqueta y me la puse.

-¿Quieres que te acompañe? - pregunto Christopher parándose del sillón y caminando en mi dirección.

-No, tranquilo, tomare una taxi - agarre mi morral y abrí la puerta, y me detuve en el marco de esta.

-¿Segura? Ya es tarde y no quiero que te suceda nada - expresó y me abrazo por la cintura acercándome a él, solo sonreí.

-Si segura, tomare un taxi acá afuera, además, no podemos dejar que nos vean juntos, eres mi maestro - Yeonjun hizo una mueca con la boca.

-Cierto - apoyo su frente en la mía.

-Mañana vendré y hablamos de eso ¿Sí? -pregunte cerca de sus labios.

-Sí - dijo con una sonrisa y se acercó más a mí para que nuestros labios al fin se unieran.

Por falta de aire nos separamos, le sonreí y me solté de su agarre, camine por el pasillo, pero volví y me colgué de sus cuello para besarlo nuevamente, este me abrazo por la cintura y me elevo un poco del suelo.

-Ahora sí, adiós - le di un rápido beso después volví a caminar por el pasillo ya para irme a casa.

(...)

Entre a casa y cerré la puerta atrás mío y me apoye en esta, dios el sabor de los labios de Yeonjun seguían en mis labios, fue tan hermoso lo que paso, tan irreal, tan...

-¿En qué piensa señorita? - pregunto Mika al lado mío, sacándome de mis pensamientos.

-Nada, Mika, nada - dije con una pequeña sonrisa caminando a las escaleras para subir a mi habitación.

-¿La paso bien esta noche? - pregunto, me gire para verla y con una sonrisa enorme en mi rostro conteste.

-La mejor, Mika - subí trotando las escaleras a mi cuarto.

Entre, deje mi chaqueta y mi mochila en el suelo y me dirigí a mi librero, de allí agarre mi osito de peluche que mi madre me había regalado cuando tenía 8 años, fue el mejor regalo que me había dado en la vida, me acosté en mi cama, mirando el techo, abrazando mi osito \" gogo \" le había puesto, no sabía de donde lo había sacado ese nombre pero me gusto y por eso le puse así, sentía una extraño dolor en pecho, era algo combinado entre alegría y tristeza.

Esto estaba ocurriendo, era verdad todo lo que paso o solo fue un hermoso sueño.

Me acosté en forma fetal y cerré mis ojos fuerte. Abrazando a gogo fuerte sobre mí pecho.

-Dios, que no sea un sueño - pedí antes de quedar profundamente dormida.

Mi alumna favorita (Yeonjun y Tú)Where stories live. Discover now