My Despicable Rockstar | Chanho

🐰

Las cosas están tensas, admito mi parte de culpa por ello, estaba ebrio, en la habitación de un chico que lucha contra el alcoholismo, le canté una canción donde decía que es el único que me gusta en este lugar y después fui a discutir con mi jefe.

Resultados, Ji Yeong no me habla, lo comprendo, me confió a su chico de oro, pero que Christopher lleve tres días sin hablarme, eso no lo soporto, no es como si le pidiera casarse conmigo, tampoco me bañé en alcohol y le dije cómeme o algo así, esa noche me compró hasta tocino, cuando hubo tocino entre nosotros, creí que todo estaba bien, lo habíamos solucionado y sería olvidado, no fue así.

Estos tres días no me ha levantado para ir a trotar con él, no me pide que haga cosas como su asistente, no cena conmigo, así que volví a dormir en el sofá, pero, sobre todo, no discute conmigo, el muy cabrón solo no discute, me mira y sigue caminando, como si fuera una pared o alguna mierda así.

Aunque suene extraño y nunca lo admita en voz alta, extraño ser llamado culo bonito, las tres o cuatro palabras que dirige en mi dirección están acompañadas por un "Minho", nunca odié mi nombre, es genial como yo, pero ahora me molesta, él nunca me llamaba así y ahora parece que recién se aprendió el maldito nombre y no puede dejar de decirlo.

Pero me quedo a su lado, lo hago mientras escribe canciones, lo hago en los ensayos y cuando toma cualquier instrumento que pilla cerca y comienza a tocar, debo admitir que fue sorprendente verlo tocar piano, se veía sereno y perdido en su mundo, como si solo necesitara música para respirar, y aquí va una nueva confesión que no tengo planeado contar a nadie, el hombre es un gran músico, y puedo entender porque la gente lo ama, aun cuando es un idiota arrogante y más cerrado que Azkaban, ah si, comencé a leer Harry Potter, sin discutir con Christopher tengo mucho tiempo libre.

Ahora estoy leyendo esta fascinante saga, llegamos a una nueva ciudad, pero no podemos quedarnos mucho porque mi querido Christopher tiene una sesión de fotografías y una entrevista para una revista, así que vamos sentados en completo silencio, ese super cómodo al que él nos movió, pero me niego a seguir siendo ignorado, no por él al menos.

—¿Hasta cuándo me ignoras? —Pregunto y él sigue mirando por la venta, con los malditos audífonos puestos, así que quito uno y él se gira para mirarme con el ceño fruncido.

—¿Llegamos? —El idiota sabe que no porque el carro sigue en movimiento así que ruedo los ojos.

—¿Hasta cuándo me ignoras? —Vuelvo repetir y él trata de tomar el audífono de mi mano, pero lo alejo.

—No te ignoro —Responde con voz fría.

—Oh joder, lo haces, ¿por qué? si es por beber, me disculpo otra vez, no lo volveré a hacer. —Sus ojos me miran atentos, pero no dice nada y solo me enoja más.

—Deja de ignorarme... o al menos dime porque estas molesto. —Su mandíbula se aprieta y si no me acordara de todo de lo sucedido esa noche, diría que hice algo terrible.

—No es el momento. —Su mirada vuelve fuera y suelto un bufido.

—Es el único momento donde estamos solos y no puedes escapar ¿qué carajos te pasa? —Claramente no soy bueno para controlar mi enojo y él se da cuenta de ello.

—No ahora. —Dice sin mirarme y la rabia comienza a quemar más que nada en mi interior.

—Jódete, después no me va a interesar, llegaré a empacar mis malditas cosas y me iré a la mierda. —Su cuerpo se tensa unos segundos y después se gira tan rápido que no me deja reaccionar.