Epílogo

26 1 1
                                    

-Mucho gusto, soy Kim Namjoon, profesor de arte.

-¿Qué?- lo miraste y miraste su mano extendida frente a vos.

-Que soy profesor de arte ¿tan difícil es de creer eso?- se río- ¿podemos empezar de nuevo? Estamos en un museo, como aquella vez- llevó su mano derecha a su pecho y levantó la izquierda- juro solemnemente, frente a todas las obras que nos rodean, que no voy a dejarte nunca mas. 

Todavía te reías al pensar en ese momento a pesar de que ya habían pasado tres años.

Y lo cumplió.

Después de ese reencuentro cada uno volvió a su hogar para arreglar sus asuntos y volvieron a acordar una reunión para dos meses después, en el mismo lugar de siempre. ¿Tenían un plan? Casi, aunque el nombre de punto de partida describía mejor la situación.

Cuando volvieron a encontrarse para vivir lo que él llamó "segunda vuelta", no sabías de que se trataba, la única indicación que recibiste de él fue llevar un maleta con ropa y tus objetos más preciados:

-tus cámaras.

-tus fotografías.

-y el libro que te dio.

Realmente no necesitabas nada más, porque finalmente sentías que lo tenías todo.

-Bien ¿te cuento de que va esto?- sacó de su maletín dos folletos- de más está decir que vas a venir conmigo, a vivir, juntos- te tomó la mano- y además se, que hace mucho tiempo queres estudiar fotografía, pero como siempre, nunca te pusiste en primer lugar y te conformaste con los vídeos tutoriales de youtube.

-Bueno, pero tan mal no me fue ¿verdad?- ambos se rieron.

-Tenes razón, no te lo voy a negar, pero los dos sabemos que eso no era lo que vos querías.

Y tenía razón. Fueron muchas las veces en las que le contaste que querías profesionalizarte, obtener un título y hasta dar clases, pero nunca nadie te apoyó y el tiempo pasó.

Nadie excepto él.

Por eso te contó que ya te había anotado en el curso de Licenciatura en Fotografía en la universidad donde él es profesor. Usó sus influencias, habló directamente con los encargados de la carrera, les mostró tus trabajos y todos quedaron maravillados, estaban ansiosos por conocerte y conocer tu manera de trabajar.

( https://www.youtube.com/watch?v=wrWmKdsDRNA )

Los siguientes tres años fueron casi igual, o incluso mejor, a aquellas películas de amor cliché que solías mirar y el tipo de amor con el que anhelabas alcanzar.

Cada mañana amanecías y lo primero que veían tus ojos era él, sus labios eran lo primero que besabas todos los días y lo último antes de irte a dormir.

Tanto tiempo habías deseado eso, y siempre lo supiste pero lo habías reprimido por miedo, miedo a ser rechazada por la persona que más amaste en tu vida, tu gran amigo, tu confidente, y ahora, el amor de tu vida.

La vida nunca había sido tan perfecta.

El amor jamás había sido tan sencillo.

Los fines de semana solían salir a recorrer nuevos lugares, explorar la naturaleza, conocer museos, descubrir diferentes cafeterías y su menú especial del día.

quedándote o yéndote.Where stories live. Discover now