𝙰 𝚜𝚞𝚜 𝚘́𝚛𝚍𝚎𝚗𝚎𝚜 𝚙𝚊𝚝𝚛𝚘́𝚗

Pʀᴏ́ʟᴏɢᴏ

«𝙰 𝚜𝚞𝚜 𝚘́𝚛𝚍𝚎𝚗𝚎𝚜 𝚙𝚊𝚝𝚛𝚘́𝚗»

•-Pʀᴏ́ʟᴏɢᴏ.🌺

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-Era un día hermoso, en el cual un ser de extremo poder, poseedor del homosexualism-...No, poseedor del fuego e infierno, escapaba, sí ,el mismísimo Satanás ¿Loco, no?-Río.

-¿Podrías hacer el favor de dejar de contar eso?-Sonó un poco tímido el pequeño demonio.-Él no escaparía.-Le respondió a Estella, su amiga.-Es una pequeña falta de respeto.-Al igual que siempre, él intentaba ser amable, o quizás respetuoso ante quien sea, y esta no sería la excepción.

-Es solo una pequeña historieta sobre ese vejete de Satán, de verdad no va a escapar de esa manera en su vida.-Ella sonrió con los ojos cerrados.--somos simples albañiles... y extrañamente no de los comunes.

Ante las palabras de la chica rubia, su amigo se quedó contemplando la escena del mismísimo Satán, escapar, de municipales-.

-S-sí, veo que tienes razón, no es tan común ver a Satán escapar.-Pip estaba en sus últimas boquiabierto.

-Lo sé, mi historieta es genial.-El ego de Estella respondió.

-No ¡hablo de verdad!¡allí está él!-Señaló con su dedo a una mansión.

-¿¡QUÉ!?-Estella miró.

[. . .]

Desde la perspectiva de Satán, su mansión estaba desmoronada, las balas resultaron ser más fuertes de lo esperado, quebrando así algunos cuadros de la mansión.

Damien observaba el como su padre, Satanás, estaba enfurecido, pero no le tomó importancia, hasta que le llamó la atención.

-Damien.-Llamó él.

-¿Si?-Respondió con un poco de mala gana.-¿Qué sucede?

-Deberíamos contratar a uno de esos albañiles.-Suspira-No podemos vivir con una mansión así de destruida.-A lo que dijo su padre, Damien miraba disgustado ¿gente en casa? no, que se pudran.