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Escuchándote

Llegó a la casa del moreno siendo un mar de lágrimas, sollozos salían de sus labios y se aferraba con fuerza al pecho de su amigo. Mientras éste acariciaba su espalda con suavidad y le susurraba palabras de apoyo. 

Cuando ya se había calmado, pudo contarle al mayor lo que sucedió con voz temblorosa. 

—Minnie —tomó ambas manos del chico— No sabes cuánto lo siento. 

—No te preocupes —sorbió su nariz— En algún momento iba a pasar, vivir de esa forma simplemente no era vida. Solo existir. 

El moreno asintió y tomó su celular. Buscó un contacto y texteo rápidamente. 

—Pequeño —llamó la atención del castaño, quien tenía la mirada baja. 

—¿Sí, Namu? —subió sus ojitos, mirándolo como cachorro herido. Cosa que le rompió el corazón del mayor. 

—Espero no te molestes —mencionó suavemente— Pero he estado en contacto con Rose desde que se fue. Ella no podía hablar contigo ya que tus padres la amenazaron, así que desde entonces me escribe a diario para saber cómo estás. 

Jimin abrió los ojos con asombro y más lágrimas bajaron descontroladamente por sus mejillas. 

—Está en Tailandia con su esposa —agregó— ¿Quieres que la llamé para que puedas hablar con ella? 

Asintió rápidamente y se subió al regazo del moreno para ver con claridad lo que hacía en su celular. Namjoon sonrió enternecido ante su actuar y acarició la espalda baja del castaños, luego le pasó el aparato con el contacto en la pantalla. 

Jimin suspiro y llamó. Cuando escucho la voz de su hermana solo pudo volver a llorar cual niño pequeño. Hablaron durante horas y el menor le contó lo que había sucedido, sin dudarlo le dijo que tomaría el primer avión para ir con él. También se enteró que la mensualidad –que según él– le daban sus abuelos, realmente se la mandaba ella y ancianos solo hacían de intermediarios. 

Al colgar la llamada toda su tristeza se había pasado a segundo plano, su hermana siempre había sido su pilar y tenerla de vuelta compensaba cualquier cosa. 

***

Al día siguiente, el castaño se despertó muy temprano para ir al aeropuerto. Hoseok se había ofrecido a llevarlo, así que ahora se encontraba en la gran puerta esperando ver a una chica de cabellos castaños. 

Cuando avisaron que el vuelo de Tailandia había llegado sintió como sus piernas temblaban. 

—Tranquilo, Minnie —el peli naranja lo abrazó por los hombros. 

Este asintió, pero luego volteo y vio a una linda peli blanca viéndolo con ojos cristalizados. Pudo reconocer sus rasgos y corrió a sus brazos, lloraron por largo rato y solo se calmaron cuando entre susurros y mimos se dijieron lo mucho que se querían y cuanto se habían extrañado. 

—Mochi —habló entusiasmada la chica cuando se separaron— Te presentó a mi esposa, Lisa y nuestras dos hijas: Jennie y Jisoo.

El menor sonrió al volver a escuchar ese apodó ser pronunciado por esa dulce voz que tanta calidez le daba a su corazón. Rose se lo había puesto cuando solo era un niño, cuando su vida era feliz ya que la tenía a su lado.

—Mucho gusto, Jimin —habló la rubia que permanecía a lado de su hermana— He escuchado maravillas de ti. 

El nombrado no pudo evitarlo, se tiro a abrazarla fuertemente y luego se agachó para besar las mejillad de las dos niñas de aproximadamente unos cuatro y cinco años.

Amor Al Ritmo Latino - ☆🄺🄾🄾🄺🄼🄸🄽☆Where stories live. Discover now