Capítulo V

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—Es que, ¿cómo se te ocurre? —al parecer quien recibió el sermón fue Mello.

—Cállate Matt, además se le notaba incómodo, no iba a obligarlo a permanecer aquí conmigo si no quería —el rubio se cruzó de brazos mientras fruncía el seño como un niño.

—No me refiero a eso Mihael, pudiste haber sido más cortés, ofrecerle algo yo que se, al menos usa tu cerebro una vez en la vida —y no, está vez el pelirrojo no tenía miedo de recibir un golpe por parte de su amigo después de lo que dijo.

—Sabes como es Near, cuando le ofreces algo siempre se niega, le ofrecí agua y no aceptó.

Mail suspiró pesadamente, adoraba a su mejor amigo pero este realmente podía pasarse de idiota.

—Pudiste haberte comportado mejor, él te quiere —Mello ni siquiera miraba a Matt a los ojos, estaba furioso odiaba que se pusiera a reprenderle por cualquier cosa— B. me dijo que Near se veía desanimado cuando llegó a casa, al menos ¿podrías ser más amable con él? Con esa cara espantas a cualquiera.

—Jódete Matt, siempre he sido así, no veo porque hasta ahora vienes a molestar con que me haga el lindo con ese enano, desde que eramos amigos siempre nos tratábamos así —alegó el rubio— además, yo no sé sobre esas tonterías cursis, créeme que con solo verte a ti y a Beyond hacen que me den ganas de vomitar.

El chico de los goggles le vio con los ojos entrecerrados, acercándose a su amigo quien estaba sentado en la cama.

—¿Qué demonios vio la pequeña bola de algodón en ti? —soltó con sinceridad— Near realmente me decepciona, mira que gustarle alguien como tú.

—¿Quieres que te golpee?

—Pudo haberse enamorado de un chico atento, alto, guapo y musculoso, pero mira lo que es la vida, te eligió a ti —dijo el pelirrojo queriendo fastidiar más a su amigo— creí que la pelusita tenía gustos más sofisticados.

—Matt será mejor que salgas corriendo si no quieres que te estrangule —dijo su amigo fastidiado por el comentario.

Y es que Mello sabía que Matt tenía razón, todo este tiempo estuvo evitando a Near desde que le confesó sus sentimientos, el que llegara a dejarle los libros lo tomó por sorpresa, no creyó que el tonto de su profesor se los diera a él, en parte la culpa la tenía el pelirrojo porque sabía que debía traérselos, sin embargo prefirió olvidarlos e irse con el tonto de su novio.

Recuerda que después del accidente llegó a sentirse un poco mal y no por el hecho de que el cuerpo le doliese, era porque en todo ese tiempo el albino no se había molestado en saber sobre su estado, no recibió ninguna llamada o mensaje por parte de él, supuso que aún seguía enojado después del rechazo que recibió, a lo mejor debió ser un poco más cauteloso a la hora de decirle que no correspondía su declaración.

Había sido citado en el jardín del instituto por Near, al llegar lo vio parado debajo de un árbol mientras el viento soplaba y alborotada ligeramente su blanco cabello.

—Hola pelusa —habló animado, sin embargo el albino no contestó, parecía nervioso— ¿de que querías hablarme?

—Mello, ¿alguna vez has guardado algún secreto, pero llega un punto en el que no puedes ocultarlo más? —contestó con calma.

—¿De qué estas hablando enano? —cuestionó curioso frunciendo el seño, Near no era así, era como si las palabras costaran que salieran de su boca— ¿estás bien?, ¿te han hecho algo?

—Has escuchado los rumores, ¿no es así? —Nate ignoró su pregunta, viéndole esta vez a los ojos— no quería mencionar nada pero creo que es momento de aclararlo.

—Near, no —Mello sintió su corazón acelerado, no quería escucharlo, cada vez que oía sobre eso le dolía la cabeza.

—Mello...

—¡Basta!, no sigas —reprochó, quería que ese rumor no fuera cierto, tenía miedo de lo que pudiera pasar después, con su amistad, con todo.

—Mello, yo... me gustas, estoy enamorado de ti.

—¡No!, estas dejándote llevar por esos tontos rumores Near, incluso Matt trató de convencerme que tú... —pausó mientras apretaba los puños.

