CAPITULO 12

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Las siguientes semanas para Iruka fueron un poco más calmadas, pudo pagar un 75% a los cobradores que lo dejarían de molestar por unos cuantos meses y pudo ordenar un poco más su local y su departamento agregando detalles. Hasta pudo darle un poco más de dinero a su empleado.

La entrega del pastel sería en dos semanas y días antes ya estaba preparando, el pastel tenía forma de una auto McLaren color naranja con el color que le gusta a Naruto y todo estaba hecho de chocolate. Casi le tomo dos días completos antes de la entrega pero lo logró.

Un día antes, Kakashi llamo para confirmar el pastel, su invitación y la hora para que esté todo preparado. Ese mismo día, Iruka se partía la cabeza por el regalo de Naruto, hasta que consiguió lo “más probable que pueda agradarle a un niño” y espero hasta el día de la fiesta.

A partir de las dos de la tarde, Iruka escucho que la puerta de su local se abrió por el sonido de la campanilla, pensó que sería un cliente que vendría por algo aunque el letrero de cerrado este a la vista y salió para verificar.

— ¿Listo? —pregunto Kakashi mirando de pies a cabeza a Iruka.

Iruka vestía como un muchacho, con un abrigo blanco que llegaba a sus muslos, un pantalón negro no tan ajustado, zapatos blancos y su coleta con dos mechones de cabello que colgaban en su frente.

— Buenas —saludo Iruka y dio un respiro.— Si ya está todo, el pastel está empacado y estoy apagando todo en la cocina.

— Bien, lo llevaré al auto —dijo Kakashi apartando rápido la mirada en Iruka.

Tomó el pastel del mostrador y salió. Iruka se quedó pensativo por la manera que reaccionó Kakashi y sonrió, parece que tampoco está muy cómodo con el encuentro después de mucho tiempo. Luego, Kakashi volvió a ingresar.

— Bueno, si ya está todo, podemos irnos.

— Si-no, espere.

Iruka sabía que estaba olvidando algo y regreso a la cocina. Kakashi espero por unos minutos e Iruka salió del mostrador con una caja no tan grande y parecía pesada, y la puso en unas de las mesas de local.

— No sé si este regalo le agradará a Naruto.

Kakashi se acercó y miró el interior de la caja. Después miro a Iruka que tenía un pequeño rubor sobre sus mejillas y soltó una carcajada.

— No era necesario el regalo, era suficiente con tu presencia.

— No iría con las manos vacías. —Iruka arqueó una ceja.

— Después de todo le gustará porque tendrá regalo doble en una sola envoltura.

Iruka analizó las palabras de Kakashi y después se rió cuando al fin entendió lo que trataba de decir. Tomo la caja con cuidado y salió junto a Kakashi que se encargó de cerrar bien el local.

Se subieron al auto y se fueron del lugar. Pasaron por caminos cortos, tomando atajos para llegar más rápido porque su celular no dejaba de sonar y ya sabía la razón. Una hora de viaje y Kakashi se estacionó en un apartado de la casa.

El primero en bajar fue Iruka con la caja en la mano y quedó boquiabierta cuando miro lo extensa que podía ser esa casa. Después Kakashi salió y se puso al lado de Iruka que seguía sorprendido.

— ¿Qué ocurre? —pregunto Kakashi al notar que Iruka todavía seguía mirando la casa.

— La última vez que ví una casa así, fue cuando el señor que ayudaba a mis padres nos invitó a cenar.

— Tranquilo. —Kakashi rió.— Casi la mayoría de ancianos tienen este tipo de casa para que sus nietos vengan de visita.

— Ahora entiendo. —Iruka sonrió.— Por eso propusieron hacer la fiesta de Naruto aquí.

¿Mamá? | KakairuМесто, где живут истории. Откройте их для себя