Porsche decidió irse de Tailandia, lejos de los problemas de su tio, con su hermano y sobre todo lejos de Kinn Teerapanyakul.
Pero con algo de él.
Khalan Kittisawasd y Ying Kittisawasd
Sus pequeños bebés, que significan su mundo y nada lo hará pensa...
Porsche decidio irse fuera de Tailandia, luego de la cruenta guerra que se armó, no podía, sobre todo cuando supo que tendría la sorpresa que tendría.
Y sobre todo cuando Kinn quería meter a su hermano al negocio y luego le dijo: no vengas a ponerte a un nivel, yo soy un Teerapanyakun y no lo dejaré porque tú me lo pides.
Hace un año, habia dejado Tailandia y con todo el dinero que tenia, podria vivir con su hermano y mantenerse por lo menos cerca de 3 años, aquí en Estados Unidos, en un sector residencial, tranquilo y alejado de toda Tailandia.
Para poder cuidar a su hermano... y sobre todo a...
Wuahhh – se levantó con pesadez, cuando oyó al bebé Khalan – wuahhh...
Porsche lo sacó de la cuna y lo mesió.
Siempre me haces esto... - susurró acariciando su cabezita de bebé – apenas tienes 3 meses y eres idéntico a tu padre...
Si hablas tanto de él, porque huiste – volteo a ver a su hermano pequeño – y me obligaste a venir contigo...
... - Porsche miro a su hermano – era necesario... no discutiré tu seguridad, la de Khalan y Ying...
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Solo huiste porque Kinn te dijo que no se casaría contigo – acuso Porchay entrando a su cuarto.
Porsche dejo al bebé y luego cargo a la bebé que se mantenía en silencio.
Luego los dejo en su cuna y acarició sus cabecitas con poquito cabello.
Mañana iré por comida para un Gai para ustedes – dijo viéndolos cada vez más me cuesta ir a la zona tailandesa...
Desde que llegó a Estados Unidos, buscó un lugar tranquilo y se ubicó en una zona residencial, ahí mientras aprendían ingles fluido, tambien buscó y empezó a comprar en la pequeña Tailandia, una pequeña zona donde residían un grupo de inmigrantes tailandeses.
Pero hace poco, habia visto movimientos extraños, por alguna razón sentía que era muy vigilado.
Pero su mayor problema era su hermano, Porchay no estuvo gustoso con nada de lo que hizo, desde trabajar como camarero, echar a su tio de la casa, volverse guardaespalda de Kinn y luego dejarlo y huir.
Se acostó con algo de molestia, a la mañana siguiente, despertó oyendo a Ying llorar y luego a Khalan, cuando se levantó, vio que era las 9 de la mañana, brincó buscado a Porschay, pero solo encontró una nota en la mesa.
Me fui temprano, ya desayuné, no quise molestarte, arreglaré todo, no molestaré más. Porschay.
Quiso entender a su hermanito, bañó a cada bebé y los alimentó con sus leches de formula, pero parecía que el niño amaba más la leche de coco, que la de formula común.
Ya iremos a comprar más leche de coco – limpió la carita de ambos – vamos...
Los vistió con ropita comoda y los acomodó en sus coches gemelar, salió arreglado.
Salió caminando mientras movia el coche, al llegar, vio a los comerciantes nerviosos, pero pasó a escuchar que era la policía buscando petardos ilegales, asi que era mejor estar lejos de esos negocios.
Se dirigió hasta el pequeño mercado local favorito, ahí la atendía una anciana tailandesa que hablaba más que thai que ingles.
Hola señora Anong – sonriente dándole una lista – hoy quiero comer... quiero camarones secos pequeños para poder hacer un puré delicioso, echalote y galangal...
Ying y Khalan estan grandes – dijo la anciana viendo a ambos pequeños dormidos – cuanto tienen...
3 mesesitos... – dijo viéndolos.
Porque tu esposa te abandonó, si pareces buen padre – acuso la anciana sonriente.
Porsche habia inventado que estuvo casado, pero que su relación no duró y ella se fue, no cualquiera entendería que era un hombre que podía tener hijos, ya tenia suficiente con decírselo a la pediatra, a su hermano, a inmigración y a los gemelos en el futuro.
Estaba comprando, cuando oyeron golpes, y luego balazos rompiendo los vidrios, Porsche sacó a los gemelos del coche y los puso en pecho, mientras se agachaba hasta la señora Anong que cayó de su asiento y parecía lastimada en el suelo.
Los balazos siguieron por 60 segundos, cuando todo acabo y luego oyeron alarmas policiales, Porsche tomó a los bebés y los volvió a dejar en el coche, mientras pateaba el vidrio e intentaba abrir la puerta, pero se lastimó la muñeca, cuando logró salir y vio todo el desastre.