—Perdóname, mi corazón te eligió a ti, no puedo desaparecer este sentimiento a la fuerza—el albino bajó la cabeza, sabía lo que el rubio le diría.

—Lo siento, pero no puedo corresponderte —dijo Mello dándose la vuelta decidido a regresar con su mejor amigo, pero antes se detuvo, no sabe porque le dijo lo siguiente al pequeño— será mejor que olvides todo esto que pasó aquí.

Concluyó y después de eso ya nada fue como antes.

La incertidumbre del porque se negó a la primera seguía ahí, Near era su amigo, se llevaban muy bien, lo adecuado hubiera sido hablar las cosas claramente, pero como Mihael siempre suele ser impulsivo, dijo lo primero que se le vino a la mente, al menos estaba consciente de que la había regado, nunca se ha enamorado de alguien, recuerda que un par de veces varias chicas quisieron acercársele pero terminaba por ahuyentarlas, decía que solo lo hacían para molestarlo.

Se sentía culpable, porque su mejor amigo desde hace mucho tiempo le mencionó acerca de que posiblemente Near gustaba de él, no quería, se negaba a aceptarlo, pero cuando notó ciertos cambios de actitud en el más joven, sintió miedo, nervios e incluso vergüenza de que el albino se enamorara de su persona. El mayor error que pudo haber cometido desde ese instante fue alejarse, solían compartir asiento juntos en clase, hasta que no soportó más y regresó a su antiguo asiento junto a Matt.

No solo le dolió alejarse de Near, también le dolió ver como el compañero nuevo se sentaba junto a él dado a que antes no dejaba que ninguno se sentara en el que alguna vez fue su lugar, apretaba los puños de rabia al ver como el nuevo intentaba entablar conversación, incluso compartieron el almuerzo en la cafetería, desde hace tiempo no había visto al enano sonreír con alguien, al parecer el tal Minoru era una excepción, cada vez que Matt regresaba del instituto le contaba como había estado su día, a veces le contaba sobre sus citas con Beyond cosa que a Mihael le aburría hasta el punto de casi quedarse dormido.

Y hablando de citas, el fin de semana que su amigo salió con B. tampoco se esperaba que Matt regresara con una caja de brownies, los recibió dudoso porque no sabía de dónde pudo haberlos conseguido ya que pensaba, podían tener algo raro, por suerte estaba equivocado.

—Near los hizo para ti —habló el pelirrojo mientras buscaba su pijama y una toalla para meterse a bañar— más vale que le agradezcas o te los quitaré.

Mentiría si dijera que no le sorprendió o le hizo feliz el gesto del albino, al abrir la caja se encontró con los deliciosos brownies junto con una pequeña tarjeta que decía "para mi querido Mello" por supuesto no dudó en enviarle un mensaje agradeciéndole, hablaron por corto tiempo hasta que Near ya no contestó, suponiendo que se había quedado dormido.

—¿Has visto a Snow?, no la encuentro por ningún lado —interrumpió Matt sus cavilaciones, Mello ni siquiera se percató cuando salió de la ducha.

—Acaba de estar aquí —su mirada se dirigió a la ventana— Matt...

—Dime —le vio mientras se secaba el cabello.

—La ventana está abierta, debió salir otra vez, pero es extraño, nunca sale dos veces el mismo día.

—Bien, supongo que ya aparecerá por ahí —sonrió viendo como su amigo volvía a perderse en su mente, la visita de la pequeña pelusa le había dejado en que pensar— amigo lo digo en serio, deberías hablar con Near, arreglen las cosas, si no quieres nada con él pues déjaselo claro y ya.

—Déjame pensarlo bien ¿de acuerdo?

—Claro amigo, confiaré en que sabrás hacer lo correcto.

****

Aparentemente todo estaba bien, pasó un mes desde que Mello tenía enyesada la pierna, gracias a los medicamentos los dolores disminuyeron bastantes, los raspones iban desapareciendo con el tiempo y gracias a la ayuda de un ungüento es que la cicatrización ha sido rápida, como siempre Matt no estaba en casa, esta vez no fue por una de sus citas con Beyond, desafortunadamente había sido despedido de su anterior trabajo y tuvo que salir en busca de otro, lo cual era complicado y algo tedioso para el pelirrojo. Mello por su parte se había despertado de mala gana, lo cual ya era habitual, su mejor amigo le dijo como sugerencia que dedicara el día solo para él, para que no estuviera agobiándose más con ciertas situaciones. Ahora que estaba más que acostumbrado a andar con ese molesto yeso talvez era buena idea salir un rato para poder despejar su mente.

Antes se daría una rápida ducha, no sin antes buscar en la cocina una bolsa plástica para poder cubrir su pierna enyesada del agua, al principio se le dificultaban muchas actividades, entre ellas bañarse pero Matt estuvo alentándole con que podía hacer eso y mucho más, gracias a sus palabras y a sus amenazas de que ya no le traería más chocolates decidió esfumar ese miedo.

Después del baño se colocó ropa ligera debido al calor que hacía, además de que no podía vestir sus pantalones de siempre, normalmente cuando estaba en casa usaba unos shorts y una camiseta negra, esta vez haría una excepción. Mientras peinaba su cabello pensó en que tal vez le vendría bien un corte, las hebras rubias le llegaban un poco abajo de sus hombros.

—Aunque no se me ve tan mal —se dijo a sí mismo— supongo que tendré que recogerlo, el clima esta insoportable y no quiero sudar como un cerdo —finalmente terminó haciéndose una cola.

Vio como la pequeña Snow entraba con elegancia a la habitación, dirigiéndose hacía Mihael, el rubio suspiró pesadamente, cuando sintió como esta se restregaba en su pierna.

—Bien, bien ya te daré de comer.

Recordó la vez en que salió a mitad de la noche, ni él ni Matt habían imaginado que la gata siguió en todo su trayecto al albino a casa, supieron eso al día siguiente que Near fue a dejarla, disculpándose con Matt por que tal vez estaba preocupado por ella.

Dejó a Snow en casa con algo de comida y agua, Mihael tomó las llaves y salió, no tenía idea de a donde ir pero dejaría que su instinto lo llevara a cualquier lugar, de igual forma compraría algo de comer.

En el camino vio una tienda de dulces, pero no era cualquiera era más bien una chocolatería, algo que llamó la atención de Mello fue una caja de color café con un moño amarillo con distintos bombones, por lo elegante y sofisticada que se veía debía valer mucho, leyó la marca de estos que era "Godiva", si, no eran chocolates cualquiera, aún así no dudó en que serían deliciosos.

—¿Me compras unos, mi vida? —escuchó a su lado, había una pareja de chicos también estaban fascinados viendo los diversos caramelos.

—Por supuesto, todo sea por ti — habló el otro muchacho.

Vio como entraron a la tienda, los dos parecían felices, quizás tenían una cita, escogieron una de las cajas que Mello había estado observando, pagaron por ella, en ese entonces cuando el chico más pequeño tomó la bolsa y estiró la mano, el rubio pudo darse cuenta que llevaba un bonito anillo en el dedo anular de la mano izquierda, rápidamente vio a la otra persona que iba con él y portaba uno igual, eran un matrimonio, esos dos chicos, estaban casados.

La imagen de Near apareció en su cabeza de repente ¿por qué? No tenía idea. Al igual que las palabras de su mejor amigo hace mucho tiempo.

—Beyond y yo somos como un matrimonio —sonrió al ver como Mello le veía curioso— cuando viene de visita y se queda en mi casa, a veces él prepara la comida o en otras ocasiones suelo hacerlo yo, a pesar de que ninguno de los dos tiene talento culinario hacemos lo que podemos. También nos turnamos para lavar la ropa o hacer el quehacer, es apoyo mutuo.

—¿No te aburres? —cuestionó Mihael dándose cuenta de lo complicado que podría implicar el estar casado.

—No cuando tienes a la persona correcta a tu lado, me refiero a que, si estás realmente enamorado, nada te aburrirá, siempre y cuando el amor siga ahí.

—¿Llegarías a casarte con Beyond en algún momento?

—Por supuesto, no lo dudaría, es el amor de mi vida, nada me haría más feliz que unirme a él.

En ese entonces no entendía a Matt, las palabras cursis que salían de su boca no las comprendía, Mello siempre fue creyente en que nunca se casaría, hoy en día sigue con la misma idea, sin embargo le sorprendió que alguien finalmente gustase de él, mucho menos se lo imaginó de Near.

—¿Seré yo la persona indicada para Nate?

KILIG [MelloxNear]Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt