A es de Awestruck (embobado/a)

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Cada vez que Erza miraba a Natsu, estaba enbobada.

Erza no sabía cuándo empezó. Había pensado que solo era un sentimiento fugaz, nacido del calor del momento, y que desaparecería con el tiempo. Pero la mayoría de las veces las circunstancias traerían ese sentimiento a la superficie, y... de alguna forma más fuerte que nunca.

Era amor, no tenía dudas al respecto. Sí, había sentido amor antes, pero sabía ya por una amarga experiencia que sólo la conduciría al sufrimiento. Su infancia había estado totalmente definida por el amor y la traición que vino de este mismo. Pero una parte de ella sabía que este amor no era algo a lo debería temer.

Porque era amor... por Natsu Dragneel.

Esto había comenzado hace mucho tiempo. No podía recordar desde hace cuanto, pero había algo en el Dragon Slayer que encontraba adorable, aunque eso no equivalía al amor. Pero aún así, era solo el comienzo.

Sus sentimientos quedaron bastante claros cuando Natsu irrumpió en su juicio, vestido exactamente igual a ella, condenándolos a ambos a una noche en prisión. Y qué noche -  ellos obviamente no habían hecho nada, pero estar cerca de él era... reconfortante, como si las preocupaciones del mundo fueran completamente ajenas a ambos.

Entonces llego la noche predestinada: la batalla en la Torre del Paraíso contra su primer amor, Jellal Fernandes, poseído por lo que se creía que era el espíritu del Mago Oscuro Zeref. Rápidamente ella habia tomado la ventaja, pero al final, su amor la detuvo. Tal vez... si ella hubiera actuado, Siegrain hubiera desaparecido y podría haber provocado que el Consejo se diera cuenta de que algo andaba mal y que detuviera el disparo del Etherion rápidamente.

Pero no. Su amor había condenado a todos los que alguna vez le habían importado. Hasta que él apareció. Aquel adorable idiota pelirosado apodado con el nombre de Salamander.

Natsu. Su Natsu. El dragón que, sin saberlo, se había convertido en su caballero de brillante armadura.

Su simple presencia fue suficiente para hacer añicos el mundo que los rodeaba, aunque solo fuera por un momento. Como aquella noche que pasaron en la cárcel.

Natsi luchó a la par con Jellal durante un tiempo, una hazaña realmente impresionante. Después de todo, "Siegrain" se habia convertido en un miembro de los Diez Santos Magos, y este solo era una fracción del verdadero poder de Jellal. Pero eso no es lo que asombró a Erza.

Natsu solo era capaz de lograrlo porque estaba luchando para protegerla. Solo por ella, desafió a todas las probabilidades, llegando a extremos nunca antes pensados por ningún otro mago antes que él, el mayor de los cuales fue comerse el Etherion. Ese impulso de poder fue más que suficiente para derrotar a Jellal y poner fin a su malvada ambición.

Lamentablemente, la torre comenzo a inestabilizarse, por lo que Erza decidio sacrificarse para salvar a todos. Por supuesto, Natsu no iba a  aceptar eso, así que fue tras ella.

Aunque lo medito mas adelante, Erza aun no estaba segura de si la visión de su propio funeral era lo que podría haber pasado o era lo que su subconsciente le quería hacer creer, pero Natsu era el único que se negaba a aceptar su muerte. Hablaba de ella con el furor de un amante.

Y entoces, se despertó en los brazos de Natsu. El único pensamiento que tenía en esa situación era que estaba a salvo y que nadie la lastimaría mientras él la abrazara. Hasta ahora, solo se había sentido segura con su confiable armadura —ni siquiera Gray (uno de los pocos que conocia sus inseguridades) había podido ayudarla— pero gracias a este gesto, entendio que sin duda alguna estaba enamorada de Natsu Dragneel.

Ahora se preguntaba si Natsu sentía lo mismo por ella, o si solo era su complejo de héroe lo que lo habia impulsado a actuar. Pero sus temores se disiparon cuando ella le preguntó si todo lo que había hecho había valido la pena , junto a todo el dolor y el sufrimiento que estaba sintiendo.

Natsu aun sufrienfo por  su enfermedad inducida por el Etherion, le sonrió débilmente y dijo: "Por ti, haría esto y más"

Habia sido una sola frase, pero esta le había quitado todas sus dudas.

La gente sabía que Natsu le temía y respetaba a Erza, y que deseaba superarla, tal vez incluso ese deseo de superarla era más fuerte que su deseo de encontrar a Igneel.

Y ese conocimiento sólo hizo que ella lo amara aun más.

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Cada vez que Natsu miraba a Erza, quedaba enbobado.

Natsu no sabía nada sobre el género femenino cuando llegó al gremio hace siete años. Sin embargo, sabía que cierta maga de cabello escarlata era realmente hermosa, aunque un poco aterradora.

No sabía qué hizo que Erza se interesara por él, pero estaba realmente agradecido por eso. Al principio, ambos se trataban como iguales, aunque Erza era claramente más fuerte que él. Tan fuerte, que logró convertirse en una maga de clase S a una edad muy temprana.

Fue entonces cuando Natsu decidió que derrotaría a Erza, su inspiración escarlata, y demostraría ser digno de sus elogios.

Pero a pesar de que Erza era realmente hermosa, lo que a Natsu más le gustaba de ella era su personalidad: severa pero amable, verdaderamente digna de ser conocida como "La Reina de las Hadas". No tenía miedo de utilizar la fuerza si era necesario, pero nunca dejó que se le subiera a la cabeza. Para ella, el mero hecho de que fueras miembro de Fairy Tail te hacía un igual ante sus ojos.

Natsu tuvo la suerte de poder llamar a Erza su amiga, pero hasta que logrará derrotarla en una batalla, mantendría sus verdaderos sentimientos para sí mismo, aunque casi había dejado escapar su secreto en algunas ocasiones, su favorita fue ocasionada por su enfermedad inducida por el Etherion. Se sintia como si estuviera dentro de un tren a máxima velocidad durante todo ese tiempo, pero la bella sonrisa de Erza hizo que valiera la pena.

Sin embargo, justo antes de las Pruebas de Clase-S, compartieron un momento de reflexión que de alguna manera terminó con un beso. No fue nada, solo un suave e inocente beso en los labios. No lo habían vuelto a mencionar, pero ese beso solo reafirmó su deseo de derrotarla y demostrar que era alguien que podía protegerla.

Después de todo, prometió que lo haría. Y mantendría esa promesa, contra viento y marea.

CONTINUARA...

El ABC de Natsu y ErzaWhere stories live. Discover now