Porsche decidió irse de Tailandia, lejos de los problemas de su tio, con su hermano y sobre todo lejos de Kinn Teerapanyakul.
Pero con algo de él.
Khalan Kittisawasd y Ying Kittisawasd
Sus pequeños bebés, que significan su mundo y nada lo hará pensa...
Porsche se libero dentro del cuarto del agarre de Kinn y lo miro molestó.
No se te ocurra decir nada, sino fuera porque mis hijos llevan tu nombre, me los llevó – acuso Porsche furioso – porque te odio...
Lo mismo que me amas – acuso Kinn – es lo mejor que tu hermano se quedo con mi hermano...
Luché tanto... - Porsche se arregló – quiero darme un baño...
Señor – Big trajo a los bebés dormidos.
Llevatelos con mi padre y dile que los cuidé unas horas, debo calmar a Che – dijo Kinn.
Big asintió, mientras que Kinn se quito la chaqueta y entró al baño, mientras se abria camisa.
Vio a Porsche dentro de la ducha
Sal de aqui – dijo Porsche cerrando la puerta de la ducha.
Sabes como soy – dijo Kinn quitándose la camisa y luego el cinturón – se te olvida que siempre obtengo lo que quiero...
Porsche se le quedo viendo, mientras se quitaba la ropa y entraba desnudo, mientras lo atraía a él.
¿Nervioso? – Kinn susurró en su cuello – ya nos conocemos mutuamente.
Porsche trago duro, la tentación era inmensa y la tentación de Kinn lo era aun más.
Se empezaron a besar con gula, Porsche lo quería, pero Kinn lo hacia sentir algo extraño, sentía deseo y como el mayor se comia su boca, era sentirse en la gloria.
Juguemos y recordemos viejos tiempos – Kinn tomó su mandibula y lo atrajo con fuerza – asi que solo sé feliz...
Los gemelos... – Porsche lo quería alejar.
Ellos estarán con su familia, ahora solo piensa en esto – Kinn puso una de sus manos en su miembro erecto.
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