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Lo que más diferenciaba a Soobin de Beomgyu, es que este, al no estar acostumbrado a hacer vida social y hablar con gente externa a su familia de forma regular, se volvía difícil el identificar cuando un sentimiento es diferente de los otros, porq...

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Lo que más diferenciaba a Soobin de Beomgyu, es que este, al no estar acostumbrado a hacer vida social y hablar con gente externa a su familia de forma regular, se volvía difícil el identificar cuando un sentimiento es diferente de los otros, porque obviamente no es algo regular para aquella persona. Mientras que al ser una persona más extrovertida, el identificar cuando algo lo hacía sentir distinto a lo demás era un trabajo mucho más sencillo, porque podías notar esas diferencias.

Así que solo uno de ellos sería capaz de identificar a su pareja destinada.

Beomgyu siempre fue muy alegre y expresivo. Nunca había sentido mucha vergüenza por nada en su vida, bueno, exceptuando las cosas que su madre hacia y decía sobre él, ella siempre lograba que quisiera esconderse en algún rincón oscuro. Era muy sociable también, no se le dificultaba el hacer amigos de la edad que sean, podías colocarle un bebe en frente y a los segundos ya estarían jugando muy amenos.

Su profesora siempre le había dicho que un omega no debía cometer tantas travesuras, que debía verse delicado y necesitado de protección para atraer a algún alfa, pero la verdad eso no le interesaba, porque él estaba seguro de que su pareja llegaría a su tiempo, sin necesidad de apresurar las cosas.

Tuvo algunos pretendientes en parte de su adolescencia, pero absolutamente ninguno pudo hacerle sentir aquellas mariposas en el estómago que narraban esos libros románticos de su madre, ni siquiera le hacía temblar o ponerse nervioso el estar en presencia de alguien atractivo o amigable. No le producían nada, no como Soobin.

Beomgyu debía admitir que en realidad ya conocía a Soobin desde antes, claro que no en persona, pero algo es algo. Fue ese día que Yeonjun le invitó a su casa porque el mayor quería desahogarse con alguien de su amor no correspondido, que al estar buscando el baño, Beomgyu se metió sin querer a una habitación, una que por cierto olía demasiado bien para ser verdad. No quería ser entrometido, pero en el nacía esa necesidad de buscar e impregnarse de aquel olor.

Mientras caminaba viendo los alrededores, se topó con algunas fotos, la mayoría de ellas evidenciando su antigüedad debido a los desgastados bordes del marco, pero había una que parecía reciente, una de la cual no podía despegar su atención por aquellos ojos tan oscuros como la noche y tan llamativos como las estrellas.

— Si nadie se entera, nada pasó — se dijo a si mismo, tratando de excusar su comportamiento inapropiado y liberar un poco la culpa de estar hurgando en cosas ajenas.

Con extrema delicadeza tomó aquella fotografía, buscando que las caricias que le daba a ese pequeño rostro impreso se traspasaran a su dueño. Sonrió como siempre que hacía alguna travesura.

— Creo que valió la pena esperar tanto, al fin te encontré — le apretó contra su pecho — ¿Es él, no? — preguntó a su animal interno, recibiendo tan solo un fuerte ronroneo.

— Mmmm

— Mmmm

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꒰ meow! : soogyu !!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora