XII

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- ¡SAL! SAL DE AQUÍ ANTES DE QUE TE MATE, TIENES SUERTE DE QUE TE HE DADO YA 2 OPORTUNIDADES DE VIVIR, NO HABRÁ UNA TERCERA - gritaba el Kurta enfurecido

- Lo entiendo... Adiós Kurapika, ha sido un placer haber tenido la suerte de enamorarme de ti

Así Chrollo se vio de nuevo solo y en la calle, ya sabía a quien debía llamar. Empezó a caminar para salir allí, no sin antes echar una triste mirada al pueblo que fue su hogar durante 1 año entero, donde tantas cosas había vivido. Tan intensas en tan poco tiempo. Con pereza sacó su teléfono marcando el número de su odioso amigo.

- Déjame adivinar, ¿salió mal? - empezó a reír el payaso a lo que el pelinegro soltó un suspiro

- Ahórrate el discurso de que tenías razón por favor, ¿puedo ir a tu casa?

- Ya te mando un coche

Al rato vio a lo lejos un Mercedes negro acercándose, el conductor bajó la ventanilla y le dijo que subiera que iba de parte de Hisoka. El trayecto en coche fue silencioso, el ojigris estaba en los asientos de atrás, como un cristal polarizado lo separaba del coche se permitió soltar las lágrimas que tanto estuvo reteniendo. Se sentía horrible, era patético que el ex jefe del terrible Gen'ei Ryodan estuviera así por un simple chico pero no, no se trataba de un simple chico cualquiera, al menos no para él. El haber logrado colarse en su corazón de manera tan fugaz y sin hacer el mínimo esfuerzo es algo digno de mención, sin darse cuenta había transcurrido el tiempo, hayándose ya delante de la vivienda del mago. Con desgana tocó a la puerta siendo recibido por el pelirrojo que ya andaba en pijama corto, al parecer su novio no se encontraba en la casa hoy. Al ver a Lucilfer el rostro del otro tornó en preocupación invitándolo a pasar para prepararle un té.

- Chrollo, ¿te encuentras bien? - habló suave para ponerle delante la bebida

- ... no

- ¿Tan pésimo fue?

- Me gritó que me fuera de su casa, que era la peor escoria que jamás se había encontrado, que si en algún momento llegó a sentir algo por Ajax ese sentimiento se había extinguido al enterarse de quien era. Al final me amenazó de muerte diciéndome que si me volvía a ver no me perdonaría la vida una tercera vez - volvía a llorar

- Bueno bueno, ven aquí - puso la mano en el hombro del ojigris empujándolo suavemente hasta poner la cabeza en su regazo para empezar a hacerle caricias en el pelo - dale tiempo, según lo que me has dicho habéis pasado por muchas cosas, seguro que él ahora mismo está llorando en su casa replanteándose la decisión que acaba de tomar, sin duda alguna los dos sentíais algo por el otro

- ¿Seguro? - dijo sorbiéndose los mocos como un niño

- Sí, seguro

En otra parte

Cuanta razón tenía aquel payaso de ojos ambarinos al decir como se encontraba Kurapika en estos momentos. El ojiazul no dejaba de llorar, había roto ya varias cosas de su hogar incluyendo el marco que contenía una foto en donde salían él y Ajax, se sentía traicionado, engañado, estafado. No podía creer que se hubiera entregado en cuerpo y alma al mismísimo Chrollo Lucilfer. Se sentía un estúpido, no sabía a quien acudir pues en estos momentos estaba roto. Fue así hasta que se le vino a la mente cierta amiga suya conocida por dar buenos consejos y ser empática pero sobre todo por su gran sentido del oído, supo de inmediato que ella podría darle respuestas a todas las preguntas e inseguridades que estaban formándose en su pequeña mente revuelta. Rápidamente encontró su móvil dispuesto a llamar a aquella mujer, esperó hasta que esta lo cogiera.

- ¡Hola Kurapika! ¿Qué tal?

- Sen-Senritsu - habló con voz entrecortada - ¿puedes venir a mi casa? Por favor

- Claro que sí mi niño, ¿qué te pasa? ¿ha sucedido algo malo?

- Solo ven y te explicaré todo

La pequeña chica ya empezaba a entender que había pasado, intentó apurarse hasta la casa del rubio aunque estaba bastante lejos, tendría que hacer un viaje de 2 horas en coche así que le escribió avisándolo de que se iba a atrasar pero que fuera haciendo algo para relajarse. Sabía que este día llegaría, desde que averiguó quien era aquel extraño que se metió en la casa de su amigo. Decidió que en esas horas de trayecto llamaría al de la cruz en la frente.

- Diga - respondió una voz que ya había escuchado antes

- ¿Qué haces tú con el teléfono de Chrollo?

- No tenía donde quedarse y somos amigos, está durmiendo. Antes de que digas nada, no lo voy a despertar, me costó mucho que se calmara lo suficiente para acostarse - aclaró Hisoka

- Entiendo, estoy yendo a ver a Kurapika, parece que los dos están muy afectados

- Bueno, espero que con nuestra ayuda se solucione pero si me disculpas debo ocuparme de algunos asuntos, seguramente él mismo te devuelva la llamada mañana

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Holaa, seguimos con la historia, espero que les esté gustando. Gracias por el apoyo ¡hasta la próxima!💖🥰

Lo que empieza mal - ChrolloxKurapika - KurokuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora