Capítulo 2✔

188 69 337
                                    

Un muerto y tres tontos 

Un muerto y tres tontos 

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


Lunes 7 de septiembre...

¡Loca, loca, debo estar loca!

Me observa desde el suelo a horcajadas sobre el otro chico, cambia al desafortunado que se encuentra ensangrentado y comprende. Lo suelto lentamente. Me retiro lo más lejos posible antes que decida que soy su próximo objetivo.

Tengo que dejar de ser tan impulsiva o acabare como el  idiota de los rizos.

Se levanta pero no se marcha, analizando con ira, no hace nada, solo se queda ahí observando.

 Sabe que si sigue podría matarlo.

— ¿Qué está pasando aquí?

Escucho la estridente voz, es una profesora...

¿Y cómo no?

Tenía que ser la profesora de literatura, la señorita Mitchell, quien mira horrorizada la escena, luego al chico alto y luego a mí.

— ¿Qué?.... ¡yo no tengo nada que ver!

Indignada por la manera en la que me mira.

— ¡Alguien llévelo a la enfermería!—demanda histérica.

— ¡Bruja!—finjo toser.

—No es para tanto solo le arreglaron la nariz.

Informa una voz que me parece algo familiar, lo cual es raro teniendo en cuenta que no conozco a nadie en este lugar. Giro en su dirección, es el chico con el que choque. Al parecer traía gafas de repuesto.

Que alguien queme eso.

— ¡Oh, eres tú!—me acerco sorprendida—Te estaba buscando.

Me observa como si intentara buscar en su memoria algún recuerdo sobre mi. Saco el paquete de cigarrillos.

—Se te cayó.

Toda la atención está sobre nosotros junto a un silencio incomodo. Si las miradas mataran...

— ¡Vanja a dirección!

Le grita Mitchell al chico rubio.

—Tú señorita ya estabas castigada así que síguelo...Me esperaba esto de cualquiera menos de ti Ang...Daneb.

Se corrige señalando al dueño de los cigarrillos como si realmente le afectara, lo cual es imposible porque no creo que esta señora tenga corazón.

—Los quiero caminando al despacho del director y cuando terminen me van a buscar, para asignarles sus castigos—demanda finalmente.

Mis manos sudan por los nervios, arreglo mi falda repetidas veces intentando ignorar la mirada del castaño. De vez en cuando buscando ayuda en la del rubio quien no nota mi existencia. Felicidades esta vez te has superado. Has roto tu propio récord. Pasaste de ir a la dirección la primera semana al primer día. Si mi hermano se entera seguro que me felicita.

B [El Misterio Detrás De Un Asesinato]Where stories live. Discover now