Si lo pensaba mucho se iba a arrepentir, así que simplemente caminó hacia el bosque con su bolsa.
Tan solo esperaba que Hipo no mencionara nada, ni pregunte, porque le iba a dar pena y se iba a ir.
Fue a donde lo había encontrado la ultima vez, pero no había nada ni nadie allí. El dragón se había movido.
Observó el bosque a su alrededor, buscando algo que le dé un indicio de donde se fue, pero al no ver nada, se derrumbo en el suelo, contra una roca, abatida.
Ya se le habían ido las ganas. Quizás era una señal del destino que le decía que...
Su vista y mente se desviaron a algo en el suelo. Era pequeño y parecía una hoja pero era negro por lo que descartaba esa posibilidad. Se acercó, gateando, y lo tomó. Era una escama.
Una escama negra.
Buscó con la mirada en el suelo y encontró más iguales a esa.
Con una sonrisa se puso de pie y comenzó a seguir las escamas.
Se detuvo cuando llegó al borde de la montaña. Más abajo había un claro donde había un lago también.
Pudo ver, descansando encima de una gran roca, al tan peligroso dragón del que tanto se hablaba. El Furia Nocturna se encontraba dormitando tranquilamente, así no parecía un dragón capaz de arrancarte la cabeza o hacerte pedazos con uno de sus ataques.
Al no ver a Hipo, se apoyó en una roca, decidida a esperarlo.
En un rato, sus ojos empezaron a cerrarse, anoche no había dormido bien por quedarse pensando.
Ni siquiera se dio cuenta cuando había dejado de cabecear para quedarse dormida.
ㅤ
ㅤ
ㅤ
ㅤ
ㅤ
ㅤ
ㅤ
ㅤ
ㅤ
ㅤ
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
ㅤ
ㅤ
ㅤ
ㅤ
ㅤ
ㅤ
ㅤ
ㅤ
ㅤ
ㅤ
Cuando Hipo llegó al claro donde había dejado al dragón la ultima vez, no se esperó que Sigrid se encontrara ahí, durmiendo en una roca.
